Aquella tarde del dieciecinueve de octubre acudieron al estadio
Cartagonova, según la comunicación oficial, 3524 espectadores, era la novena
jornada de la temporada 2014-2015. El partido fue dirigido por el colegiado
castellano manchego Luis Collado López. Natural de Albacete, siendo la quinta
vez que a lo largo de su historia arbitral lo hacía con el FC Cartagena.
Por aquellas fechas y con Julio César Ribas, entrenador oficial,
de parranda por sus tierras uruguayas, las horas se hacían huéspedes y hasta se
contaban para que “Gladiator” regresara a Cartagena y volviese a estar junto al
equipo, no ya como entrenador, sino con cargo de mánager general. Nada había
que temer, su vuelta no urgía y tiempo al tiempo en su regreso. El seguía
hablando a cada hora del día con Simón Ruiz, lo hacía por diversos métodos de telefonía, correos
electrónicos, WhatsApp y otros todavía desconocidos aquí en la tierra de la
Madre Patria. Dentro de este entuerto en esa semana otoñal también apareció la destitución
del utillero José Teso, trabajador con muchos años de vida laboral en la
entidad. Recuerden, como así fue, que el FC Cartagena no tenía un día
tranquilo. Los despropósitos, y por vez primera en mucho tiempo, llegaron hasta
la negativa, por parte del club, a los medios de comunicación la lista de
convocados. La información se cercenaba, había ignorancia en la jefatura de
prensa. Esteban Fernández no enviaba las notificaciones, todo era un continuo o,
sencillamente, un no querer.
Y llegó el día del partido: Limones evitó un naufragio más; la
primera bronca de la temporada saltó en el Cartagonova y se armó la marimorena;
el FC Cartagena volvió a mostrar esa tarde su peor cara en un partido en el que
sumó un punto, era el séptimo en nueve partidos y, por fin, como escondido bajo el sol del lateral
rambla, y hasta avergonzado, apareció Julio Cesar Ribas en la grada. Y al final
terminó el partido, 0 -0, y Simón Ruiz tuvo la ocurrencia al manifestar lo que
toda la efesemanía conocía: “La racha de empates es kilométrica y nos obliga a
apretar los dientes […] “Entiendo que a la afición le cueste recibir estos
resultados, pero es que esta tarde tuvimos enfrente un Almería difícil de
controlar. Después de tanto empatar,
parece que esta tarde hemos perdido pero no es así”.
Y al final todo seguía igual con un FC Cartagena inoperante y
desesperante, pitos y quejas en las
gradas y la paciencia a punto de reventar. Y sólo era la jornada número 9. ¡Ay,
ay, ay!
El Icue y…cuando Chus Hevia no pudo gritar gol
“La precipitación lleva
al error, y el error, al desastre”. (Heródoto)
“Vamos mejorando en todos los aspectos durante los
últimos partidos y se crean llegadas al área contraria, unas veintitantas, de
las que hay que aprovechar alguna para marcar y conseguir vencer. Queremos
ganar ya en casa y la verdad es que
estamos muy motivados para lograrlo. Sólo nos falta la victoria y se está
trabajando para ello. No sólo basta con
jugar bien y progresar, todos los progresos luego hay que dejarlos plasmados en
el marcador. Para ello estamos intentando quitar la presión, que no es nada
positiva". Con estas palabras se
expresaba Simón Ruíz el pasado viernes en la previa del partido contra el UD
Almería B.
Pues va a ser que no, señor Ruiz, por lo visto esta
tarde nada ha cambiado y van nueve jornadas y solamente se ha ganado una
y…contra el colista Cacereño. El Icue entiende sus deseos de querer ganar en
casa, de estar motivados para ello, de querer jugar bien y sin presión, pero
tendrán que esperar, no sé si a Málaga contra el CD Palo, que anda por las
alturas y será difícil, contra el RB Linense en nuestro estadio o esperar a
esas dos salidas fuera y sofocar a ese Arroyo CP para que su cauce no fluya
tratándose de esconderse como arroyo falso dentro de su escondrijo. En fin,
tengamos paciencia, que como dicen los enteradillos no pasa nada, que esto no
ha hecho nada más que comenzar. Pero claro que pasa, tanto que ya han
transcurrido nueve jornadas y estamos a un punto que da opción de jugar la
promoción de descenso, décimo quinto lugar, o de caer en esos maléficos puestos
de descenso directo. Se dan cuenta de que sí está pasando algo, y algo grave.
