sábado, 6 de diciembre de 2014






Casi era una final y aquella tarde el FC Cartagena se presentó en el Cartagonova más vivo que nunca. Los jugadores, que por aquellos días, aparecían serios, cabizbajos y algo tristes, venían de dos derrotas consecutivas, pero ahí estaba Luis Tevenet para motivarlos y lo consiguió. Pidió ayuda a la afición: “el aliento de la afición salva partidos”, manifestó por aquellos días y hasta concentró a sus jugadores en un hotel de la ciudad.

Fue un partido de “guerra”, de ambientazo, 3.953 espectadores,  y esto se notó desde el primer momento en las inmediaciones de la Rambla, se jugó a las doce del mediodía y ambos conjuntos, en esta mañana abrileña, se disputaban un puesto por el play off. Era y fue el partido del año. El Cartagena salió vivo del partido. Jugó a toda máquina un duelo, que era a vida o muerte, ante un rival con más talento y más dinero. Y salió vivo y bastante reforzado, porque el equipo de Tevenet, aunque solo empató (1-1), fue mejor que su durísimo oponente y demostró estar preparado para lo que la miurada de la fase de ascenso. Luis Tevenet,  técnico cartagenerista, se marchó muy contento con la imagen que dieron sus futbolistas ante el potentísimo Cádiz. “Si había dudas sobre el estado del equipo, creo que se han disipado. Cuando he pedido jugar a las doce del mediodía era por algo. La afición del Cartagena debe entender que este equipo se merece un respeto porque se lo ha ganado con su esfuerzo y sacrificio. Mi equipo ha metido a la grada en el partido y eso tiene mucho mérito”.

Y al final hasta hubo homenaje. La Gaceta Cartagonova cumplía años, 15, y números, 300, y hasta el Rincón del Icue le dedicó una entrada. Se lo merecían por esa fidelidad que tienen con la efesemanía acudiendo hasta el final de la baranda del puente de la Rambla para estar con los aficionados todos los domingos que el FC Cartagena juega en el Cartagonova.  


El Icue y…cuando si hubo conceptos, fútbol y gol suficiente

“El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. (Oscar Wilde)

Hoy, antes de sentarme a trazar estas líneas de un partido, presentado como transcendental, como ha sido el de esta mañana, me he trasladado al recuerdo de esa película de Juanma Bajo Ulloa, titulada, ‘Airbag’ en la que actúa ese genial personaje, el gallego Pazos, interpretado genialmente por Manuel Manquiña, en la que, entre trago y trago y arrastrando los pies nos vino a decir que “el concepto es el concepto”. Pues eso, es eso lo que, después de oído lo oído del partido de esta mañana, al Icue le  interesa, la palabra y, si puede ser, bien utilizada. Vamos a ella.
Hubo un entrenador, Vujadin Voskov, entonces residiendo y entrenando por las riberas del Ebro, allí en Zaragoza, el que vino a definir en lenguaje español el concepto del fútbol de una manera tautológica como “fútbol es fútbol y gol es gol”, contrariamente, muchísimo antes, este concepto ya vino a definirse y asumirse por la Real Academia Española de la Lengua con la grafía de la voz inglesa ‘foot-ball. También es cierto que en los albores de este juego, los periódicos ya hablaban de la palabra y la escribían con un guión. Después, 1908, Mariano de Cavia, periodista aragonés, vino a proponer como alternativa el vocablo “balompié” que generó adeptos incluso en la denominación de algunos de los equipos actuales como el Betis, por cierto tristemente descendido ayer a la 2ª División, o el Albacete que ahí anda en este nuestro grupo con todos los honores para disputar, como primero, esa tan ansiada fase de ascenso.


Pues bien, como el concepto es el concepto, el fútbol es fútbol y el gol es gol, tendré que decirles, ustedes lo han visto mejor que yo, que esta mañana primorosa, casi de cruces floridas y de calor, mucha calor, en el Cartagonova ha habido fútbol, goles, quizás no los deseados, y unos perfectamente desarrollados conceptos futboleros en los hombres que esta mañana Tevenet hizo jugar en el excelente y perfectamente cuidado césped del Cartagonova. 

