El Cartagonova honra al viejo estadio
“Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición”. (Napoleón I)
Existe desde 1924, cuando un 26 de diciembre y frente a un equipo catalán, el Martinenc, abrió la jornada inaugural enfrentándose a él para vencerle por 3 – 1. Y transcurridos 91 años todavía le queda ese hilillo de vida hasta permitirle abrazar a esos incansables aficionados y a ese honorable FC Cartagena de nuestros amores que hoy se ha desplazado hasta esa vetusta Condomina para perder en el ultimo minuto con ayuda de Pallares y del árbitro contra el UCAM. ¡Qué tristeza!
Poco queda de lo que el Icue conoció de él. Hoy ya está
desvencijado y hasta sus costillares están a flor de piel. Aunque luce,
luce menos. Ya no está aquella legendaria torreta, colocada en el
centro de la antigua general, abrazada por esos tres circulares anillos, sostén de las banderolas al viento. Ya no existe ese enjambre donde se colocaban aquellos cartones resultadistas del marcador simultáneo dardo. Ya desaparecieron las cuerdas que sostuvieron las emblemáticas banderas. Ya no hay símbolos ni emblemas y sí melancolía. Ya no hay ni alma ni garganta, ni ensueños ni griterío que empuje a llevar en volandas al equipo.
No sé si el viejo estadio, medio en ruinas, es la metáfora de algo y
hasta de un hundimiento que podría encontrar fondo en Segunda B. Sólo es como un huesudo esqueleto que un día fue glorioso hasta su reutilización.
Recuerda el Icue que alguna vez, más de tres y más de cuatro, asistió y hasta se emocionó en ese estadio que, ahora recuperado, se fue, por el que asoman Alberto García y ese miembro de la Quinta del Galeón, llamado Garrido y Javier Delgado López. Yo sé que no se fue, a las pruebas me remito, aún queda mucha tela que cortar sobre su histórico césped. Recuerdo que hacía un viejo explosivo en la vieja Condomina, abarrotada como en una misa mayor de aquellos tiempos en que la misa era obligatoria, pero había más silencios de los previstos, hasta que algunos, sumos sacerdotes de los aficionados, daban la señal para prorrumpir en gritos y aplausos.
El Icue, tiempos pasados, ha visto y ha sentido a la vieja Condomina dormitar pálida y sencilla. Ha sentido como los goles eran gestos y hasta gestos escénicos. Y como el runrún se adueñaba y hasta rebotaba de los tendidos de la cercana plaza de toros como si no quisieran perderse la ocasión. He visto avanzar por sus calles limítrofes, él lo hizo, a aficionados sonrientes y corteses, también tristes y algún maleducado, avanzando por esas calles de la Puerta de Orihuela y de la Ronda de Garay, después de aparcar en la calle de la Gloria, muy cercana a transportes “El Triunfo”. Yo lo hice, cual andarín, andarín medio volante, para ver los enfrentamientos de mi CD Cartagena, Cartagena FC, Cartagonova y FC Cartagena. Eran tiempos del Almarjal y de la vieja Condomina, de cuando las alineaciones eran siempre iguales y nos las aprendíamos de memoria. De cuando aquel
fútbol era un poco simplón de estructura, pero era bonito, tenía
emoción. Era un fútbol de extremos claros, de tres defensas clásicos, de
dos medios también muy clásicos.
El fútbol por aquel entonces era, para el Icue, la época de los Ventura Rodríguez, Luis Cid “Carriega”, Saturnino Grech Pomares, “Satur Grech” y Mesones… Era el tiempo donde, para mí, todos eran magníficos…En aquel entonces no había un Casillas, un Ramos y un Iniesta, un Xavi Hernández y un Xabi Alonso, pero ahí estaban los Barea, los Hernández Nicolás, Oliva y Barrenechea; los Trujillo y Lalo; los Guardiola, Vitaller, Navarro, Manceñido y Tejedo. Los Lois; Enrique, Barrenechea; Magin; Martínez, Navarro y Manceñido. Eran, qué importa, los que perdieron aquella tarde de noviembre, día de los difuntos, saliendo derrotados por ese Real Murcia de los Campillo; Dauder; Alvarez, Aznar; Paz, Lax, y Escobar, que en aquella temporada ascenderían a la Primera División mientras los nuestros descenderían a Tercera en aquella tarde aciaga del 16 de junio de aquella misma temporada frente al Badalona. Es cierto que no se tejía el fútbol como se teje ahora, pero era bonito, tenía mucha emoción.
Como el fútbol, los futbolistas de entonces eran muy distintos a los de ahora, también el lenguaje y es que todavía no se habían hispanizado los anglicismos. Se seguía diciendo córner en lugar de saque de esquina, y se decía offside u órsay. Y hasta se hablaba de cuadrillas, bandos, pandillas…, para denominar a los equipos. Y había épica y drama y hasta éramos más pobres y teníamos menos libertad. Cómo iba pensar el Icue que un género literario como es la Épica se introdujera en el lenguaje del fútbol. Como Drama. Igual que Drama, exactamente. Y esto lo cuenta el Icue con el soporte fotográfico de Abel F. Ros escribiendo sobre una vieja fotografía del Cartagonova en la Vieja Condomina. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 10/10: ante diem sextum Idus Octobres. Remember Nº 03.
PD. ¡Qué tristeza! Si la temporada pasada fue un árbitro venido de Baleares, hoy también ha sido otro árbitro y, en este caso, venido desde Valencia y que responde por Rives Leal.
UCAM Murcia 2-1 FC Cartagena
ALINEACIONES
UCAM Murcia: Escalona; Tekio, Góngora, Dani Pérez, Fran Pérez, Checa (57’ Jesús Rubio), Aguilar, Remón, Pallarés, Bello (73’ Higinio), Nono (62’ Son).
FC Cartagena: Limones; Mario, Ceballos, Ayoze, Candelas (87’ Cristo); Sergio Jiménez, Luque (53’ Jonxa), Rivero; Menudo, Juanlu, Sergio García (76’ Montero).
GOLES
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