Llegaba el FC Cartagena hasta la ribera del Guadalquivir, por
aquellos días de Difuntos de la temporada 2013-2014, sin perder en todo el mes
de octubre en el que contaba por victorias los cinco partidos de Liga
disputados. Y allí se presentó a disputar el partido ante un filial herido.
Y
lo hizo con un ex sevillista, perfecto conocedor de los entresijos del conjunto
sevillano al mando y sabiendo que: "El campo del Sevilla Atlético siempre
les da un plus a ellos, lo dice uno que lo conoce. A los chavales jóvenes
siempre les gusta agradar a la afición, que es numerosa, y sabemos las
complicaciones que vamos a tener. Vienen de dos derrotas consecutivas, pero
también es verdad que ganaron 4-0 al Atlético Sanluqueño. Tenemos que ir bien
preparados, sabiendo que es un rival peligroso y que no nos debemos influenciar
por nuestra racha positiva, valorarla y mantenerla pero no descuidarla."
Sabía lo que les esperaba y que el partido no va a ser nada
fácil: "Nos espera un partido intenso donde ellos quieren hacerse dueños
de la posición del balón. Este año intenta tomar la iniciativa con juego
combinativo y en ese sentido nos van a exigir en parcelas de nuestro campo. De
lo que no carecen es de calidad, si le sumamos que tengan intensidad, nosotros
debemos tener mucho cuidado y estar atentos a todas las posibilidades que nos
puedan hacer daño. En casa al Sevilla Atlético se le puede hacer daño y vamos a
tratar de hurgar en la herida, sabiendo cuáles son sus puntos débiles,
contrarrestar todo lo bueno que tengan e intentar hacer daño".
Y allí se presentaron sin Mariano, apartado de la lista por
sanción y sin Riau lesionado, los Limones, Savu, Dani Ruiz, Carlos David,
Astrain, Zurdo, Cacho, Antoñito, Eric, Marcos Rodriguez, De Lerma, Diego Segura,
Fede, Megías, Fernando y Menudo). Y se presentaron para ganar, gracias al gol
marcado de penalti por Fernando en el minuto 24. Y, junto a ellos, el que
siempre estuvo, Fran de Paula, un presidente feliz, el hermano y amigo de todos
ellos que, en los desplazamientos, siempre seguía al equipo como la sombra al
cuerpo.
Y allí en ese triunfo hubo un presidente con templanza y prudencia,
siempre dispuesto a hablar con la prensa para manifestar que: “El equipo
demuestra que sufriendo también pueden salir las cosas. Nos llevamos un triunfo
que se ha complicado por momentos”; y
colocar las cosas en su justa medida: “Pues ni antes éramos tan malos como
parecíamos, ni ahora tan buenos como parecemos".
Y con esta sexta victoria seguida el FC Cartagena hizo lo
difícil, salir del puesto 13 en el que se encontraba sumido a finales de
septiembre, desde entonces su progresión no se detuvo para remontar todo lo
imaginable y que ustedes ya recuerdan.
El cronista, después de esta victoria, llegó a escribir; “que lo que hace falta es que dure y que sirva
para algo”. Y sirvió, ya lo creo que sirvió. ¡¡¡Efesemaníacos, recuerden lo que
vino desde aquí!!!
El Icue y…cuando la victoria es sufrimiento
“El sufrimiento purifica. Aquel que sepa sufrir mejor, hará
mejor obra”. (John Milton)
Sí, sí querido Icue, todos estamos contentos y hasta
conformados aquí en las tertulias que acaban de formarse en torno a tu figura y
en tu plaza. Aquí estamos, sentados para iniciar ese asiático calentito y
oloroso con la tranquilidad que nos ha proporcionado el partido loco, muy loco
que nuestro Cartagena, a horas muy tempraneras y desacostumbradas, dilucidó en
Híspalis, tratando de superar ese empate que se dio la temporada pasada,
después de una primera parte primorosamente jugada, en esa ciudad y campo,
dejándonos a todos como muy confusos.
