domingo, 4 de enero de 2015








El Icue y…no hay manera

“ Como el camino es tan largo
como el camino es tan largo
pide el Niño de beber
olé, olé Holanda y olé
Holanda ya se ve”. (Villancico popular)

¡Oigan! Que todo sigue igual, que nada ha cambiado, bueno algo sí: que ya hay un entrenador titular. Que ya está aquí ¡Palomeque/ Palo/ Palo/ meque! ¿Lo recuerdan, era el grito de guerra? ¡Qué gran grito para un gran hombre! Que el Gladiator ya no asoma la jeta por la bocana de la tronera. Que Simón Ruiz ya se dedica a lo que siempre debió dedicarse y que, por lo que le han contado al Icue, “El Bomba” es ya un globo desinflado y hasta puede pincharse y hacer, de un momento a otro, ¡Plof!

Nada, que todo sigue medianamente mal o, más bien, muy mal. Que el FC Cartagena ha vuelto a perder en municipal de La Roda, que ha empezado el año y por lo tanto ha terminado la primera vuelta de esta nefasta Liga asomándose al abismo y situado en el décimo tercer puesto y a un punto de los puestos de descenso y que, como si esto fuese la Cabalgata de los Reyes Magos, toda le expedición ha vuelto hacia Cartagena cantando aquello de: “Como el camino es tan largo/como el camino es tan largo/pide el Niño de beber/olé, olé Holanda y olé/Holanda ya se ve”. Y es que todos tristes, como de costumbre, contentos, sin esa algarabía fraternal, la efesemanía ha vuelto desde La Roda, en esta tarde del primer domingo de este año nuevo, como si fuese un belén desarmado, desconjuntado, desafinado y tratando de invocar la marcha de esos malos espíritus que agobian. Esta tarde todo ha sido y ha sonado como suenan esos aflojados tambores, esas  panderetas sin cascabeles, y esas zambombas, panderos, rabeles, hueseras, crótalos, triángulos, castañuelas, guitarras, bandurrias y laudes, violines, sonajas, y almireces sin acompañamiento. Todos esos artilugios sonoros  se quedaron sonando alegremente por las calles de Cartagena. Aquí en la Roda nadie tocó y nadie, ninguno de sus jugadores, hizo sonar esa musicalidad capaz de espantar todos esos malos espíritus que ya, y ahora sí, ahogan, asfixiándolo, a nuestro Cartagena.


Se presentaba este nuestro FC Cartagena en La Roda con ese nuevo espíritu que el algareño Palomeque ya insinuó en la previa al manifestar: “Va a ser un partido difícil pero el equipo está preparado para sumar de tres en tres. Estos jugadores van a sacar al equipo hacia arriba y vamos a estar donde el equipo, donde el club, y donde la ciudad se merece”. Aun siendo importantes estas declaraciones en la previa, no se ha cumplido ninguna, lo importante, como casi siempre, ha estado en el terreno de juego. Pero también ha contado lo que ha pasado fuera, con dos focos de atención. Uno en el banquillo del FC Cartagena y el otro, en el terreno de juego. En el primer lugar estaba Manuel Sánchez Palomeque, dirigiendo a sus pupilos, ordenando a sus jugadores y capitaneando, con mando en plaza, a toda una plantilla deseosa de que esto ocurriera. En el otro, ese muchacho proveniente del CD Algar, equipo filial, de nombre Iván y de apellido Santiesteban, centro de atención de esa afición blanquinegra que tras llevar unas cuantas jornadas sin acompañar al equipo esta tarde se presentó en el municipal de La Roda para dar fe de estos dos detalles señalados. Y no hubo más.

Y este centro de atención se rompió enseguida y nadie lo recordó, la culpa la tuvo el volver a tiempos pasados cuando al FC Cartagena le marcaban en los primeros minutos. Y así sucedió en ese minuto 5 de la primera parte La Roda saca de esquina para que Ramón Blázquez haga el 1-0. Y, después, lo mismo de siempre: aparecieron todos los defectos que arrastra este equipo, se vuelve a la falta de pegada, se pierde la compostura y, ante esa descomposición, los rodenses se dieron cuenta de que la banda izquierda era ocupada por el novel Santiesteban y esto les sirvió para fácilmente adentrase por ella hacia la portería de Limones. El equipo comenzó a cargarse de lesionados, de tarjetas y hasta de expulsados para hacer bueno aquello de que: este Cartagena monta un circo y le crecen los enanos...Y así hasta el minuto 62 que ante un error de perdida de balón en el centro del campo de Migue, termina con una contra y Fran Adeba marcaba el definitivo 2-0 para mandar a este desfallecido FC Cartagena a… 

Y aquí todo se apagó, ya no hubo cánticos ni villancicos. Todos, también la efesemanía,  desfalleció y los espectadores situados o, mejor, desperdigados entre esas pseudo-gradas dejaron de estar intranquilos, ya todo estaba perdido. No había manera de nada. Unos quisieron animar y otros no, tampoco hubo silbidos ni reproches ni cánticos acusadores en una u otra dirección. No se batieron palmas ni aparecieron esas bufandas abiertas al viento y es que la tarde caía y eran necesarias para tapar el hedor. Los ánimos fueron languideciendo como si el final de este FC Cartagena estuviese cerca. Es cierto que el equipo pasa por malos, muy malos momentos, échenles las culpas a otros y no a los de hoy, aunque por ahí se piense que ésta es la peor plantilla de la historia. El Icue no lo cree. Sí cree, que tenemos a los peores dirigentes de la historia cartagenerista y mira que los ha habido malos, hasta nefastos. 


Y “Palomeque, palo, palo, meque” en el foso de entrenadores, sin leones o con ellos. ¡Qué más da! Y los Javieres en el palco y el Manzano a la sombra esperando que maduren las manzanas, pero, ¡querido amigo!, si todavía estamos en invierno, los camuesos no han florecido y faltan unos meses para que llegue la primavera y esto suceda. Al próximo partido, que será en Marbella, seguramente retumbe un grito unánime y a coro, ustedes y tu Icue ya se lo imaginan y es que es muy difícil distinguir entre ficción y realidad ¡Ay, ay, ay! 

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 1/4: pridie Nonas Ianuarias. Nº 355.  

Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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