El Icue y…cuando la buena noticia ya está aquí
“Y luego, incontinente,
caló el chapeo,
requirió la espada
miró al soslayo, fuese
y no hubo nada”. (Miguel de Cervantes)
Con este estrambote remató Miguel de Cervantes ese
soneto que dedicó al túmulo del rey Felipe ll en Sevilla. Y con este estrambote
el Icue desea comenzar lo sucedido esta tarde en el estadio de La Victoria de
Jaén. El FC Cartagena caló el chapeo, requirió la espada, miraron de soslayo
Migue y Carlos Martínez. No se fueron y hubo mucho, lo suficiente para aupar a
su equipo. Allí sí que hubo. Sucedió que hubo una gran victoria, que el FC
Cartagena ganó, que ya depende de sí mismo y que esto ya es otro jardín: un jardín
florido de primavera cartagenera, de alegría y
de esperanza. Y es que en el estadio de La Victoria jienense hubo un
grito desgarrador que dio lugar a que el suspiro, uno de los dos que les
quedaban, no se quedó ahogado entre el clamor y las lágrimas de esa afición
que, en número suficiente, se había acercado hasta ese estadio. Y es que allí no
hubo crujir de dientes, ni sentimientos encontrados porque Carlos Martínez
marcó pronto su golito , para después firmar otro Migue y el Efesé comenzó a
enderezar el partido. Real Jaén 1 – FC Cartagena
2. Lo que el Real Jaén hizo, y al Icue ni le interesa.
Va y ya este Cartagena ya no se nos muere. Ahora que vivimos
una radiante primavera con las colinas de flores esmaltadas y en los bosques y
llanuras que comenzó camino de Jaén, con su estadio de La Victoria al fondo, y ha
sido allí, donde florecen los romeros y los verdes olivares junto a los
encinares, donde va el FC Cartagena y no solo no se ha muerto, ni han podido
matarlo, sino que ha resucitado. Allí, entre pedregales, donde los lagartos toman
el sol de mayo, veredas pos que ha tenido que caminar esa gratificante y ruidosa
efesemanía, ¡qué bueno que volviste!, entre veredas camino de la victoria. Y va y el FC Cartagena no se nos ha muerto, ha
vencido precisamente aquí donde dicen nunca perdió; en el campo de La Victoria.
Y esto es la mejor noticia. El Efesé ha sido como los
olmos, absorbiendo su energía, esa donde les presta lentitud a la muerte hasta
hacerla desaparecer. Y es que esta tarde, con este grandioso triunfo, he
recordado a los poetas latinos cuando describen al olmo abrazado a la vid y que
cantó Quevedo: “Estos olmos hermosos,/ quienes esposa vid abraza y cierra,/ de
la sed de los días/ guardan con sombras las corrientes fría”. Y es que este
Cartagena, principalmente desde que lo tomó Palomeque, se ha convertido en ese
olmo, aunque añoso y achacoso, de melena de salvación.
La efesemanía va volviendo a casa y regresa lentamente
a la normalidad porque los del fin del mundo tendrán que esperar a que vuelva a
estar de oferta en el supermercado. Pero le da al olfato del Icue que ese tal
Belmonte no lo expone para que, examinándolo, lo compren. El FC Cartagena ya está en la normalidad y
regresa al Cartagonova como regresa el hijo a casa después de haberse fugado
con la criada en esta Liga del 14/15. El disgusto, durante la temporada, ha
sido terrible, la humillación considerable, pero todo se perdona por la alegría
de verle volver, arrepentido y cabizbajo. Tenemos una conversación pendiente,
pero será mañana. Hoy, dejen que el Icue se divierta, que despierte de su
pesadilla, y aunque con moratones y todavía asustado, recupere su pulso. El
mundo futbolístico es un jardín. Tráiganle
el cava. Y el foie, quiere celebrarlo. Nada hay más dulce que la
sensación de orden que vuelve a imponerse después del caos. Nada es tan
sugerente como el olor a tierra mojada después de la tempestad. Y ese
silencio como encantado que dejan los histéricos cuando se callan.
Tranquilos, no pasa nada. Confíen en Palomeque y en su
plantilla y hasta en Belmonte. Nos irá bien. La víbora cornuda volvió a su
escondrijo. ¡¡¡Ay, ay, ay!!!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 5/10: ante diem sextum
Idus Maias. Nº 373.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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