El Icue y…cuando los gaditanos, sin apretar, untan la cara al EFESE
“Tarde o temprano, todo
el mundo se enfrenta a las consecuencias de sus actos”. (Robert L. Stevenson)
Se pregunta el Icue, antes de entrar en el corazón del
partido de esta mañana en el Cartagonova frente al Cádiz CF, si todo lo que
manifestó Florentino Manzano en la rueda de prensa del pasado jueves es
absolutamente cierto. El Icue dice que no, que Florentino lo sabe y añade, que si
Txutxi Aranguren, amigo del Icue y ya gozando de la paz de Dios, hubiese estado
entre nosotros, al oír a Florentino, habría puesto el grito en el cielo. Así
que, amigo Florentino, aun estando cercanos a la Navidad, el Icue le recomienda
que se aleje a desovar a otro sitio ese buenismo que usted
reflejó días atrás ante los medios informativos cartageneros: “Ese día del
Córdoba había muchos cartageneros en la plantilla, no he visto todavía decir
que esos fracasaron, solo me acusan a mí, eso es una historia que era mentira y
algunos de vosotros, la prensa, seguís manteniéndolo, la gente que no me conoce
hablará mal de mí, yo invito a hablar de lo que sea, no se puede decir nada de
ese partido, no existe nadie que me puede acusar de nada, porque no lo hay”.
Pero como lo que nos contó el pasado jueves,
juntamente con usted, es ya “exclusivamente pasado” en este Cartagena de
nuestras entretelas, dejémoslo estar y vayamos al partido de esta mañana donde
el resultado FC Cartagena 1 – Cádiz CF 3
lo dice todo.
Llegábamos a este enfrentamiento con titulares como
estos en la prensa cartagenera: “Primera mini final”; “Cartagena-Cádiz, un
partido con sabor a Segunda” y “Primera final en diciembre”. El Icue, ni harto
de vino riojano, hubiera lanzado las campanas al vuelo con estos titulares; era
éste un partido normal, de dos equipos normales, uno el gaditano, con más
historia y años en Primera División, y otro el FC Cartagena, con iguales o
parecidos problemas económicos y hasta con parecidas convulsiones en el equipo
técnico y dentro de su plantilla. ¿Qué se podía esperar con estos antecedentes?
Pues lo que ha salido: un partido insulso, con ilusión hasta que duró, con
muchas carencias y hasta con los mismos defectos, arropado por el miedo y por
el temor de sus contendientes. Pero apareció Jona, minuto 31, y marcó el
primero para el Cádiz y aquí se descompuso el FC Cartagena y aparecieron la tristeza,
el cabreo, la desesperanza y el desasosiego. Y en estos “valores” estaba la
afición cuando de nuevo Jona, minuto 60, marcó el segundo de penalti y aparecer
Juan Villar, minuto 65 y firmar el tercero gaditano. Aquí se rompió la
esperanza, la estrategia, si la hubo, la expulsión de Montoya, los inexplicables
cambios, la Jornada económica, el tapado cuerpo técnico dentro del banquillo y
las lamentaciones. Todo envuelto y confuso con esa eterna carencia del equipo
cartagenero: la de ser un equipo sin gol cartageneros, pero hete aquí que
apareció “el pechotes” Sebas Ribas, lanzó un zapatazo y puso, cuando
el mediodía fenecía, minuto 89, el de la vergüenza. Ha sido éste un partido que
en nada se ha parecido al de la pasada temporada, solamente que se ha jugado a
la hora del aperitivo y, aun con sol, ha sido una mañana fría, muy fría, casi
heladora, como el partido y de tímpanos como el resultado, ¡qué pena!; que este
equipo, nuestro Cartagena, no hay sido capaz de ganar y hoy ni de empatar y que
los gaditanos, que sin hacer un gran encuentro, han pasado por encima al FC Cartagena,
se encontraran con Jona y Villar y hasta con balones al larguero de Limones. Este
podía ser el resumen, pero esta mañana también han existido otras diferencias:
la primera se ha dado en el palco, se han mostrado en él, como el pasado año,
Florentino Manzano representando no al Cádiz, sino al FC Cartagena; la segunda
es que en la mañana de hoy, se esperaba, por lo menos como el año pasado, a la afición
gaditana y no ha sido así y la tercera la que se refiere a la asistencia de
aficionados al Cartagonova, ésta, señores Javieres, ha sido escasa, ¿2000
expectadores?, muy escasa para ser, como dicen los titulares de la prensa
cartagenera, un partido con sabor a Segunda. ¿A Segunda de qué? ¡Ay, ay, ay!
Durante el partido y, fundamentalmente, después de
marcar el Cádiz el segundo, se han escuchado voces pidiendo dimisiones,
ciertamente no ha sido un chaparrrón de voces, pero sí las hubo, hasta las han
escuchado los árboles de la Alameda teñidos de oro y de luz. Para contarlo
todo, es cierto que hasta se han visto pancartas toscas y pareados vulgares, pronto
retiradas. No, esto no, no están los tiempos futboleros para esto y tampoco
hubiese sido bueno que la RFEF se enterara de ello y, además, la efesemanía se está
quedando sin estética y sin poetas. ¿La culpa? Ya lo sabes, querido Icue, de
los Javieres y, ahora ya lo sabemos, también de Florentino Manzano, a pesar de
que manifieste: “Me dijeron que el Cartagena se moría y, por eso, traje a
Martínez”. ¡Ay del Papá Noel de barba blanca al viento, trajín y ruido de
tráfico!
Hoy le hubiera gustado al Icue narrar la crónica de un
sensacional partido. Lo pensó en los primeros veinte minutos. Y por primera vez
en esta temporada, haber sentido y disfrutado la posibilidad de que este FC
Cartagena, Cádiz CF, tan absolutamente amoral por las diferencia de
presupuesto, hubiese sido un partido guerreado y con suspense hasta el final y
parecido a esos combates entre dos boxeadores al borde del KO en el último
asalto. Pero no ha sido así, cayó a la lona el FC Cartagena y no fue en el
último suspiro, fue en esos minutos fatídicos de cada jornada. Quizá no fuera
justo, pero así es el mundo de esos partidos de “final en diciembre” como
anunciaron iba a ser éste.
Al ver el Icue en el palco a los Javieres, los
Manzano, algún que otro edil, todos ellos custodiados desde un vomitorio, su
vomitorio, por el Gladiator, ha recordado esa lenta agonía del pez fuera del
agua. Todos ellos allí mezclados como las esfinges egipcias mezclaban la cara
de los faraones. Todos ellos deseando parecerse o ser nuevos faraones
cartageneristas en periodo de desarrollo y todos ellos muertos del susto que
esta mañana nos ha proporcionado este Cádiz que ha estado más serio que nunca, y
que tiene un hombre, Claudio Barragán Escobar, jugando a ser un lúcido
entrenador, mientras el FC Cartagena sigue sin entrenador y sin saber a qué
juega. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 12/7: ante diem
septimum Idus Decembres. Nº 352.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
0 comentarios:
Publicar un comentario