Palomeque dixit y lo dijo, rompiendo toda
su templanza, embarazado por la derrota, por el enfado y por cómo se había
producido el desastre que más bien parecía producto de aquel desembarco de
Alhucemas en la historiada guerra del Rif. Lo dijo contundentemente, Abenza
estaba en el punto de mira, y fue cuando el partido ya había terminado y sin
abandonar el estadio Álvarez Claro: “Al jugador que no esté para competir lo
voy a echar yo. Hoy nos jugábamos mucho, como para hacer ciertas cosas en un
equipo que se juega la vida. Al final se te queda cara de tonto”.
Que después de esta derrota el jaque se
mostró era evidente, existía y nos había enseñado su patita y sólo faltaba
adornarlo con un verbo; el verbo matar para que al FC Cartagena le diesen esa
jugada maestra y ultima del ajedrez que no es otra que el jaque mate. Todo era
alarmante, todos clamábamos al cielo, todo estaba a punto de desplomarse,
fundamentalmente después de las tres derrotas conseguidas antes de acercarse
hasta la Ciudad de Melilla. Aquella tarde el Chiringuito de Sporto Gol Man
llegaron a pintarlo de rojo, de luz roja total. Es lo que había.
Y los títulos previos, para que la
efesemanía no sufriese, aparecieron de esta guisa: “Una hazaña para huir del
descenso”. “El Cartagena, que nunca ha ganado en Melilla, busca hoy un triunfo
revitalizador”. “Palomeque dice que su único objetivo es que el club pueda
preparar en junio un nuevo proyecto”. ¡Por favor, si estábamos en febrero!
“Todo el mundo vino a luchar por el ascenso. La cosa ha cambiado, pero el reto
de evitar el descenso es bonito para cualquier profesional”. Y, de verdad que
fue bonito y agonizante, sufrido y, eso que otros decían que “lo peor en lo
institucional ya había pasado”. Y esto algunos llegaron a certificarlo
diciendo: “Los jugadores han cobrado una nómina y, aunque todavía no están al
día, menos da una piedra”. Sic. Frases para toda una tesis de psicología
futbolística. ¡Ay, ay, ay!
El Icue y…cuando ya no es posible parar el
rugido de la marabunta
“Espero que salgamos a por el partido con
la máxima concentración, no quiero confianzas”. (Fernando Currás Gallego, entrenador de la
UD Melilla)
Cree el Icue que, con el
resultado, incomprensible, que se ha dado esta mañana en el Estadio Municipal
de Fútbol “Álvarez Claro” de Melilla el FC Cartagena acaba de entrar en el
peligroso torbellino de un rugido, ese rugido que aflorará de las gargantas de
la marabunta efesemaníaca que ya se apaga. Esto ya no hay quien lo pare, ha
comenzado la cuenta atrás para que nuestro equipo vuelva hacia esa historia de
tiempos pasados cuando desaparecía, cambiaba de nombre y vuelta a empezar y así
hasta hoy en ese proceso dialéctico hegeliano o grotesca jerga de la tesis, antítesis,
y síntesis que es en lo que siempre este querido equipo estuvo.
Hoy día 8 de febrero de 2015, a
seis días pasados del día de La Candelaria para los cristianos y de la marmota
para los americanos, aquí estamos los efesemaníacos sin saber a qué atenernos,
sin parar de llorar y esperando que esas seis semanas que, según la marmota,
todavía quedan de invierno, invierno que, para el FC Cartagena, club sólo
importante en la Segunda B, parece será interminable. Hoy también ha comenzado
a oírse ese tan recordado tic-tac, tic-tac, anunciador de que el presente con
todo el pasado de este club se hunde o acaban de enterrarlo esta mañana en
tierras españolas-africanas de la ciudad del Rif.
Recuerdo, escribo y pregunto cómo
el FC Cartagena acabó perdiendo un partido por 3-2 después de acabar el primer
tiempo ganando 2-0 a un Melilla que había marrado un penalti, había entregado
al Efesé la manija para desplegar un extraordinario fútbol, mostrarse como un
equipo extraordinario, bien que lo agradecemos, y poder escribir que, ya saben,
cuando hay fútbol, no aparecen otras cosas. El FC Cartagena realizó una
excelente primera parte, mostrándose defensivamente muy robusto y con ataques
directos por bandas para llegar hasta el área de Álvaro. Primeramente, minuto 2, contragolpe perfecto
y fulminante de Luque que pasa a Gato, centra, Chus Hevia controla, remata con
mucha clase y la pone en el fondo de la red el 0-1. Tremendo inicio de partido, falta hacía. Cada jugador hace lo que mejor sabe hacer:
Luque poniendo la magia, Gato la velocidad y Chus Hevia el gol. Increíble, pero cierto. Partido con
velocidad, anticipación, sabiéndola poner, aprovechando sus oportunidades,
corriendo rematando y haciendo lo que hay que hacer: jugar al fútbol con
sencillez, pero con efectividad. Y para colmo un gol olímpico, minuto 19, qué
digo, un golazo, el del capitán Luque.
