La fábula del burro y las turbulencias
Las turbulencias que está pasando nuestro FC
Cartagena más en lo económico que en lo deportivo y fundamentalmente en esa
turbulencia institucional generada en ese edificio de ciudad cosmopolita
asiática llamado Torre Godoy, sin que el Icue, tampoco importa demasiado,
conozca el por qué.
Vengo de un tiempo en que aún se contaban y leían
fábulas en las casas. Solía hacerse en las sobremesas de las fiestas y las
celebraciones familiares, y muchas de esas fábulas aún perviven felizmente en mi memoria. Mis
preferidos eran los cuentos o fábulas de Samaniego, Esopo, Iriarte y hermanos
Grimm.
Estas turbulencias, junto a las fábulas de mi niñez,
me han recordado que hubo una vez unos hermanos llamados Grimm que escribieron
fábulas y cuentos infantiles. En uno de ellos, los músicos de Bremen, un burro,
un perro, un gato y un gallo fueron camino de Bremen huyendo de una amenaza y
dispuestos a triunfar como instrumentistas. La ciudad los esperó como se
aguardan los sueños, pero el destino y la ficción fueron caprichosos y nunca
llegaron a Bremen. En cualquier caso bastó ese intento de huida para que allí todavía se les siga venerando.
La que hoy viene a contarles el Icue es esa sencilla
fábula o leyenda urbana del burro que todos conocemos e interpretamos a nuestra
manera y según nuestras humildes entendederas. Sé es una historia archiconocida.
No importa, sólo les pido una cosa que identifiquen la fábula con el estado de
ahora de nuestro FC Cartagena y, como “cualquier parecido con la realidad
siempre es pura coincidencia” pónganle nombres identificadores al burro,
campesino, pozo y vecinos
y se darán cuenta cómo es ahora el dueño, los señores y todos los ciudadanos de
esa ciudad cartagenerista:
“Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal
lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer.
Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo, el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra.
Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…”
Toda fábula termina y
se cierra con moraleja. La del Icue
podría ser una de estas:
.- La vida va a tirarte
tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y
usarla para dar un paso hacia arriba.
.- Cada uno de nuestros
problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos
si no nos damos por vencidos… Usa la tierra que te echan para salir adelante.
.- El
emprendedor no espera que otro lo “empuje” a realizar sus
metas, pues nadie las conoce mejor que el mismo.
.- Cada uno de nuestros problemas es una
oportunidad. Podemos salir de los hoyos más profundos si no nos damos por
vencidos...
.- O aquella que cada uno agregue y la aplique a nuestro Cartagena.
Esta historia, como ven, no es distinta a las
historias que se narran en los cuentos. Hay muchas formas de contestar a la
pregunta de qué es lo que está pasando en nuestro FC Cartagena. Seguro que
ustedes tienen la suya. Yo tengo la mía: la que aquí presento sólo me sirve
para seguir el rastro de luz que dejan en la noche esos dos grandiosos
personajes cautivos de un personaje encerrado en la turbulencia de una torre
agitada últimamente por una ciclogénesis explosiva.
El Icue se alegra y
vuelve a ser feliz por el burro y sus vecinos.
Texto de La
Medusa Paca y fotografías http://qapta.es/. Copyright ©
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