Este Cartagena de nuestros delirios y grandezas, después de zozobras anteriores, ya apunta. Ya hay jugadores que explotan siendo capaces de empatar un partido con historia en una mañana de entreguerras en la que el FC Cartagena ha gestionado, fundamentalmente después de que Airam Cabrera, minuto 17 de la primera parte, marcase el primero para el Cádiz, con autoridad, profesionalismo y entusiasmo. Y eso que, en frente había un adversario, un gran adversario con resistencia, orden, coraje, buen posicionamiento y unas ganas locas por desbancar al conjunto cartagenero de ese tercer puesto clasificatorio que ha venido disfrutando durante casi toda la temporada. 

Tengo el presentimiento, la intuición o el deseo esperanzado de que nuestro, suyo Cartagena,  de jugar como esta mañana lo ha hecho, no va a seguir viviendo en esta segunda B de nuestras desdichas por demasiado tiempo. Es de una alegría incontenible, muy incontenible que el tan deseado regreso a la Liga Adelante no tendrá que esperar para ser vivido en otra tarde o mañana apacible. Es cierto que en esta ocasión la visita del Cádiz, otrora acompañante con los nuestros a la 2ª División, ¡qué tiempos!, se presentó como un escalón de descanso, pienso que definitivamente olvidado, entre las turbulencias económicas, de liderazgo y hasta de amenazas dimisionarias que hubieran definido y destrozad la temporada y las modas en este fútbol nuestro cartagenero. Había tanto en juego en este partido matutino que llamó la atención el empeño y la seriedad con que afrontaron el partido los jugadores gaditanos y la rabia cuidado, diligencia, celo, laboriosidad, empeño, ganas, esfuerzo físico e interés de los de la Ciudad Portuaria. 


 Tevenet, querido Icue, que al principio pensé se había, de nuevo, vuelto a equivocar, acertó. Quiero y deseo pensar que este profesional, con sus continuados cambios en las convocatorias de sus hombres, sabe refrescar las alineaciones de su equipo. Este equipo que, con los clásicos Limones, Riau, Carlos David, Antoñito, Fernando y últimamente con las alternancias de Menudo, De Lerma, Carlos Rodríguez y el capitán Mariano, presenta  una versión más ligera, cualificada para labores de zapa y más proclive a juntarse alrededor del balón. Y hasta me parecieron más resueltos a jugar todo lo que les permitía el cuerpo. Y así, Mariano, minuto 17, no soluciona una situación cerca del área, los gaditanos asisten a Ariam que bate fácil a Limones. Pero, de nuevo Mariano, después de que Tevenet buscara soluciones en el banquillo metiendo a Mejías por Marcos Rodríguez y retrasando la posición de De Lerma para jugar con dos puntas,  pone el empate en el marcador, se besa el escudo y empuja a la grada a que anime. Y fue la locura. Cambió la mentalidad. Comenzó a sufrirse menos. Se forzaba y el FC Cartagena mostraba una veta generosa. Buscaron ganar y hasta machacar a los gaditanos. Todos los jugadores se agruparon, combinaron, salieron las individualidades y hasta Menudo se marchó exhausto. Y, mientras, el rival no encontraba el modo de contrarrestar y ahí quedaba agazapado por si pillaba una contra. No fue así y el FC Cartagena pudo comerse al Cádiz.  


 FC Cartagena, 1 – Cádiz FC, 1

Tevenet, admirado Icue, asistía a los acontecimientos con las mangas de la camisa remangadas. Agitado y nervioso arengaba a la grada con sus brazos. Me cuentan que, esta vez, si reaccionó y hasta corrigió casi todo. Como si lo tuviera previsto y prefijado ya desde antes de comenzar el transcendental partido. La consecuencia fue el dominio total del Cartagena, liberado del temor a los contragolpes y sin complejos para mover el balón. El público, escaso, en número de 3953, se entretuvo, se divirtió y hasta aplaudió a ese árbitro riojano, que estuvo inmenso. Y todos, entrenador, jugadores y afición mostraron toda su veta generosa. Y la gente enfiló los vomitorios. Se había superado el trámite hacia la fase de ascenso. 

Hoy en una mañana que comenzó triste y recordando el partido de Tudela, ha terminado para el Icue pudiéndole decirle a ese camarero y fiel chef de la cocina aquello de: Luis, hubo un tiempo en el que nos hiciste feliz, muy felices con esos cogollitos de Tudela acaramelados. Gracias por el inmenso placer que nos proporcionaste con ese exquisito bacalao al ajoarriero. A sus pies, señor y fiel servidor. La efesemanía ya se prepara impaciente para las emociones fuertes, tenéis mucha gente detrás y delante, la Gloria, está ahí. Cogedla. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 4/27: ante diem quintum Kalendas Maias. Nº 331.

Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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