Va a ser que no, señor Simón, señor Gladiator, señor
“Bomba” y señores Javieres. Este FC Cartagena de nuestras entretelas está
desnaturalizado, ha perdido las constantes mostradas en algunos partidos de
pretemporada y en algunas ráfagas de los jugados hasta ahora. Este equipo, por
su juego, está donde tiene que estar deportivamente. Y, además, en concurso de
acreedores. Urge recuperarlo. De lo contrario, será un candidato al descenso en
el mes de las flores. Yo no sé, me dice el Icue, si el trío técnico y la dupla
de legistas-economistas conocen los entresijos de lo que sucede entre sus
jugadores, ¡ay familia!
Dicen, el Icue no se lo cree, que el trio técnico es
de prestigio aunque no estén, salvo uno, acreditados. Pero han perdido el pulso
y todos, incluida la escasa efesemanía, están al borde de la desesperación. Por
cierto, esta tarde ya apareció Gladiator, ya estuvo en el Cartagonova haciendo
más kilómetros que Filípides en el 490 a. C. Si Filípides recorrió 37 km desde
Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria sobre el ejército persa, el
Gladiator se ha pasado todo el partido dando tumbos desde la lateral rambla a la
tribuna y de ésta al palco. Y todo esto para presenciar el séptimo empate de
los suyos. Yo que usted, señor Ribas, no hubiese venido y me hubiese quedado
por tierras uruguayas disfrutando del enésimo mate. Extraño, todo esto es muy,
pero que muy extraño y valleinclanesco. Si no lo entiende, me acerco y se lo
explico.
La cosa es que mi compañero de butaca y al comienzo
del partido me dijo que la alineación de esta tarde era de las de gala, con una
defensa con los centrales Tarantino y Robusté de lujo, aunque con un Germán muy
duro, demasiado duro de cintura. Un centro del campo perdido, donde Luque
desapareció en la segunda parte. Carlos Martínez no aparecía, así nos tiene
acostumbrados. Chus Hevia con detalles de alguna cabriola y Sebas Rivas y
Pallarés con nula definición de atacantes. Y, puff, de nuevo, no me olvido, ahí
estuvo Limones, el Limones de nuestras vidas.
Se dan cuenta ustedes que Sebas Ribas llegó para ser
titular y para aumentar las expectativas de gol en un equipo pobre y raquítico
en caudal ofensivo y que sólo ha marcado dos goles y de penalti. Y esto también
está siendo que no, lo mismo que Pallares. A estos hay que exigirles más, ¿o no
dan más de sí? ¡Ay de esos cojones en el Cartagonova! Pero no, de nuevo esta
tarde ha sido que no. Pero lo cierto es que nunca está claro dónde un grande
puede despeñarse, ya que muchas veces lo hacen en el llano, y Ribas y Pallarés
lo están haciendo al nivel del mar.
Y el Icue que pensaba al leer a Simón Ruiz que este
iba a ser un domingazo. ¡Qué domingazo nos espera pensé! Pues no, tampoco hoy.
El domingazo se ha quedado en dominguillo, como dominguillos eran esos peleles
en figura de soldado que se ponían en la
plaza para que el toro se cebase en él. Y siendo los dominguillos de este Grupo
lV nos quedamos. Por detrás vienen o ya no viene nadie, La Hoya, y los que
creen en los milagros a la carta: el milagro de la salida de ser acreedores, el
milagro de llegar a jugar la fase de ascenso o el milagro de la salvación, se
quedan de milagreros. Saben que ganando un punto, FC Cartagena 0 – UD Almería B 0, es perder el paso, el dinero y
la cabeza, ya que el destino no es capaz de igualar a los últimos con los
primeros. Sólo hay una salida para todos: ganar. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 10/19: ante diem
quartum decimum Kalendas Novembres. Nº 345.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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