El Icue y…las trirremes cartageneristas
“El mando y el señorío es de aquellos que vencieron la batalla”. (Jenofonte)
Ahora que ya está bien
muerto el 2013 y perfectamente vivo este 2014 y cuando la Cabalgata de Reyes
está a punto de partir para hacer el reparto de regalos, va el Icue se echa a
la calle para pasear por las arterias de la CIUDAD TRIMILENARIA DE CARTAGENA:
Mayor, Puerta de Murcia, el Carmen, Plaza de España y Alameda de San Antón tratando
de realizar una encuesta entre la efesemanía, los no efesemaníacos y esos amantes
de todo lo bueno de su ciudad, preguntando si el 2014, año recién nacido y con
cincos días de vida, será el año del ascenso, puede asegurar el Icue que, probablemente
y sin temor a equivocarse, después del 1-2 conseguido esta mañana en el San
Ignacio, campo del barrio del Palo, más del 80 por ciento de los cartageneros
creen que este año va a ser el de la recuperación de esa Segunda División o
Liga Adelante perdida años atrás. Ahora bien, siempre habrá algún pesimista que
crea, piense y divulgue, mala follá para ellos, que no será así, porque el ave
mítica todavía no ha llegado. ¿Serán malajes los tíos?
Allí se trasladó el FC
Cartagena, a ese San Ignacio, campo de barriada, en el que
jugar iba a ser difícil, tendrían que ponerse el mono de trabajo y salir a por
ellos. Así lo hicieron, ¡qué grandes sois chavales! Y nos ofrecieron un gran regalo
de Reyes. Y es que nuestro Efesé ha arrancado la segunda vuelta exactamente igual
que empezó la Liga, con remontada, con idéntico resultado y es que estos chicos,
con su Tevenet al frente, tienen algo diferente. Y tan diferente, tanto que se
ha hecho realidad lo que el míster vaticinó y, efectivamente, la distancia con
el 5º clasificado es tan importante que nuestro, suyo Cartagena ya está a 7
puntos del Linense. Y para estar ahí el Cartagena, tuvo que pasarlo mal, muy
mal y aparecer Limones, como en el Carranza, para poner una estrella más de héroe
en sus galones. Y también apareció la ilusión y el minuto 60 del partido,
donde, de nuevo, Tevenet acertó cambiando a Fede por Menudo, ese pequeño gran jugador,
eléctrico, veloz y con perfecto toque de balón.
Justo se habían cumplido dos minutos desde que
Javilillo había subido al marcador el 1-0 para los paleños. Todo salía mal para
los nuestros, sólo había un partido de rompe y rasga, de patadón y arriba, de
balones aéreos hasta que apareció el Menudo jugador y con su maestría, sacar una falta al punto
de penalti y el balón rozar en la cabeza de un defensa, corría el minuto 65, y
Aranda la desvío hacia su red y empató
el partido. Y todo cambió. Y el Icue comenzó a darse cuenta que este gran
jugador, su toque de balón y sus saques de falta están, como nuestro Cartagena,
bendecidos. Y los de Tevenet tomaron aire, subieron las revoluciones, se
vinieron arriba, les dio alas y fueron a por el partido, apostando por ser un
equipo vencedor que nunca se da por vencido, juegue quien juegue. Y en estas
estaban cuando Carlos David, minuto 75, tuvo una muy clara ocasión, para dos
minutos más tarde aparecer Mejías con su tercer gol en la temporada, adelantar al
Cartagena y darle la vuelta al partido- 2-1-, y no hubo más. Bueno sí. Diez impresionantes
minutos de remontada y en los que todo el trabajo de este equipo tuvo su recompensa.
Si hubo más, querido Icue,
tanto, que me acordé de Jenofonte y, aunque demostró su
máximo talento como general de caballería, habitualmente viajaba en los
trirremes griegos. Y el Jenofonte-Tevenet notó que esas sus trirremes lograban
cubrir su camino hacia puerto en la mitad de tiempo que otras. Los remeros
llegaban sudando a tierra, pero felicitaban al cómitre que les mandaba y se
iban felices a casa. Los que llegaban más tarde no sudaban, pero hablaban mal
del viaje, de su jefe y del tiempo perdido. Según Jenofonte, la clave estaba en
un buen liderazgo: si el cómitre azuzaba y estimulaba a sus remeros, si les
imponía una cadencia de remo alta pero sostenible, el rendimiento del trirreme
era óptimo. Algo de eso ha habido en este partido celebrado en el barrio
malagueño de El Palo en esta mañana de la noche de la ilusión.
Al finalizar el artículo me he acordado de una
visita que hice a Málaga, pleno mes de agosto. Estaban en fiestas, ¡Dos mío qué
calor, qué asfixia, que sofoco!, y me llevaron a cenar a un bar en el que
decenas de camareros se entrecruzaban por las mesas de El Tintero, que es así
como se llamaba y que estaba, desconozco si ahora también, situado al final del
paseo marítimo de El Palo, en Málaga. Aluciné. Los camareros llevaban de todo
menos la carta: jarras de cerveza, espetos de sardinas, jibia, rosada plancha,
vitorianos, ensaladilla rusa y algunos pimientos...En El Tintero los
comensales, lo practiqué, cazaban su plato al vuelo. ¿Un camarero llevaba unos
buenos jureles? Brazo en alto y a la mesa. Y valga la metáfora, esto es lo que ha
pasado esta mañana, los tres puntos los hemos cazado al vuelo del esforzado empeño.
Ah!, se me olvidaba; en El Tintero, recuerdo, tampoco
había cuenta como tal. Un señor se paseaba constantemente al grito de ¡El que
cobro, oiga, yo soy el que cobro! Y vino a nuestra mesa, contó los platos y los procesó
en una libretilla. Un, dos, tres... tomáramos lo que tomáramos, acabamos tocando
a veintitantos por cabeza. Ruidoso, como el partido de esta mañana, aquí cerca,
en El Palo, pero sabrosón: CD El Palo 1 -FC Cartagena 2. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto
J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 1/5: Nonae Ianuariae. Nº 315.
Texto La Medusa Paca. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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