Aquel sábado 20 de diciembre se presentaba el FC Cartagena en el
Cartagonova con Palomeque, pero éste no pudo sentarse en el banquillo. Todo
quedó en espera hasta la vuelta de vacaciones. Otra más al debe de “los
Javieres”. La ficha del técnico algareño no la tramitaron a tiempo. Dicen que
hubo premura en la presentación como nuevo entrenador, por lo que no pudo estar a pie de banda y lo mandaron al
palomar. Lo que de verdad hubo, el Icue lo sabe, fueron aprietos, apuros,
prisas y urgencias, sobre todo urgencias. Esto era un club a punto de que lo
derribaran.
Es cierto que Palomeque decidió el once y los cambios, haciendo
su labor de manera teledirigida, desde la bocana que da acceso al palco donde
se situó junto a Julio César Ribas y a Javi Manzano. Desde allí estuvo en
permanente contacto con el banquillo, en el que Simón Ruiz y el “bomba” Cáceres
llevaban la dirección y ejecutaban órdenes.
Fue esta la principal novedad del partido, fue la cara nueva del
FC Cartagena en esta tarde prenavideña. Fue la tarde en la que el bueno de
Palomeque se dio cuenta del quehacer que tenía por delante, fue el anochecer en
el que desde la sala de prensa ya comenzó a templar gaitas: “hemos rectificado
en medio campo ya que manejaban cómodos el balón. Tras el descanso, hemos
apretado más y hemos mejorado. A nivel creativo, hay que seguir trabajando para
trasladarlo al juego”.
Es cierto que todo estaba preparado, con esta esperanza acudimos
al estadio, para que se cumpliera el topicazo aquel de: entrenador nuevo,
victoria segura. No fue así. FC Cartagena y Real Jaén empataron 1 -1. Fue un
dulce punto, pírrico punto, que no sirvió para acabar con la paciencia de la
sufrida afición cartagenerista. Era el postrero
partido del año y fue en la última jugada del partido cuando el aguileño Ramón
Arcas salvó un punto para el Cartagena. Todo estaba perdido, y en el último
suspiro el FC Cartagena botó un último saque de esquina. El portero Limones
subió a rematar molestando con eficacia al meta jienense De la Calzada, éste
con un defectuoso despeje de puños hizo que el balón cayese a los pies de Arcas
y el aguileño empujó el balón al fondo de la red y, de esta manera, evitar la
penúltima bronca en el Cartagonova, estadio que esta tarde volvió a mostrar su
enfado ante el malísimo juego desarrollado por sus jugadores. Cuentan las
crónicas y así lo recoge el Icue que esta no era la primera vez que Limones
subía a rematar a la portería contraria. Muy feliz al terminar el partido llegó
a comentar que: “No es la primera vez que lo hago, el año pasado ya lo hice en
Almería y Fernando pudo empatar en el minuto 90”.
Y para colmo el árbitro madrileño David Gálvez Rascón y sus
asistentes no tuvieron paga extraordinaria.
El FC Cartagena no pudo pagarles, no hubo dinero para abonar el recibo.
Ya saben, eran otros tiempos, eran los tiempos de “los Javieres” y de
Florentino Manzano, del “Bomba” y de “Gladiator”. ¡Ay, ay, ay!
El Icue y...cuando Limones subió a rematar
“La sabiduría es saber qué toca hacer; la virtud es hacerlo”. (David Starr Jordan)
El Icue comienza hoy su crónica sacando a la luz esos
sentimientos que ha ido sintiendo a medida que el partido se iba desarrollando.
Fundamentalmente han sido tres: la presencia en el banquillo de Palomeque; los
anuncios de los augures, y el propio desarrollo del partido, que por lo que se
ha escuchado y que aun siendo breve tendrá su salsa.
Primer
sentimiento: Está claro que siendo pobres, muy pobres,
no de solemnidad, pero casi, y siendo cual es la situación económica del club:
nefasta, no se podía pensar en otro tipo de persona u otro tipo de perfil. Está
bien; economía mala, muy mala, nefasta, dice el Icue, y entrenador adaptado a
las circunstancias, y…de transición. Pero el algareño se mostró feliz y
orgulloso al manifestar la mañana de su presentación que: “es un orgullo para
mi poder entrenar al Cartagena. Soñé con hacerlo desde que me retiré del
fútbol”. Tarde me lo fiais, como diría D. Quijote, amigo Manolo, pero a falta
de pan buenas son tortas aunque estas vengan después de unos cuantos años de salir
del equipo blanquinegro. Y a esta reflexión se unió en ese mismo acto de
presentación la del Gladiator manifestando que Palomeque es una persona
honesta, trabajador y quiere al club. Nadie lo duda, amigo Julio Cesar y el
Icue lo aplaude, pero: ¿Qué es eso de que Palomeque conoce el modo de crear una
nueva estirpe de jugador? ¿Conoce usted, señor Gladiator, el significado de la
palabra estirpe? El Icue piensa que no y, además, empleándola como usted la
emplea, no le hace usted ningún favor al algareño. Estirpe es un “conjunto
formado por la descendencia de un sujeto a quien ella representa y cuyo lugar
toma”, y también la “raíz y tronco de una familia o linaje”. Como Palomeque
sea, de verdad, capaz de crear una nueva
estirpe y, por lo tanto, fiel al tronco que usted representa y descendiente
leal de lo que usted representa, dirige y ordena en este club, pues apaga y
vámonos.
