domingo, 15 de febrero de 2015





El Icue y…cuando la belleza se inclinó por lo grotesco

“El esperpento es el género de nuestro tiempo”. (Valle-Inclán)

¿Llegamos con este empate? es lo que preguntó el Icue al acabar el partido, no tuve más remedio que decirle que no: no llegamos y menos si, en los partidos que restan, nos presentamos a la última media hora jugando con diez. Hasta ahora, querido Icue el FC Cartagena solamente ha ganado 4 partidos y empatado 14 y es esto lo que conduce al equipo a no llegar a esa salvación por todos deseada. 

Y eso que el FC Cartagena esta tarde no se ha merecido empatar y sí ganar con diferencia, fundamentalmente en esa primera parte en la que el Cacereño se retiró sin acercarse a la puerta de Limones ni con peligro ni sin él. Pero esto es el fútbol y el pupas del fútbol,  que es lo que en esta tarde ha sido el Cartagena. 


El Icue se ha levantado esta mañana con la mosca detrás de la oreja al ser Domingo de Carnaval y desde que, desde primera hora, acudió al Cartagonova, presenció el partido, vio su desarrollo, volvió a casa y se puso a escribir lo que ustedes están leyendo, no ha hecho otra cosa que refrescar aquello que decía el maestro Valle-Inclán: “El esperpento es el género de nuestro tiempo”. El Icue sabe, y creo que ustedes también, que lo manifestado por Valle-Inclan lo dijo por algo. Convendrán con el Icue que este FC Cartagena anda metido en tiempos de confusión y que esto no ayuda: que si ahora se vende, que si lo compra un tal Bolarín, que si los Uruguayos están a punto de poner pies en polvorosa, que si Sebas Ribas se ha pagado con su dinero su máscara, que si los Javieres no entienden nada, absolutamente nada sobre el fútbol de nuestros días y además no tienen la decencia de sentarse en el palco y sufrir como sufre la efesemanía, que si los de abajo dan ideas de compra, de sostenimiento publicitario a los de arriba, que si Sofinvest, que si Sabic, que si Repsol…Pues nada, que con todo revuelto que está el Cantón, ni el fútbol, tampoco esta tarde, ha estado listo para aliviarnos lo grotesco. Es más, se ha sumado al esperpento carnavalesco. No puede haber un día tranquilo en la avenida de San Antón ni en La Rambla ni en el estadio y, por supuesto, tampoco en el curro. No existe un domingo cualquiera. Y además, bajo los influjos de la bohemia, el árbitro se ha empeñado en desvirtuar el amarillo para transformarlo en rojo. Ha expulsado, minuto 62, a Carlos Martínez, y ha sacado amarillas a todo el que pasaba por allí pero que nunca era cacereño. Diez contra once, cuando debían de ser 11 contra 11. Y el FC Cartagena que pasa de ganar 1-0 a empatar 1-1. Es lo grotesco de la belleza que el Cartagena venía mostrando. Nada tiene explicación y sin embargo todo puede entenderse viendo esos balones que no querían entrar a tiros de Chus Hevia- jugadorazo que se le hace de día donde a casi todos se le hace de noche-, internadas y centros de Gato, los remates de cabeza de Luque, los trallazos de Luque viendo lo derretida, como flan espachurrado,  se mostraba la defensa norbiense, y esas subidas por su banda, hoy inmensas de Ceballos. Es por todo esto por lo que se entiende aquello de que la belleza deja paso a lo grotesco. 


Pero lo grotesco no es feliz y nunca alcanza la épica aunque lo piense el dramaturgo. Y es que el Cacereño alcanzó a rematar un balón casi cuando ya se llegaba al descuento. Y fue entonces cuando la belleza esperpéntica quedó sin sentido. Yo, Icue, sé que lo de esta tarde de carnaval pudo ser una proeza de quien anda buscando su hueco en la gloria usando el filo de la navaja como mejor herramienta. Sólo el tiempo dirá hasta dónde alcanza este empate, este punto, este sacrificio, para salir de esos puestos de descenso en los que está metido nuestro, vuestro, suyo FC Cartagena.

Y Palomeque se quedó serio como en un funeral, no tenía nada que celebrar y eso que en la previa había manifestado “Estar deseando llegase el partido por la ilusión con la que está trabajando la plantilla. Me preocupa el rival, pero  no otras cosas. No podemos estar pensando en que las cosas van a salir mal”. Hoy no quiso que debutara nadie. No hay relevos, ni siquiera ese jugador novato que debuta y apenas participa pero que suele servir para que el aficionado se entregue y hasta lo aclame como si fuese su nuevo ídolo. Nada, son tiempos de crisis y ya no surgen puntales. Los hinchas, los escasos aficionados agradecieron que el esperpento acabase pronto, en realidad, está siendo un invierno crudo, frío y desagradable y sin comedia. Maldita sombra de invierno y suerte de equipo. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 2/15: ante diem quintum decimum Kalendas Martias. Nº 361.


Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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