sábado, 10 de octubre de 2015





Fue una tarde negra aquella de finales de enero. Fue una tarde de escandaloso resultado, arbitraje y comportamiento de algunos jugadores. Fue una tarde de denuncias por parte de la plantilla cartagenerista en la que convinieron declarar que: “La directiva no tiene credibilidad” y donde Arcas confesó: “haber visto llorar a padres de familia en el vestuario”. Fue una tarde de ausencias porque por el palco no apareció nadie de esa directiva denominada de “los javieres”. Fue una tarde donde el FC Cartagena, nuestro Cartagena, nos ofreció su peor imagen, precisamente en la cancha condominera. Fue, en definitiva, una tarde de atropellos: el UCAM avasalló al Efesé, donde los murcianos destrozaron a un Cartagena desquiciado y donde hasta dos jugadores blanquinegros, Tarantino y Arcas, se autoexpulsaron. Y fue una tarde donde comenzaron a rodar esos rumores invernales de abandono de jugadores: “Chus Hevia, Migue García, Prosi y Limones se quieren marchar”. 

Y fue, como lo será esta tarde, el partido vespertino donde el estadio de la achacosa Condomina cobijó a unos 4.000 espectadores, 700 de ellos llegados desde Cartagena. No hubo partido. Todo fue un querer y no poder en un partido de trampas envueltas con tarjetas. Fue el partido en el que hasta el árbitro, según Palomeque: “faltó al respeto a mis jugadores”. Diré que el árbitro que lo arbitró fue un personaje venido  de las Baleares y de nombre Sebastián Ripoll Solano.


 El Icue y…cuando la verdadera Condomina ha sido un infierno

“Cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad”. (Gustave Le Bon)

El Icue se ha acercado esta tarde a la verdadera  Condomina recordando aquella primera vez que lo hizo, no para recibir el bautismo asistencial a un partido de fútbol, éste ya lo había recibido, allá por los años cincuenta en el vetusto campo de tierra de la ciudad de Alfaro de nombre La Florida en un encuentro de Liga entre el CD Alfaro y la SD Beasain, sino para presenciar mi primer partido de fútbol en la ciudad de Murcia y en el verdadero campo de fútbol de La Condomina.

Tenía el Icue 15 años en aquellas Idus de diciembre y se dedicaba, entre otras cosas, al estudio y divertirse viendo fútbol. Fue hace 54 años, un doce de diciembre de 1961. Se iba a jugar el partido de desempate de la Copa del Generalísimo entre el, por aquel entonces, CD Cartagena y el CD Basconia del pueblo vizcaíno de Basauri. Se llegó a este desempate después de aquel 2-1 en el partido de ida, 12/11/1961, y el 1-0 con gol de Manceñido en el recordado y encantador Almarjal, un mes más tarde, 10/12/1961.

Y como por aquellas fechas los goles en campo contrario no valían doble tuvo que desempatarse en la verdadera Condomina un 12 de Diciembre de aquel mencionado 1961. Recuerdo que la tarde se presentaba fresca, con cierta humedad en el ambiente y con una Condomina abarrotada de público. Recuerdo que el partido terminó1-0 favorable  al equipo vasco; que resultó muy movido y de mucha lucha, con más nervio y rapidez por parte del conjunto vasco y que el gol de la eliminatoria favorable al Basconia lo marcó el extremo izquierda Ayarza.  

Recuerdo, la he recitado en innumerables ocasiones, la alineación que aquella tarde noche presento nuestro CD Cartagena: Varea; Eli, Diego, Hernández; Tiravit, Antonio; Hermoso, Manceñido, Duarte, Sornichero y Santamaría. No recuerdo la del CD Basconia y he tenido que consultarla para poder ofrecérsela a mis estimados lectores: Iríbar; Carlos, Orive, Larrea, Amoriza, Oiares; Sasia, Sáiz, Otiñano, Echevarría y Ayarza.  

Recuerdo que el partido lo presencié en la vetusta gradona de general, en el centro del campo, justamente debajo de la torreta en la que lucía iluminado el escudo del Real Murcia y casi recostado en aquel inolvidable Marcador Simultaneo Dardo de gratos recuerdos y apuntador de los resultados de cada Jornada futbolística tanto de 1ª como de 2ª División. Fue una tarde-noche memorable y en la que tuvimos que regresar a nuestra Cartagena eliminados y recordando, lo haríamos después, a ese gran portero que fue “El Chopo Iribar” artífice con sus paradas de esta eliminatoria.
Pero esto es el recuerdo y lo que esta tarde interesa es que, de nuevo, estamos en la Condomina verdadera para presenciar, 54 años después, otro partido distinto, con características distintas, en competición diferente y con resultado desgraciadamente desesperante por lo que representa y por las consecuencias que puede traer, hasta de desaparición, para nuestro, vuestro, suyo querido Efesé. Ucam Murcia CF 3 – FC Cartagena 0. 