Si la victoria del pasado miércoles fue, en palabras
de Luis G. Tevenet: “una victoria para relamernos ante el mejor equipo que ha
pasado por aquí hasta el momento y nos ha exigido al máximo”, la de esta mañana
ha sido una victoria de primer puesto, de campeón, de aguantar, sufrir y de
impartir miedo y sustos a todos los aficionados y no porque nuestro equipo se
haya puesto la máscara en estos días de Halloween, sino porque se ha presentado
en la Ciudad Deportiva del Sevilla con “ la cara lavada y recién peiná”
preparando a estos jóvenes filiales para el baile de una zambra que ha sido
iniciada con un solo garabato oportuno como si fuese una taurina revolera de
las que suelen pintarse en los alberos de esas tierras. Este Cartagena de
nuestras entretelas vive y deja vivir y juega sin mirar atrás. Arrojó sus
caretas en las orillas del Guadalquivir para que este fuese testigo de esa
sexta victoria liguera aunque la haya conseguido no el mejor Cartagena,
comandado por Limones, Antoñito y Mejías y sí por unos tipos de mucho cuidado
cuando se complementan con Fernando, verdugo también de un jovencísimo Sevilla
que dio la cara con un fútbol primoroso, bien trazado, entusiasta, aunque
siempre un par de peldaños por debajo en efectividad y no mereciendo perder,
aunque si sirvió en este banquete cartagenero.
El Icue ha comprobado que los de Tevenet plantan la
temporada partido a partido, batalla a batalla, con el rictus serio, coráceo,
sin dar un pláceme a la bonanza, al rosa o a la sonrisa fácil. Así que en el
terreno, pura y verde alfombra, de la Ciudad Deportiva del Sevilla los
blanquinegros resbalaban, sin poder sacar ese punto canalla que en otros
partidos anteriores les hizo tan peligrosos. Hoy hubo muy pocas contras
cartageneristas y los centrocampistas no acercaban balones con peligro de ser
rematados por Fernando. La estructura
blanquinegra se tambaleaba y el FC Cartagena se dio cuenta de su empanada y a punto estuvieron de darse cuenta de que
podían pagarlo.
Pero hubo toque de corneta y los de Tevenet se pusieron a contrarrestar las constantes
cargas de la caballería de los potrillos sevillanos. A todo o nada, como si le
fuese la vida en ello, que le iba. Ahí entró en juego la maestría, la veteranía
y comenzó a enredarles en su nerviosismo, fueron a todos los choques, pusieron
la pierna. El Sevilla Atlético respondía, tropezaba y estaba a punto de liarla.
El juego no se paraba y, mientras, el tiempo se les iba a los jóvenes
sevillanos. Y llegó esa victoria de oficio, de angustia, de sufrimiento con un
fútbol absolutamente práctico. Victoria sin brillo, pero con mucho oficio. FC Cartagena 1 - Sevilla Atlético 0
De nuevo los de Tevenet han estado en línea, en la
línea de lo que el conjunto blanquinegro nos ofreció en sus compromisos del
último mes ya concluido. De todo pudo pasar y de todo pasó, pero -¡ya era
hora!- apareció la suerte de los campeones ante el dominio local, golpe
visitante, control cartagenerista, reacción sevillista y faltó el canto de un
duro para que la remontada hacia el empate se consumase. No hubo tal milagro
gracias a esa pena máxima, cobrada sobre Mejías en el minuto 23 de la primera
parte, y que Fernando introdujo en la portería de Rico y que sirvió para que,
al final, los puntos subiesen al casillero cartagenero. Era el partido que había que ganar y, se
ganó.
Finalizado el partido, tratando de expulsar de mi
interior la tensión acumulada, recordé algunos aromas primordiales que
estructuraron el alma de mi niñez: el de
la caja de los gusanos de seda, el almidón del armario ropero, el polvillo en
suspensión del baúl en el que guardaba mis recuerdos mucho tiempo cerrado, el de
la alacena y la despensa con los sucesivos estratos entreverados de la chacina,
dulces y conservas, el de los lápices de Alpino, el de la goma de borrar con
sabor a coco, el de solución de pegamento para arreglar los pinchazos de mi
bicicleta. Entre todos aquellos aromas había uno que perfumaba a los héroes: el
olor al álbum de los cromos de futbolistas, que yo niño barajaba, compartía y
cambiaba con los amigos de la niñez. Ese aroma, el aroma de mis héroes de mi FC
Cartagena, como el sufrido partido de esta mañana, quedará alojado en los
umbrales sensoriales como un renuevo de mi memoria deportiva hasta el final de
la vida. Y es que esta mañana hubo de todo en Sevilla, hasta olor a sudor de
sufrimiento. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 11/3: ante diem
tertium Nonas Novembres. Nº 305.
Texto La Medusa Paca. Fotos http://qapta.es/ y La Medusa Paca.
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