Era la tercera jornada en La Liga 2013 -2014 y llegaba
al Cartagonova, como derbi y equipo inédito, el “Brócoli” Mecánico para
sorprender al FC Cartagena y era la tercera vez consecutiva de la temporada que
el Cartagena recibía goles en los primeros minutos del encuentro: sirviendo
como primera derrota cartagenera de la temporada, hecho que llevó a Tevenet a
declarar: “Hemos tenido un excesivo castigo, sobre todo en la primera parte”.
Pero esta exclamación de castigo, como si fuera una especie de venganza, piensa
el Icue fue, también, por esos dos latigazos que Carlos Rodríguez, jugador que
fue blanquinegro, que aquí no quisieron, asestó al FC Cartagena y que sirvieron
para que los de la pedanía consiguiesen el primer triunfo en la Liga.
Nadie dudó en esas fechas de la primera semana de
septiembre que este resultado supuso un gran batacazo para el cartagenerismo
aprovechándose La Hoya de Lorca del mal planteamiento de Tevenet. Y que fue día
o tarde-noche de fiesta grande en la pedanía lorquina de La Hoya. Su equipo
lograba en la tarde noche septembrina el primer triunfo de su historia en
Segunda B.
Tevenet hizo una auténtica revolución en la
alineación: se presentó el técnico cambiando a los cuatro zagueros que jugaron
hace quince días frente a El Palo; Zurdo en la grada; Astrain y Cacho se quedaron
en el banquillo; a Mariano Sánchez lo colocó en el centro del campo; Antoñito y
Riau salieron de los laterales y la prueba no funcionó, tanto que fracasó.
El Icue y… ¡Uf!
“Para disipar una duda,
cualquiera que sea, se necesita una acción”. (Thomas Carlyle)
Algunos, querido Icue, no muy diestros en Geografía
Regional al no saber enmarcar el partido de esta tarde. Saben que es un derbi
sí, pero no han dado con la tecla para determinar si se trata de un derbi
comarcal, local o regional. ¡Qué cosas! Con lo sencillo que es. Allá ellos con
su consciente e intencionada ignorancia.
Son las seis de la tarde. Me voy hacia el Cartagonova.
Hoy es de esos días en los que conviene llegar al estadio despacito y garboso y
lo he hecho sin esa vara de mimbre para abrirme paso entre el gentío. No había
tal, aunque había derbi. No tenía buenas sensaciones. Hacía calor y hasta
soplaba fuerte el viento y, para mitigarlos, me fui a la cantina a tomar ese
asiático de la tarde y tomarle el pulso al fútbol cartagenero antes de que los
jugadores y el trio arbitral apareciesen por la bocana de vestuarios para abrir
las puertas al arte futbolero o al hastío. Y me he dado cuenta que a lo largo
de los noventa y cuatro minutos hubo más de lo segundo que de lo primero.
Y ante el aburrimiento, fundamentalmente hasta el
minuto 77, luego también, he tratado de recordar lo que narró el historiador
Tácito en el “De Germania” describiendo que los germanos, cuando tenían un
problema serio, se reunían en asamblea, se mamaban como perros con su elixir
étnico, la cerveza, y, anulados todos los mecanismos inhibidores de los miedos
sociales, largaban por sus libérrimas boquitas todas las ocurrencias que les
vinieran a sus cacúmenes. Pues bien. Aquello sí que debía de ser una auténtica
tormenta de ideas, ideas de las que ha carecido el Cartagena de esta tarde.
Ideas, decisiones o experimentos tomados y no rectificados por un Tevenet que,
esta tarde, ha carecido de ellas, ha estado romo y sin saber qué hacer. Se ha
equivocado desde el principio al dictar su alineación y, orgulloso él,
no ha querido rectificar el error. ¿Qué experimento ha sido ese de
Antoñito en la banda derecha? ¿Por qué ha querido innovar con una defensa muy
poco ensayada en lo que lleva de temporada? ¿Por qué ha hecho jugar a dos
extremos de laterales? Interrogantes y demasiada ventaja al entrenador del
Puerto de Mazarrón.
Esta tarde todo ha sido un espejismo y el fútbol de
estos dos equipos hermanos a medida que avanzaba el partido y La Hoya de Lorca
marcó sus dos golazos, fue amainando, aunque lentamente, a ritmo de
cuentagotas, el oleaje del tsunami futbolístico provocado por la deslumbrante
exhibición del FC Cartagena ante el CD Guadalajara en la jornada copera donde
conquistó la luna oscense. Los blanquinegros, con la pérdida de los tres
primeros puntos, abandonan la carrera espacial para resetear y reubicarse en la
Liga, donde esta noche ha perdido ante ese jovencísimo equipo de la Hoya de
Lorca en el desastroso terreno de juego del Cartagonova, escenario nada
glamuroso y sí demasiado espinoso para que este estadio sea lo menos parecido a
un teatro para soñar. Batacazo para el FC
Cartagena tan estruendoso como el recibido ayer-noche para la candidatura
española a celebrar los Juegos Olímpicos de 2020. El de esta tarde me importa
más: FC Cartagena 1 – La Hoya Lorca 2.
Ha sido un derbi con tilde, afilado el acento por dos
técnicos, Tevenet y Campos, de marcada personalidad y que esta temporada y con sus
respectivas plantillas se ajustan como un guante a la fisionomía de
cartageneros y lorquinos. Desde lo que he observado Campos es el entrenador
ideal para la Hoya Lorca CF. Su perfil encaja de maravilla en ese novísimo club
por la manera de entender su juego. Por su parte Tevenet, si se deja en el
vestuario los experimentos o manías y muestra su personalidad, hoy para el Icue
ha carecido de ella, puede hacer crecer al CF Cartagena pero, ¡cuidado con esos
innovadores métodos!
Esta tarde he contemplado dos culturas futbolísticas
opuestas: la del cuadro de La Hoya armando perfectamente su relato,
desarrollando el juego con criterio y trazando perfectamente su obra; La del FC
Cartagena desconociendo su relato o con relato equivocado, no teniendo criterio
y faltándole fe, confianza y determinación. Lo que ha diferenciado a La Hoya
del FC Cartagena es el fútbol que han hecho el uno y el otro y su manera de
entenderlo. Hoy Campos le ha dado un buen repaso a Tevenet. José Miguel Campos
le ha enseñado la lección al sevillano respondiendo punto por punto a su
planteamiento: primero el orden, después el resto. El equipo de Tevenet esta
tarde-noche fue un equipo a contracorriente, un salmón río arriba.
Este equipo, que lo sepan todos los escépticos, no lo
duden, es nuestro equipo, mi equipo,
aunque hoy no haya jugado a nada. Deben hacerlo en lo que se aproxima: Huesca y
Albacete. De lo contrario… ¡Uf! ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce. Dies 9/8: ante diem
sextum Idus Septembres. Nº 295.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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