Pacheta es un entrenador que en la previa de
los partidos o en las entrevistas post partido siempre decía algo, pienso que
ahora también pero como el Icue ni está en Polonia, qué más quisiera, ni sabe
polaco no lo puede confirmar. Y antes de emprender la temporada pasada ese
viaje largo hacia tierras extremeñas para enfrentarse al Arroyo CP comentó lo
que sigue refiriéndose a ese recordado jugador llamado Oscar Rico que actualmente
corretea por el estadio de La Victoria jiennense:
"Es un futbolista que necesita paz, necesita total tranquilidad”.
Y efectivamente, aquel partido necesitó de
mucha tranquilidad hasta que apareció Florián para marcar el gol que iba a ser
suficiente para ganar el partido, mantenerse firmes en el primer puesto, con 54
puntos, y esto a nueve jornadas para el final que, como recordarán, no
sirvieron para nada.
Ganar este partido fue muy meritorio aquel
día del mes de marzo. Vamos a ver si el próximo día dos de febrero, con Pato - ¡ay,
ay, ay! - entrenando al equipo contrario, nuestro, vuestro equipo tiene el
mismo mérito o se vienen para Cartagena con las alforjas vacías, cosa grave al
sumar ya tres jornadas sin ganar.
El estadio municipal arroyano es un campo de
juego malo en el que para ganar el equipo tendrá que meterse en el partido
desde el minuto uno de juego, competir bien, ser prácticos, estar fuertes y sacar
lo olvidado en las dos jornadas anteriores para empezar a dar muestras de
poder. Y que al final Tevenet pueda manifestar lo mismo que exteriorizó José
Rojo Martín “Pacheta”, (Salas de los Infantes marzo de 1968), al finalizar el
partido: “Tenemos vestuario de hombres, un grupo de hombres”.
UN RINCÓN PARA DOCE. Pedro Roberto
El Icue y…un triunfo
a la luz de la esperanza
“Tengo un grupo de jugadores y seres
humanos maravillosos, tanto que no recuerdo otro con esta fuerza. En estas
situaciones se ve a las personas y a los hombres y aquí hay un vestuario de
hombres”. (Pacheta, entrenador del FC Cartagena)
Domingo, 17 de marzo de 2013
Que estas palabras las pronuncie con esa precisión un entrenador no es
normal, no porque los entrenadores no puedan decirlas, que pueden, sino por lo
bien dichas que están, lo perfectamente estructuradas que aparecen y por la
profundidad de humanidad, amistad y solidaridad que esconden. Las pudieron
escribir o decir escritores-literatos como un esplendoroso Valle-Inclán,
un creador de retruécanos como Unamuno, un cursi Azorín o un humorista forzoso
como Jardiel Poncela. No, no fueron pronunciadas por alguno de estos ilustres,
las pronunció un tal “Pacheta” que es, sin más, entrenador de fútbol del equipo
de una Ciudad Trimilenaria, que cuenta en su área metropolitana con algo más de
390.000 almas, frente a los 6.5000 de esa villa extremeña arroyana. Casi nada
para los pazguatos, pretenciosos y pasmados. Este Pacheta, sí sabe lo que hace.
Fíjate, querido Icue, si esto es importante que el equipo de esta grandiosa
ciudad Trimilenaria, comandado por un hombre culto y señor y dieciséis
aguerridos y maravillosos seres humanos, ha acudido en una tarde fría y
lluviosa, pero antesala de la primavera, a disputar un partido de fútbol a
Arroyo de la Luz, villa extremeña, con equipo en 2ªB que para sí quisieran
tener otras villas, pueblos o ciudades con rancio abolengo, realengo y
señorío, y sin equipo de fútbol. Y se ha acudido con sed de triunfo y
allí les esperaba ese Arroyo para satisfacer su sequedad y fortificar ese
luminoso primer puesto que luce ya con brillo rosáceo en esa pasarela y
alfombra deslumbrante que le va a conducir hacia el ascenso.
Y, en el fondo de la retransmisión, he sentido el clamor de la preocupación
por ese campo artificial y los charcos formados por el agua caída. Y he sentido
nervios ante ese espectáculo que venían narrando al contarnos que todo lo que
allí se desarrollaba era de todo menos fútbol, y sí un mucho de lucha de
gladiadores.
Y he oído y escuchado que el FC no ha jugado bonito y sí con atrevimiento y
sin complejos y sin lastres que le angustiasen sus intenciones. Sólo importaba
traerse los tres puntos para ofrecérselos a la Caridad en el día de su próxima
fiesta. Enfrente tenían un equipo con prisas, muchas prisas por salir a flote,
con urgencias de recuperar terreno y es que, a dos puntos del descenso, el
mundo es gris, casi negro, y la esperanza precisa empujones, aliento, que los
modestos, con todos los respetos, no acumulan al poseer real y media
manta. Lo imprescindible. Necesitan generar ocasiones de gol y el Arroyo creó
alguna y no hizo ninguno, porque tampoco tienen suerte. Al FC Cartagena de
Pacheta le basta con mucho menos, con el primer equipo, con el plan B, o con
los mediopensionistas. Le es suficiente el aroma fresco del gol de Florián para
ganar y hasta montar una perfumería.
Hoy los de Pacheta han ganado y no ha sido de carambola. Ha sido por pelea,
entrega, lucha, sufrimiento, apretar los…dientes y olvidarse de jugar al
fútbol. Han ganado por lo que este grupo de futbolistas son y por lo que valen
como hombres y como deportistas. Han ganado por poner sobre la hierba
artificial esos estímulos de los que carecieron, hasta la llegada de Pacheta,
para caminar sobre el alambre y sin red. La prepotencia de uno y la serenidad
del otro facilitan victorias como ésta en el municipal de Arroyo de la Luz, y
la Liga sigue.
Para terminar, querido Icue, recuerdo que el emperador Carlos V, en uno de
sus viajes y al pasar por Arroyo de la Luz, se acercó a un mesón arroyano a
degustar una tenca a la cazuela y que, a partir de esa su estancia mesonera,
ese bocado siempre fue reclamado para sus menús tras haberlo probado entre
arroyanos.
El FC Cartagena esta tarde no se ha dado ningún atracón de tencas, una ha
sido suficiente. Tú, Icue, a partir de ahora debes recordar a todo este
vestuario de hombres aquello del Quijote: “llaneza, muchacho, no te encumbres,
que toda afectación es mala”. Este mensaje vale para todos: para el entrenador,
para los jugadores, también para el presidente y hasta para
algún cupletista que, creyéndose amanuense, anda suelto por el
fértil Campo de Cartagena. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para
Doce”. Dies 3/17: ante diem
sextum decimum Kalendas Apriles. Nº 280.
Texto La Medusa Paca. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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