Estimado Icue, debo recordarte que, de no haber ganado el Cartagena la pasada jornada al Granada B por ese 3-0 a mandíbula fraccionada, esta tarde el FC Cartagena se hubiera acercado al viejo estadio de La Condomina verdadera desahuciado en lo deportivo, en lo económico ya lo está y puede estarlo peor a partir de mañana. Pero esta tarde es esta tarde y a ella nos debemos. 

Acudió el Icue esta tarde a la verdadera Condomina pensando que al atardecer de este último domingo de enero el vetusto campo iba a ser para el Cartagena un pequeño oasis, un grandioso palmeral de remanso, evocando aquellos cercanos de la Puerta de Orihuela camino de Beniel y el Raal, que se acercaba a disfrutar de un grandioso reposo, aliviado para refugiarse y respirar profundo como hasta ahora no se lo podía haber permitido. Pero no, ha sido un infierno en el que “Cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad”. Y el error, fundamental error, fue la desgraciada auto-expulsión de Tarantino que tuvo que irse a la calle por esa inconsciente, no quiero pensar que buscada, doble cartulina amarilla. Error continuado del árbitro en un arbitraje nefasto y hasta sibilino para ir poniendo nerviosos a los sufridos jugadores del FC Cartagena. Y error, tremendo error, de los esforzados  y entregados jugadores cartageneros que no supieron aguantar sus nervios y cayeron en la trampa tendida por esos experimentados jugadores universitarios. Y error al no poder realizar partido semejante al de la pasada jornada contra el Granada B. ¿Fue aquello un espejismo al socaire de las promesas gravemente incumplidas de ese Staff directivo de Javieres y Manzanos que ya tardan en marcharse? No recuerdo que el riojano Escalona tuviera que detener ni un sólo disparo del FC Cartagena en casi todo el partido, si exceptuamos ese balón largo de Proxi al ver a Escalona adelantado. El detalle sugiere que el Ucam Murcia CF hizo un partido muy serio, definido, provocador y hasta poderoso, mientras que los de la Ciudad Portuaria, bastante hicieron, caían en el fango de todo un desierto futbolístico. Ya sé que el lance guarda otras lecturas. Sobre todo para el Ucam que convirtió el partido en un pacífico oasis, un pequeño paraíso, mientras para el FC Cartagena todo quedó en ese recordado espejismo de la jornada anterior. 


 Jamás escribiré que el FC Cartagena fue un equipo deplorable, todos mis respetos para los jugadores y entrenador. Deplorable, de escándalo y de vergüenza fue el árbitro balear Sebastián Ripoll Solano. Jamás diré, después de todo lo que estos jugadores y entrenador están sufriendo, que plantearon un partido ultradefensivo, rácano, mal plantado en el campo y, desde luego, con síntomas de equipo en fase de descenso a la Tercera División. No, me niego a escribir esto. Esta plantilla, toda la plantilla con Palomeque al frente no es una plantilla predicadora de un fútbol tramposo, retórico y camuflado. No. Esta plantilla está en estos momentos para cobrar su merecida soldada y tratar de sobrevivir y no para otras zarandajas. Si diré, es triste decirlo, que el único equipo con todo completo que hubo esta tarde en La Condomina verdadera fue el Ucam, por eso sigue imbatido y por eso ha ganado, aunque no con todos los honores. Goleó, sí, a su depauperado rival, no en actitud y sí en aptitud, perdiendo el FC Cartagena por uno de esos avatares que depara el fútbol, tan escurridizo a veces, juego en el que, en ocasiones, proporciona resultados como si fuese una ganga aunque haya sido merecida. 

En la Condomina verdadera, el FC Cartagena, fetén de la jornada anterior, fue un cero, un páramo pero no la nadería absoluta, ni aburguesado, sino les pagan, si no cobran, ¿cómo se van a comportar como un equipo aburguesado? 

Los finos analistas futbolísticos de esta querida Cartagena, que han aparecido justamente al mismo tiempo que la marmota, sienten ahora que las tierras y las carnes de este FC Cartagena se abren a sus pies. Llevan semanas y semanas escondidos y sin opinar de la falta de aire en las bocanadas de nuestro, también el suyo, FC Cartagena. Llevan meses escondidos en sus madrigueras y bailándoles el agua a los Javieres y Manzanos sin querer opinar de la crisis de este club y guardando en el cajón de sus pequeños y caseros cubiles de  ¿redacción? lo que aquí está pasando, que es mucho y muy grave. Todos sabemos quiénes son estos, allá ellos y con su pan se lo coman. Pero ¡cuidado!, me lo acaba de anunciar un amigo: “lo peor de hoy y de aquí son el doble lenguaje con el que se expresan. Esos, que todo dios sabe quiénes son, tienen dos opiniones, una para la gente y otra para los amigos, no sacando la verdadera porque no la tienen. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 1/25: ante diem octavum Kalendas Februarias. Nº 358.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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