El Icue y…se acabó la Liga, empiezan los playoffs
“El playoff no se ve, se juega”. (Luis García Tevenet, entrenador del FC Cartagena)
Pensó esta mañana el Icue que esta tarde en el
Cartagonova habría ambiente de fútbol, ambiente de victoria. Y así ha sido Cartagena 6 – Écija 1, pero faltó algo
y con gran pena se echó en falta a mucha gente en el Cartagonova. Este deporte
es así y a esta afición no hay manera de cambiarla, he ahí los datos de
asistencia en una tarde apta, ambientalmente hablando, 3690 espectadores que
han acompañado a nuestro FC Cartagena hacia el ascenso que, mañana lunes
sabremos, deberá dilucidar contra Avilés; CD Toledo o Lleida.
Se acabó La Liga, empiezan los playoffs. Cosumatum
est. No va más, experimentos fuera. Esta tarde ha sido el último partido, el de
la basura ante un Écija Balompié insignificante y condenado a los infiernos,
más bien sepultado en los infiernos. Y ahora, ya lo saben, lo dijo Luis García
Tevenet, pausadamente, nítidamente, brillantemente, sincera y razonablemente.
Fue en una entrevista concedida al digital cartagenero Nosoloefese, él lo dijo
y el Icue, junto a toda la efesemanía, lo suscribe: “El playoff no se ve, se juega”. Esta afirmación, aun estando de acuerdo y pudiendo ser cierta, hay que
matizarla; es cierto los playoffs los vemos y jugamos todos y después de lo de
hoy, con toda su alegría y su cercanía cada da vez es más cierto ese titular
dado por Tevenet.
El Icue todavía recuerda ese
otro titular dado por ese otro entrenador, amigo y leal señor que condujo al FC
Cartagena, como segundo, a disfrutar del playoff, sin que él pudiera hacerlo.
Se refiere el Icue a Jose Rojo Martín “Pacheta”. Vino a decir o dijo en su, de
momento, entrevista final en el Cartagonova, al mismo tiempo que Pedro Reverte,
furtivamente con alevosía solitaria y en un dependencia a media luz le
comunicaba a ese otro enorme, trabajador, sabio del fútbol, consejero y fiel
ayudante en la toma de decisiones adecuadas y acertadas de Pacheta, llamado Marcos
García aportándole,
sobre todo, información. “Ahora empieza la
fiesta, hemos hecho nuestros deberes, y ahora empezamos de cero. Hemos escogido el
camino largo, pero vamos por el camino”.
Ya lo saben y, si no lo saben, se lo dice el Icue:
el estilo es lo más difícil de encontrar en un equipo de fútbol. Lo estuvo
buscando Tevenet desde que ocupó, en julio pasado, el banquillo del Cartagonova.
Pidió tiempo para perfilarlo. Pidió una tregua del público, siempre exigente,
para que su equipo fuera reconocible. Pidió, en fin, paciencia para que el FC
Cartagena volviera a estar entre los grandes después de un final temporada, en lo que se refiere al play off,
calamitosa. Pues bien, llegado el final y, a puertas de lo que verdaderamente
interesa, Luis Tevenet ha hallado lo que buscaba, o mejor, algo muy parecido a
lo que buscaba. Un equipo sobrio aunque algo indeciso, defendiendo, seguro de
sí mismo y dominador cuando De Lerma, Diego Segura y Carlos David están. Con
las gotas de calidad de Antoñito, Menudo y el acierto de Fernando. Y la
voracidad, sacrificio y empuje de todos para llegar al triunfo. Todo se parece
demasiado, son como dos gotas de agua al equipo que finalizó la campaña el
curso pasado, pero sin esa última turbulencia esquizofrénica del cambio
inesperado de entrenador. Esa es la principal diferencia respecto a aquel Cartagena
subcampeón de aquel Grupo IV con Pacheta. El resto se parece mucho.
Esta tarde, ha madurado el partido como solía y al
dente, como les gusta a los grandes cocineros presentar las verduras y como esa máquina trituradora que va minando
al rival con una presión sofocante. Continua. Hasta que el contrario cede. Que
fue en el arranque del partido, concretamente cuando Riau, marcó el primero. Hasta
ahí los astigitanos se defendieron dignamente, con el orden y la acumulación de
hombres que caracteriza a un equipo que espera una tormenta tronada de goles. Y
cuando Riau, que a lo largo de la temporada fue goleador, no tan inesperado,
abrió la veda, el cuadro de Écija se entregó ante la apisonadora cartagenerista.
Apareció Fernando, dos goles; Menudo, otros dos, y Savu mostrándosela a Úbeda
para que la introdujera, destaparon un fútbol vertiginoso que dejó el choque
resuelto en poco más de media hora. Del segundo tiempo pocas cosas se pueden decir, únicamente
que el FC Cartagena levantó el pie y dejó transcurrir el tiempo, tanto que el público
asistente pudo plantearse abandonar el campo satisfecho de su equipo y del
primer objetivo cumplido. Tevenet dio entrada a jugadores no habituales o marginados
para que otros descansaran y ahí estuvieron hasta gozosos en esos minutos de la
basura.
Y ahora, querido Icue, vámonos, marchemos, dejemos
atrás “situaciones
que hicieron dudar a mucha gente. Esta plantilla, a pesar de todas las
dificultades que he dicho, ha estado en las duras y en las maduras y siempre ha
sabido dar la cara. Vamos a encarar la siguiente ronda con mucho optimismo. El
equipo tiene un plus físico, tácticamente estamos mejor y hemos recuperado
nuestra seguridad y convencimiento”.
Y puesto que estamos en el Mediterráneo y hasta sus vapores nos
llegan por Benipila déjame que recuerde el poema “Veles e vents” de Ausias
March para enumerar, junto a él, los vientos favorables y adversos, que
encontrará en los dudosos caminos de la mar durante la travesía de regreso a la
Segunda División, nuestro FC Cartagena, su lugar en el fútbol español. Pero,
¡cuidado, no cantemos victoria!, todavía quedan y nos acechan peligros de la
tempestad, que deberán y pondrán a hervir al Cartagonova y a toda esa querida
efesemanía como una cazuela al horno. ¡Sábelo, Icue, empápatelo, difúndelo y
disfrútalo!, “El playoff no se
ve, se juega”. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 5/11: ante diem
quintum Idus Maias. Nº 333.
Texto El Rincón del Icue. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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