domingo, 1 de junio de 2014




Ahora que el FC Cartagena ha cerrado su temporada, ahora que se está, constantemente, haciendo balance del comportamiento de las distintas líneas en las alineaciones cartageneristas. Ahora que se recuerdan los fallos, las debilidades, las flaquezas y todas las…ezas que deseen añadirles de esa defensa de nuestros pesares. ¿Quién no recuerda a Cygan? El Icue si lo hace y lo trae a su rincón para que nadie lo olvide y siempre esté presente.

Monsieur y Grandeur Cygan.

“En torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares”. (A. Machado.)

Soria cinco de diciembre de 2009, jornada décimo quinta de la Liga 2009-2010, las predicciones meteorológicas anunciaban temperaturas bajo cero, otra vez el “general invierno” que tantos dolores de cabeza nos ha dado hasta ahora.

El partido no había hecho nada más que empezar, cuando, el “calvo divino”, en una jugada fortuita, clavaba en el fango de Los Pajaritos su pierna izquierda, cayendo de verdad y gravemente lesionado y sin protección alguna del anacoreta visigodo San Saturio, patrono de Soria y residente en la ermita colgada sobre el roquedal, al lado del Duero, que como diría A. Machado, “TRAZA SU CURVA DE BALLESTA”. Allí en la Soria entrañable y dura, se acababa, hasta hoy, todo, absolutamente todo, con grandes gestos de dolor, para Monsieur Cygan.

Eso fue la historia, reciente, del FC Cartagena y hoy ese muchacho que algunos declararon “en ruinas” y otros denominaron “mula cansada”, ha resurgido del dolor de sus cenizas, nos ha vuelto a deleitar con su tranco largo, cabeza en alto, pases precisos, fuerte remate, algún gol trascendente y ha regresado para recorrer, de nuevo, las canchas luciendo esa su calva divina, su mirada soñadora y la pinta de actor, a lo Yul Brynner.

Tu exquisito fútbol, estimado Pascal, proponiendo paredes veloces en el campo, sin maltratar la pelota, te ha convertido en el icono francés de la “grandeur” de la afición cartagenera.



En tu corta vida deportiva en Cartagena has derrochado talento aderezado con fortaleza y abnegación, blandiendo tu rotura parcial del ligamento lateral interno en tu rodilla izquierda como bandera de sacrificio.
Con la misma facilidad y elegancia que recorres el campo de juego con la camiseta blanquinegra número 2, te transformas en un jugador diferente, para liderar a esa gran “camada” disciplinada de jóvenes y veteranos.
Desde ahora y con tu vuelta, ya recuperado y con deseos de siempre, serás DIVINO CALVO, 
GRANDEUR, EMPERADOR Y ENVIDIADO que como dijo Hesíodo, primer autor clásico que se ocupó de la envidia, “El alfarero envidia al alfarero, el artesano al artesano, el músico al músico, el poeta al poeta, y hasta el pobre envidia al pobre”.

Gracias Pascal, que vuelvas a ser tan niño prodigio y envidiado como aquel Blaise Pascal de Clermont-Ferrand, filósofo compatriota y homólogo de tu nombre.

Pedro-Roberto J.P. En Villamediana de Iregua. Dies1/20: ante diem tertium decimum Kalendas Februarias.



Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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