Eso no ha sido un gol, señores. Eso ha sido un GOLAZO, golazo de
repetición televisiva y el gol del año, 0
– 2. No hay más misterio...bueno, sí que hubo: que ahí se acabó el FC
Cartagena.
Lo que hubo es que comenzó la
segunda parte y el Cartagena se apagó o creyó que todo estaba hecho y no, no lo
estaba. Apareció el Cartagena de las peores tardes, el equipo decaído, sin
actitud ni aptitud y capaz de sucumbir ante un rival nada extraordinario, pero
con fútbol, orden, jugando de forma primorosa en corto y en largo y todo esto
por bandera. Es entonces cuando mi amigo Fulgencio, ese paseante de la calle
Mayor, que, con los años que soporta, vio llegar esas largas caravanas y
marchas, en años de ascensos, desde Bilbao, Torrejón y Alcoy vestidos de
blanquinegros, me ha recordado esa cantinela de la intensidad mal entendida y
otras gaitas que dieron paso al fútbol, expresado de maravilla por un Melilla
que desde que apareció Mustafá Abdeselam Mohand, minuto 62, todo cambió: el
Melilla se impuso en todo al FC Cartagena, en cada asalto, en cada batalla o
batallita y, sobremanera, en la efectividad y juego. El FC Cartagena se encerró
tras las barricadas, su fútbol se apagó y todo fue azulón. Del Efesé, ni media
palabra, le faltó tanto actitud como aptitud y creerse que podían llevarse el
partido, de lo que estuvo sobrado el cuadro melillense. El FC Cartagena quedó
subyugado por los del norte de África, que le dio un repaso al que asistieron
impasibles Palomeque y sus cambios, que capitularon desde que el Melilla, por
medio de Chota, minuto 84, marcó el gol del empate.
Es entonces cuando observé que
este Cartagena, querido Icue, ya no es de mármol, a lo sumo de alabastro con su
blandura incapaz de despegues fulgurantes y pasar por encima de sus semejantes.
Es un equipo que se retrata muy pronto, hoy también con la llegada del minuto
65 y el gol de Manolo y, a partir de ahí se ha desentendido, no ha sido capaz
de blindarse y sí incapaz de que sus jugadores se juntaran para ser capaces de
hacerle cosquillas a sus contrarios con alguna incursión hasta la meta
contraria como lo hicieron en la primera parte. Este Cartagena, de nuevo, ha
sido objeto de mofa y de cachondeo, incapaz de arrasar, impasible y hasta
remolón, demasiado remolón para contentar a Palomeque, cuando dijo que:
“Tenemos que salvar al Cartagena. Es lo que hay que hacer. Todo el mundo vino
aquí a una cosa. Y ahora se encuentra con que hay que hacer otra. El objetivo
ha cambiado, pero sigue siendo un reto bonito para cualquier profesional. Hay
que reponerse, transformar la energía negativa en positiva y mantener al club
en Segunda B”. El equipo de Fernando
Currás ha terminado desquiciando a los cartageneros cuando, acabando el
partido, David Sanchez, esta vez sí, marcó de penalti el gol de la victoria. UD Melilla 3 – FC Cartagena 2.
Concluida la zurra, con el FC
Cartagena en lugares de descenso y fuera de la pomada, éste precisará una
profunda revisión. Ha perdido fútbol y otros valores a chorros. Este equipo ya
no tiene redentores y sí demasiados apagones. Este FC Cartagena está clavado,
no sabemos en donde, y le va a costar volver. Me preocupa que hayan abandonado
la aptitud de entrega y entusiasmo y eso que ahora tienen un coach, un
motivador, ¡¡¡Uff!!!, para intentar recuperar el temperamento y el carácter
innegociable grapado de origen en el escudo. Hoy han demostrado como no saberlo
y me preocupa que esta sea la enésima demostración. Y, otra vez, con la apatía
en lugar del fútbol por bandera. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del
Icue”. Dies 1/8: ante diem sextum Idus Februarias.
Nº 360.
Texto El Rincón del Icue. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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