El primer recuerdo
No podía ser
de otra manera. Y el Icue no podía iniciar esta su nueva aventura en esta su
fresca estancia sin tener un recuerdo para este defensa-entrenador-persona
llamado Txutxi Aranguren
(Portugalete, 1945-Baracaldo, 2011). Persona educada, locuaz y afable, con una
sonrisa, sobre todo la sonrisa, indescifrable y una ironía inteligente, marcando
distancia, ojos azules que transmitían serenidad y calaban muy hondo. Y además
porque hace dos días hubiera cumplido 69 años.
El Icue era un jovenzuelo, años 60,
años 70 y recitaba, como lo hacía con las figuras de los silogismos, aquella
alineación que comenzaba por Iribar, Sáez, Etxeberria, Aranguren; Igartua,
Larrauri; Argoitia, Uriarte, Arieta II, Clemente y Chechu Rojo. Casi nada, eran los campeones de Copa de la
temporada 1968/69. No había duda. Los cuatro jugaban siempre o casi siempre, si
las lesiones no lo evitaban. Iribar, Sáez, Etxeberria, Aranguren...y allí
estaba el más defensa de todos, el achaparrado, el más fuerte y al que nunca
nadie le comió la moral; el que sabía que no siempre se gana y no siempre se
pierde, y que, por experiencia conocía que lo primero no te hunde ni lo segundo
te engrandece. Este portugalujo era un fijo, lo que no quiere decir que era una
figura. Ni lo fue ni quizás quiso serlo jamás.
Fue persona-jugador-entrenador que
tomó el tren en Bilbao e hizo un largo viaje por las estaciones y campos de
Vitoria, Huelva, Cartagena, Valencia, Coruña, Logroño y Gijón para estar de vuelta
en Vitoria y más tarde en su Portugalete querido, para allí tomar el billete del
cielo. Fue un lunes de marzo cuando su gran corazón le marcó el último gol en
propia puerta, sacándole del terreno de juego. Y cuando iba a despejar, como
tantas veces hizo, se le fue la vida.
El Icue si se acuerda, es por eso por
lo que viene hoy a esta su primera página de su Rincón. ¡Ay, ay, ay!
Nº.- 2.- Pedro-Roberto
J.P. desde “El Rincón del Icue”. Dies 12/28: ante diem quintum
Kalendas Ianuarias.
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