Segundo
sentimiento: Algunos augures que deambulan por la nube
han estado contando que esta tarde se esperaba, que lo esperaban los palmeros
cartageneristas, los acólitos de la javierada o de la manzanera, que éste, el
partido contra los jiennenses, iba a ser un partido de tronío y así nos lo han
venido anunciando por la nebulosa on line a lo largo de la semana que termina.
Tiene que decirles el Icue, sin fruición ni
remordimiento, que la palabra tronío es definida por la RAE como algo ostentoso
y con rumbo o como algo que posee señorío y clase y, ante estos cercenadores
del lenguaje, habrá que señalar que hoy, también desde hace meses, nuestro FC
Cartagena no posee nada con lo que ostentar; que es un barco a la deriva al
perder el rumbo desde que inició su travesía y que el señorío y la clase lo
dejaron colgados de la percha de la sala de reuniones del Cartagonova desde que
la ocuparon sus actuales inquilinos. Así que, entre unos y otros, esos
matarifes del lenguaje y esos otros que se nos muestran como solistas del
descuartizamiento, anda nuestro Cartagena. Y así lo han visto esos escasos
-2000- efesemaníacos que acudieron al Cartagonova en este último partido del
año 2014. ¡Ay mi Cartagena, quien te ha visto y quién te ve! Y a falta de ese
tronío pregonado por los incautos se ha presenciado un partido pobre, con
bajeza, ruindad, envilecido, indigente y desamparado y es que este equipo está
huérfano, es como ese inclusero buscando casa. ¡Por favor, acójanlo, denle
cobijo y arrópenlo ahora que ya es Navidad! FC Cartagena 1 Real Jaén 1.
Tercer
sentimiento y el partido: No sabe el Icue si encuadrar este
partido dentro de esa ansiedad que continuamente transmiten los dirigentes
cartageneristas, fundamentalmente cuando se les sacan los colores con esas
verdades del barquero documentadas y que días atrás publicó La Verdad. El Icue
está seguro que, efectivamente, el partido de esta tarde ha sido el partido de
la ansiedad, esa ansiedad que ha transmitido nuestro Efesé porque ya no tiene a
nadie, absolutamente a nadie, con manos
útiles para que les meza la cuna. Ha sido tanta su desconfianza, que sus jugadores
han estado toda la tarde tratando de mirarse en el espejo de no se sabe quién y
hasta su propio reflejo se les ha mostrado sospechoso. Es tanta la debilidad
que este equipo muestra que hasta se le ha afeado el semblante y agriado el
carácter, al extremo de transmitir, copia de sus dirigentes y staff técnico,
una notable iracunda. Su templada imagen de hace meses ha mutado en otra más
amarga, como si no fueran capaz de contener sus demonios o arrastraran
problemas de estómago. Este equipo, ya no refleja la sensatez de aquella
plantilla, mesurada y llena de fortaleza de ánimo que, allá por agosto,
mostraba para alcanzar sus objetivos.
No, no es tronío lo que este equipo muestra. Esta
plantilla, y hoy lo ha rubricado, se ha perdido en este otoño frío y seco,
aunque, a medida que avanzaba el partido, ganaba algo en intensidad entrando en
el cuerpo a cuerpo mientras sus entrenadores se sacudían ese fuerte olor a
naftalina siendo capaces de mostrarles esas últimas armas a mostrar en los
minutos finales del partido. Y es que el Icue conoce que algunos miembros de su
plantilla sólo tienen entre ceja y ceja y cómo único objetivo ir pensando donde
situarse la próxima temporada y es que algunos hasta ya tienen ofertas.
Les cuenta el Icue todo esto porque el partido ha
tenido muy poco que contar y es que escuchando cómo iba transcurriendo el
partido y la tarde me ha venido a la memoria aquella frase célebre del Oso
Yogui que el Icue escuchó sentado en una de esas mesitas, viejas, de mármol y
de velador en el Casino de la Calle Mayor de Cartagena a un amigo, futbolero y
efesemaníaco, hace ya unos cuantos días, cuando nuestro Cartagena andaba
trajinando con sus empates y antes que nuestro Efesé se asomase al precipicio
de las
derrotas. Vino a decirme mi amigo que: “Es muy difícil hacer
predicciones, sobre todo acerca del futuro”. Está claro que el efesemaníaco me
estaba citando a Yogi Berra, beisbolista retirado de las grandes ligas que jugó
la mayor parte de su carrera con los New York Yankees, que nada tiene que ver
con el famoso e infantil Yogi Bear. Y, al final, subió Limones a rematar un
córner, peinó el balón, lo tomó Ramón Arcas y marcó el gol del empate en ese in
extremis minuto 92.
Adiós, el Icue les felicita la Navidad y queda
reflexionando sobre el siguiente SMS que me envió un efesemaníaco: “Me da pena
por los niños que hoy han venido al Cartagonova a ver este espanto de FC.
Cartagena. Pobrecicos, con su empanadilla y su bufanda. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 12/20: ante diem
duodecimum Kalendas Ianuarias. Nº 354.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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