Se jugó el partido en la 3ª Jornada de la
Liga 2014-2015. Fue el primer derbi de la temporada y hubo reparto de puntos
entre cartageneros y universitarios. Fue cierto que los de Ribas, “el Bomba” o
Simón Ruiz mejoraron la imagen de otros partidos, pero todos vimos,
fundamentalmente los 3486 espectadores, falta de juego futbolístico con el que
soñábamos y escasas, por no decir nulas llegadas a gol. Si sucedieron dos cosas
interesantes: el debut del delantero Ribas y la lesión de Tarantino.
El partido fue un guiso con los
ingredientes necesarios para condimentar un guiso suculento y apetitosamente
gastronómico y resultó todo lo contrario. Fue un partido de engrudo, atascado,
incapaz de resolver las carencias ofensivas, sin fuste ni sal. En definitiva un
partido soso y aburrido con el debut discreto de Seba Ribas como blanquinegro y
sustituyendo a Pablo Pallarés con un sólo y discreto remate y muy al final del
partido.
El Icue y…cuando el FC Cartagena comienza a
reconocerse ante 3.486 espectadores
“Las consecuencias de la cólera son siempre
más graves que las causas”. (Marco Aurelio)
Tres partidos, tres empates, tres
puntos, alguna mejoría, un equipo en evolución este del Gladiator y el debut de
su hijo Sebas que ha dejado algún balón peinado y un detallazo en ese gran
pase, min 83, a Gato que ha rematado flojo mientras la afición reclamaba
penalti. Esta es la conclusión a la que ha llegado el Icue en su regreso desde
el Cartagonova a su residencia del Mar Menor. Y hasta ahora empate a goles (2)
a favor y en contra. Pobre bagaje o bagaje suficiente para los predicadores de
la botella medio llena o para los santones de la medio vacía.
Comenzó el partido con demasiada precipitación,
mucho patadón, gran entusiasmo, enorme pelea, galopando demasiado y muy poco,
muy poco o casi nada de fútbol. Pero, en seguida el Icue se fue dando cuenta de
que este Cartagena era distinto al de partidos anteriores. Tocaba, triangulaba,
aparecía el sentido de equipo, había garra y velocidad. Era un partido abierto
y hasta gozaba porque estaba viendo un bonito partido. Tanto fue así que tuvo
que frotarse los ojos para comprobar que no estaba soñando y que estaba viendo
el mejor fútbol de su Cartagena en esos minutos de la segunda parte.
Efectivamente, era un Cartagena distinto. El público disfrutaba en espera de
que el gol llegase. No llegó y terminó el partido con el 0-0 que había empezado.
Y no es que el FC Cartagena no
fuese feliz hasta el partido de esta noche, que lo ha sido, pero a medias, y es
que todavía no ha conocido el éxtasis, no ha tocado el cielo, ni ha alcanzado
su nivel, ese nivel sosegado de dicha que le deje una sensación difícil de
explicar, algo así como un sí, pero... que termine de llenar de satisfacción
futbolística a la efesemanía. Al equipo de Ribas, a su hinchada, le está
pasando algo raro, tanto en los tres partidos jugados en el Cartagonova,
incluyo la eliminatoria de la Copa del Rey, como el empatado en el Nuevo los Cármenes.
Primero tiene esperanza al recordar su pasado en el comienzo de La Liga, y
después se preocupa por lo no conseguido y hoy quizá -por qué no- hasta piensa
en un futuro mejor, pero que de momento no lo es.
Hoy las cosas han comenzado a ser
diferentes. Limones ha mantenido su portería a cero. Porque eso sí que no ha
mudado y ya está perdonado. Cada córner, cada falta, hasta ha sido un suplicio
para los universitarios de la Católica que hoy han estado más tiernos que el
miércoles pasado. Tiene mucho mérito el equipo de la vieja y entrañable
Condomina. Es un grupo construido, solidario y trabajador, pero con escaso
talento, lógico. Tampoco es peor que el de la Ciudad Portuaria. De momento,
simplemente es diferente, aunque cobrase renta copera el pasado miércoles. Por
otro lado, el Cartagena, todavía, se muestra algo indefinido. Todavía no se
encuentra. Le falta remate. Hoy ya ha estado Sebas Ribas que tengo la
sensación, querido Icue, que si se lo tiran puede rematar hasta un piano, y
Tarantino, pena de lesión, casi impecable, y Gato y Migue, algo alocados, sí,
pero con buena pinta. Hoy, y en las próximas semanas, habrá que solucionar lo
del Gladiator en el banquillo. ¿Influirá? Quién sabe...El Icue desea escucharle
gritar, ordenar y corregir.
El Icue, para terminar, está
deseando que los partidos que vengan de aquí en adelante no sean un dolor de
muelas. Insufribles, donde se quiere, pero no se puede, estén mejor colocados,
ocupando mejor los espacios, moviendo mejor la pelota que genere ocasiones de gol.
Sin señalar, llegará el momento, algún jugador está como el equipo, por
definir. No se sabe si va o si viene, si corre o remata, o las dos cosas, que
todo puede ser. Y ¡Cuidado, no desesperar! Que, según Marco Aurelio, “Las
consecuencias de la cólera son siempre más graves que las causas”. Y es que el
Icue no desea que este año no haya siega, ni vendimia, ni otra cosecha que no
sea la resignación. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del
Icue”. Dies 9/7: ante diem septimum Idus
Septembres. Nº 339.
Texto El Rincón del Icue. Fotos
http://qapta.es/ e Icue. Copyright ©
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