En los encuentros de fútbol suelen suceder
curiosas cosas y una de ellas acaeció en Marbella con el árbitro designado para
arbitrar este partido: Actuó Alberto Salazar López de la Oliva, natural de
Argamasilla de Alba (Ciudad Real), residente en Alicante y adscrito al Comité
de Valencia. Es como si se diese en don Alberto el misterio trinitario: un solo
señor y tres localizaciones distintas.
Arrancaba la segunda vuelta de esta Liga y todo
estaba por hacer. Era la primera salida, segunda consecutiva del año que
llegaba en malas horas para nuestro y su Cartagena: los futbolistas estaban
subestimados, de dieciocho puntos posibles sólo se habían sumado tres en las
seis últimas jornadas de la primera vuelta. Un torbellino de partidos no
ganados, y algo muy común en esta temporada desastrosa; una plaga de bajas en
los atacantes blanquinegros provocaba que el ataque cartagenero solamente
contase con tres futbolistas de ataque para este desplazamiento: Ribas, Gato y
Carlos Martínez. Por lo que leen y recuerdan negra era la carta de presentación
para tratar de conquistar el Municipal de Marbella.
“Vamos a Marbella a por los tres puntos. El
empate no me sirve. Luego, dependiendo de cómo transcurra el partido, ya
veremos. Pero la semana la hemos preparado pensando en sumar una victoria y
alejar todos los miedos y los fantasmas del pasado”, contó Palomeque en la
previa del partido. Y basta que nombrara la bicha “del empate no me sirve” para
que el empate llegara, supiese a poco y fuese producto de goles de niños de
Primaria.
Cuentan los que estuvieron presentes que el
Cartagena emitió buenas sensaciones y mejoró su imagen con respecto a partidos
anteriores. Sin embargo, el resultado fue el de casi siempre: un empate. Un
botín con poca sustancia para esta segunda jornada de Palomeque en el
banquillo. Y el deseo de abandonar las penurias clasificatorias pasó de largo y
la oportunidad se volvió a marchar por el sumidero, ¡Ay, ay, ay!
El Icue y…cuando Diego Segura se cobra parte de
la deuda
“La fortaleza de un ejército estriba en la
disciplina”. (Tucídides).
Fue en la película de Ron Howard:
Apollo XIII (1995), en la que se cuenta un episodio épico de la carrera
espacial, cuando el gran Tom Hanks pronunció aquella frase que ya forma parte
de la historia cinematográfica: “Houston, tenemos un problema”, mientras Ed
Harris sentenciaba desde la central de la Nasa: “Nunca hemos perdido a un
americano en el espacio y estamos seguros, como que el infierno existe, de que
ninguno se perderá ante mis ojos. El Fracaso no es una opción”. Por lo
escuchado esta tarde tampoco en este FC Cartagena de Palomeque el fracaso es
una opción. Pero Manolo Palomeque no sólo tiene un problema como gritó Tom
Hanks que lo tuvieron aquellos tripulantes de la nave Apolo XIII, tiene más de
un problema. Pero a diferencia de la película, Palomeque es el responsable de
los tripulantes de la nave y de las soluciones que han de llegar desde el
interior del vestuario del Cartagonova. Creo, querido Icue, que al algareño no
le falta sabiduría futbolística, y de la otra, para solucionarlo, pero hay que
ponerse a ello, ya. La cosa tiene cierta enjundia
Nada más terminar el partido, Marbella FC 2 – FC Cartagena 2, va el
Icue y me recuerda que el roscón llega al mismo tiempo que el Niño, la cuesta
de enero y el enésimo empate en esta Liga que no está siendo de desfile de
Pascua Militar. Este partido ha sido un partido más de escarcha que de mazapán.
Los dos equipos necesitaban los puntos y al final ha sido un partido de toma y
daca, de entremés literario, como si fuese parte de esa pieza dramática jocosa
y de un solo acto, que solía representarse entre una y otra jornada de la
comedia y mira, querido Icue, que este equipo ha tenido jornadas de comedia un
tanto grotesca y a veces hasta tragicómica. Y mientras escuchaba el partido y
seguía los comentarios que se escribían on line, le he recordado al Icue que el
partido de esta tarde, aun siendo dramático, ha sido jocoso; que no ha tenido
nada de cómico; que ha poseído un carácter serio, de buen ambiente y hasta con
unos personajes-futbolistas en buen ambiente, ambiciosos, jugando al fútbol,
que saben hacerlo, y queriendo el triunfo. Y así empezaron. Serios, queriendo
jugar y ganar y, en estas estaban cuando apareció Luque, minuto 23 de la
primera parte y de falta directa marcó ese gol sorpresa, el 0-1 para el
Cartagena. ¡¡¡Ya tocaba Icue!!! ¿Recuerdas, querido amigo, cuando fue la última
vez que este equipo empezó ganando un partido? El FC Cartagena se mostraba
asentado pero sin claras ocasiones de gol y todos pensábamos cuánto iba a durar
la alegría en la casa del pobre. Y llegó la venganza de D. Diego, minuto 63,
para marcar el empate y, como escribía un tuitero, cobrarse parte de la deuda
empatando 1-1. Ya en el minuto 68 Carlos Martínez tuvo un ensayo plantándose
sólo delante de Reina para marcar, pero le robaron el esférico. Esto fue un
preámbulo, porque en el minuto 71 acertó para marcar el 1-2 y gritar todos
aquello de ¡¡¡ Qué bueno que volviste Carlitos!!! Pero nuestro gozo en un pozo,
tres minutos después, rondaba el minuto 74, cuando llegó el 2-2 que acabaría
siendo definitivo. Marbella CF 2 – FC
Cartagena 2.
Está claro que estos jugadores no
eran el problema, aunque sí parte del problema. Les faltaba disciplina, estar
bien colocados sobre el terreno de juego y poseer un proyecto sobre el que
pensar y luchar. No sé si el equipo, a partir de este empate, tomará otro
rumbo, pero sí sabemos que con anterioridad a hoy el club no iba a ninguna
parte y el equipo no jugaba a nada. El FC Cartagena necesita volver a levantar
su estructura fundamental sobre la base de un proyecto institucional y
deportivo que a todo le dé sentido.
Quizás, en algún momento del
partido haya sido difícil, por lo escuchado, distinguir entre ficción y
realidad. Tal vez, desde el sillón del cuarto de estar, todo haya sido como el
baile onírico de tortugas, leones y esqueletos triásicos, apareciendo como el
sueño de una noche plácida y templada. Sobre el escenario del estadio marbellí,
la orquesta de Palomeque hizo sonar un empate más, pero distinto a los
anteriores. Este director hizo sonar, para despertar a sus jugadores, el
Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy en un empaste cadente y
sincrónico y mientras tanto todos quedamos pensando en cómo Juan Carlos Menudo,
jugador que fue de este nuestro equipo, metía el gol de la victoria para su
equipo, la Unión Deportiva Logroñés, venciendo al Real Murcia en ese afán por
permanecer en puesto de jugar la fase de ascenso a 2ª División. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del
Icue”. Dies 1/11: ante diem tertium Idus
Ianuarias. Nº 356.
Texto
El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
0 comentarios:
Publicar un comentario