El Icue y…cuando no se juega a nada todo es decepción
“Al pié del
Generalife,
en la márgenes del
Darro,
hay una fuente
famosa,
la fuente del
Avellano”.
Si el pasado sábado el Icue, después del partido
frente al Marbella, escribió que el FC Cartagena se había comportado como un
equipo de “chiringuito”, hoy, frente al filial del Granada, diré que este
Cartagena de nuestros amores es un equipo con espesura, con fatiga y muy, muy,
muy confuso.
Ha sido un partido espeso, sin continuidad ante un
disciplinado, rápido y con un buen soporte del filiar nazarí. Ha habido
espesura en el EFESE, como si jugara entre la niebla y eso, ¿o por eso?, que la
tarde ha sido sofocante, decepcionante y preocupante.
Cuando eso sucede, el FC Cartagena ha tenido
dificultades para afrontar el ataque posicional. No me explico, querido Icue,
¿cómo es posible que teniendo el centro del campo que tiene el equipo del
Gradiator, este equipo no haga propuestas de jugar al fútbol? ¿Por qué este
equipo juega como puede y no como sabe? ¿Por qué durante todo el partido lo ha
pasado mal sin jugar un pimiento, o por eso? Le sucedió en el primer partido de
la temporada contra el Marbella y le ha sucedido en el Nuevo Los Cármenes con la misma
alineación, con los mismos números, con el mismo banquillo y con el mismo
resultado. Este equipo es una mezcla de una ansiedad y precipitación excesivas,
y de falta de asociación para superar las líneas del contrario. Solo de sacar
rentabilidad a la estrategia en las faltas no se puede jugar y ganar cuando a
lo largo de 90 minutos se suele llegar más tarde a todo que el contrario. A los
de Cesar Rivas hoy, y también el pasado sábado les ha costado encontrar el último
pase y no han sido capaces de romper al contrario para habilitar a sus
delanteros ante el gol. No han sido
capaces de encontrar claros para apretar y, además, no han intuido remates para
pegar. Bien es verdad que cuando pudieron ir perdiendo por un abultado
resultado, ahí está el asedio de los Cuero, Bravo, Clifford o Martín, esto no
sucedió por el bien hacer de Limones, otro partidazo del gran Limones, apareció
la estrategia a balón parado: una gran jugada individual por la izquierda de
Migue acaba en córner, lo saca Luque pasado al segundo palo y el de Ecija
estableció la igualada a ese otro tanto que, en el minuto sesenta, Cuero
marcaba para el Granada. Está claro que la estrategia, dos faltas, dos goles,
dos puntos en lo que llevamos de Liga, nos da la certeza que puede ser una de
las grandes armas, a falta de otras, para pasearse por esos campos de Dios y
empatar o ganar partidos. Eso, muy a menudo, también les sucede a los equipos
grandes. Recurrir a la estrategia es propio de todos los rangos futbolísticos y
es precisamente muy necesaria ante rivales que hacen de la defensa una
antología, cosa que no ha sucedido en la tarde de hoy.
Y para terminar deseo semejar que el FC Cartagena,
nuestro equipo se ha paseado esta tarde en Granada por el paseo de los tristes,
ese que conduce hasta “La Fuente del Avellano y al Cementerio de Granada. Y lo
ha hecho no por donde hay que hacerlo, sino cruzando por el "Puente de las
Chirimias" y por el "del Aljibillo" donde dicen existió un aljibe
al otro lado del río. Ha acudido allí como a refrescarse para saciar su
cansancio y quedarse extasiado al presenciar la hermosa puesta de sol desde el
mirador de San Nicolás, con La Alhambra enrojeciendo delante.
Este su paseo por los Cármenes no ha hecho otra
cosa, que al ser tan grandes sus mimosas, que robarles a nuestros jugadores
toda la luz futbolística de esta tarde. Sus flores eran más amarillas aun, que
el sol que nos quitaban y que en nada se parecían al verde pistacho lucido por
el equipo de Cartagena. Y nos dio pena como a nuestro jugadores se los llevó el
vendaval de tormenta, y como sintieron la susencia de la fuerza, y como decayó
su brío y fueron como una sombra y allí en la mitad de Los Cármenes quedaron
llorando lágrimas de polen.
Y entonces, la escasa efesemanía, el autobús no
salió, cruzó el puente, giró a la izquierda y se dió un paseo por el Camino del
Avellano hasta llegar a su Fuente para todos, conjuntamente, calmar nuestra sed
y su cansancio. Y allí se nos mostraron las vistas maravillosas y más hermosas
del Sacromonte y del Albaicín. Y fue allí donde recordamos a ese grupo
literario bautizado como el de la "Cofradía del Avellano". Y,
asfixiados por la "Cuesta de los Muertos", o "Cuesta del Rey
Chico o "Cuesta de los Chinos", nos dimos la vuelta. Y es allí donde pensamos lo que a este equipo
se le viene encima, nada más y nada menos que el equipo de la UCAM. Eso será la
próxima semana ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 8/30: ante diem
tertium Kalendas Septembres. Nº 338.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/ e Icue.
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