domingo, 1 de febrero de 2015





El Icue y… cuando el FC Cartagena se ofusca de nuevo

“La necesidad, según se dice, es maestra en utilizar el ingenio”. (Miguel de Cervantes) 

Llegaba el FC Cartagena esta tarde al Cartagonova a enfrentarse contra el equipo de la pedanía lorquina de La hoya con un dilema que, después de la debacle de la verdadera Condomina, ha estado casi toda la semana rondando en la cabeza del Icue: en Cartagena, en esto del fútbol, el dilema ahora mismo es si la efesemanía debe dejarse fascinar por emprendedores como los Javieres, ya que a Manzano le forzaron a irse con eso de Pallarés. 

Los Javieres son en estos momentos la variante cartagenera de la corneja de Horacio, famosa por su simpática afición a adornarse con plumas ajenas. ¡Por favor no tomarlo en el sentido que algunos pueden pensar! no, sino en el sentido verdadero de la fábula horaciana, aunque estos dos valencianos no sean ni Iriarte ni tampoco Samaniego.

Debes decir, querido Icue, que si los Javieres no son conocidos como fabulistas, tampoco los reconocen como buscadores de fondos de inversión. Los dos están dando el pego cuando el verbo dar debiera ser para nuestro Efesé la esencia de la economía de prestigio. Le da al Icue que el dar en la economía cartagenerista es como el mandar que en lo taurino definía aquel conocido crítico llamado Gonzalo Ángel Luque del Pino y apellidado “Curro Fetén” y que venía a decir, recuerdo en su literalidad: “Para ser figura del toreo hay que mandar, y aquí no manda nadie. Y si manda, no nos ha llegado”. Pues eso, en el FC Cartagena no manda nadie y si alguien manda no ha llegado al cartagenerismo. Aquí hay demasiado figurante pero no saben estos que también para figurar hay que mandar y para mandar hay que figurar. Ambos, los Javieres, lo que están dando en la orilla de La Rambla es el pego, además de la lata. Ya le gustaría al Icue que, para la salvación de nuestro Cartagena, se acercaran por las cercanías del Cartagonova algún chino, ruso o indio para traer dinero. En billetes de quinientos. Unos dos millones de euros. Con esto el Efesé se salvaría  y hasta podría servir para que nuestro, vuestro, suyo equipo perviviera. El Icue se conformaría con esta dádiva, aunque sea china y es que, recuérdenlo, los chinos ya disparaban pólvora, y no del rey, cuando los españoles no habían inventado todavía la ballesta.  


Esta tarde como de fútbol poco, se le olvidaba al Icue  que desde esas queridas tierras lorquinas se ha acercado hasta el Cartagonova ese hermano pequeño llamado cariñosamente con el nombre agrícola de “Brócoli Mecánico”. Se ha presentado con las mismas necesidades deportivas que su oponente de esta tarde, los dos han intentado cambiar la necesidad por bienestar y miren por dónde solamente uno, y no precisamente nuestro FC Cartagena, lo ha conseguido. Parecía el partido un partido de quereres. Tanto se querían que dio la impresión que habían llegado al acuerdo de repartirse los puntos para seguir los dos en ese estado de precariedad, pero no, llegó el minuto 18 de la primera parte y ante una falta perfectamente ejecutada por Sergio Ortiz, David Cuerva dibujó una media chilena para firmar esa ruptura del empate con el resultado, que ya sería inamovible, más allá de ausencias y escasas presencias de tácticas y pizarras de FC Cartagena 0 – La Hoya Lorca CF 1.


Se presentaba el FC Cartagena después de una semana de vorágine y, ¿pasada? la tormenta, las aguas turbulentas de este enero invernal no parecen volver a su cauce normal. En el Cartagonova las aguas no bajan tranquilas. Las horas vuelven a ser de desasosiego y parece que el tiempo se agota y éste parece no existir para preparar con todas las cautelas la recta final. No recuerda el Icue quién afirmó aquello de “que el éxito es como el tiempo, rotatorio y aleatorio” pero viendo lo de esta tarde lo aleatorio hay que pensar ha sido asunto del destino. Pero no hay otra cosa. Y como Palomeque solamente puede contar con los jugadores justos debe de pensar que lo que tiene sólo le es útil para ni siquiera poder plantearse una decisión shakespereana: ¿a quién sentar o mover en el banquillo? Es por ello que esta tarde le ha dado la impresión al Icue que el equipo temía más al ridículo que al fracaso, complejo que parece engendró el pasado domingo en la verdadera Condomina.

Me cuentan que no tiempos muy lejanos y con un Cartagena cuajado de estrellas, Cygan, Mariano, Victor, Longás, Toché, De Lucas, la estrategia estaba clara antes de un encuentro. En el vestuario la pizarra de Juan Ignacio se resumía en un comentario mientras miraba a los ojos de Victor: “ustedes saben lo que tienen que hacer”. Y bien que lo sabían. Hoy por lo presenciado en esta tarde, más allá de tácticas y pizarra, nadie sabía lo que había que hacer.

Hoy primer día de febrero, en un Cartagonova vacío hasta los límites cree el Icue que  los que han saltado al terreno de juego solamente sabían una cosa: no perder, ni siquiera empatar. Esa debiera ser la historia de la Liga para el Efesé. Sumar y no restar; meter presión; juntarse en una plantilla sin fisuras; creer y crecer. De estos dos verbos, de momento, sólo debe interesarnos uno: CRECER, hasta asaltar los cielos y es que ahora mismo, al acabar de escribir, he recordado a Miguel de Cervantes cuando decía aquello de: “La necesidad, según se dice, es maestra en utilizar el ingenio”. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 1/1: Kalendae Februariae. Nº 359.

Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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