El Icue y…cuando el temor quedó en nada
"La clave del éxito no es jugar como
un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". (Stephen
Curry)
Hace mucho tiempo que el FC
Cartagena entregó la Liga y, miren por dónde, esta tarde se ha enfrentado a un equipo
que no ha enseñado absolutamente nada, pero ahí están en el segundo lugar de la
clasificación y esperando que el Real Murcia vuelva a fallar como lo ha hecho
esta mañana para alcanzarle, total son sólo cuatro puntos los que le separan.
Dice el Icue, líneas arriba, que el Efesé ya hace tiempo que entregó la Liga y
añade que lo hizo con mansedumbre algo de escarcha y también alguna
extemporánea flor de azahar en esta adelantada primavera. En boxeo a esto se
llama arrojar la toalla y en nuestro caso referido al FC Cartagena este ha
arrojado, también, hasta los guantes. Este, con el resultado dado, FC Cartagena 0 - UCAM Murcia CF 0, ha
sido el derbi de los que se creyeron ganadores antes de jugarlo. Empatando como
se ha empatado, el que más ha perdido ha sido el de la Universidad Católica o
han sido, también los de la Ciudad Trimilenaria. Y eso no estaba en el
programa.
Y hasta aquí hemos llegado en una
tarde gélida, ventosa y más propia de los días de enero que de estos que son y
están a la puerta de marzo y de la primavera. El partido comenzó como el
tiempo, desapacible, frío y hasta encogido, pero no tardó tiempo en que se
calentara, que ambos equipos entraran en acción, más el Efesé que el UCAM y que
nos diésemos cuenta de la opción tomada por Monteagudo. Y el Icue recordó que,
a la hora de formar su alineación y según manifestó el de Valdeganga en la previa, tenía varias opciones:
“jugar con Fede o sin Fede, o meter a alguien más en el medio para compensar el
equipo; y tratar de convencer a Chus Hevia haciéndole entender que tiene
capacidad para jugar en las dos zonas y que tiene que estar convencido de que
le va a caer una y la va a meter. Le gusta meter goles y los ha hecho. Le veo
mejor de media punta, pero todavía no he decidido”. Y optó por lo último para
tomar la pirera decisión en el minuto 81 cuando se marchó Hevia y salió Laens.
El entrenador de UCAM estaba como
agazapado y en aquello de que no hay que bajar la guardia para ver si la cazaba
Góngora o el desagradecido e irrespetuoso Pallarés, mientras Monteagudo estaba
condicionado por aquello de que menos mal que sólo le queda la Copa. Y entre
tanto ambos dilucidaban sus posiciones y deseos nos dimos cuenta de que el
derbi de hoy sólo era una cosa doméstica, con ambiente, 5557 espectadores, algo de fanfarria, una pizca de ánimo y algún pellizco
de canto, eso sí, destemplados, como el tiempo, y
hasta desafinado por aquello de las carrasperas de las gargantas, angustiadas
por el frío que condujo a que el fútbol se difuminase entre ese cielo invernal
y velazqueño del Cartagonova. Y hasta el Icue, ante este no fútbol, escuchó que
en los sentimientos de los buenos aficionados brotaban inmensas melancolías. No
preocuparse, gritó, ya llegará Fritz Lang al auxilio para enseñarles a
construir su fútbol como él hizo con sus mejores películas; sin pedantería y
sin la seguridad de un sonámbulo. Precisamente lo que les falta a los
blanquinegros.
Y fue en este momento del
partido, entre el tira y afloja de uno y el afloja y tira del otro, cuando el
Icue tomó conciencia de que en los seis enfrentamientos oficiales entre ambos
equipos el UCAM Murcia CF siempre fue esa bestia parda de nuestro, vuestro y
suyo Cartagena. Hoy tampoco ha podido derrotarles, ni cuando se enfrentaron en
el Limonar sangonerano, ni en la vetusta Condomina, ni en el Cartagonova. Ni
con el recordado y estimado Pacheta en aquel partido que empataron, privándole
de ser campeón, después de ir ganándolo por un solvente 0-2, ni con el
apreciado Tevenet, ni con el sufrido y también despreciado Palomeque, ni con el
considerado Víctor Fernández y ni, por supuesto, con Monteagudo.
Y mientras nuestro Icue estaba
dándole vueltas a su remember se dio cuenta que el reloj trotaba y que no aparecían
ni Góngora, ni Pallarés ni tampoco Iván Aguilar lo que daba esperanza a que la
efesemanía soñase a que resurgiesen Chus Hevia; Menudo; Moisés o Sergio Jiménez
con algún remate de cabeza. Tampoco aparecieron. Ni tampoco Sergio García ni Fede
Laens se mostraron sobre el perfecto y bien cuidado verde cartagenero. No fue
así. Sólo hubo alguna lucecita en la penumbra: la primera, minuto 83, cuando se
gritó ese ¡uy! en esa carrera épica del “Tigre” Laens donde su pase no encontró
rematador. Y la segunda, seis minutos después, cuando se marchó fuera ese acrobático
disparo, también del uruguayo de Montevideo.
Y al final, sí, hubo una cosa por
la que el Icue se alegró: Belmonte ya ha tomado el mando y la esencia del FC
Cartagena; la quita ha sido de un 70%, ha salido adelante su convenio con el
78% de adhesiones y se ha evitado una futura liquidación. Y…ha entrado en su
despacho sentándose en su sillón, delante de su mesa donde ya habían sido
retiradas esas amarillentas fotografías de otros, también el sillón de los
presidentes anteriores, algunas gominolas favoritas de algún goloso mandamás,
restos de alguna colección de monturas de trofeos y ha colocado en el frontispicio
de ese su despacho ese grandioso lema que, desde ya, forma parte de la
decoración de la cabina de mando de este querido club de fútbol que, no hace
mucho, estuvo a punto de hundirse: “Un hombre puede hacer cualquier cosa o
llegar a cualquier sitio si no le importa quién se atribuye el mérito".
¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del
Icue”. Dies 2/28: pridie Kalendas Martias. Nº 390.
Texto El Rincón del Icue. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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