sábado, 17 de octubre de 2015





Aquel sábado 20 de diciembre se presentaba el FC Cartagena en el Cartagonova con Palomeque, pero éste no pudo sentarse en el banquillo. Todo quedó en espera hasta la vuelta de vacaciones. Otra más al debe de “los Javieres”. La ficha del técnico algareño no la tramitaron a tiempo. Dicen que hubo premura en la presentación como nuevo entrenador, por lo que no  pudo estar a pie de banda y lo mandaron al palomar. Lo que de verdad hubo, el Icue lo sabe, fueron aprietos, apuros, prisas y urgencias, sobre todo urgencias. Esto era un club a punto de que lo derribaran.

Es cierto que Palomeque decidió el once y los cambios, haciendo su labor de manera teledirigida, desde la bocana que da acceso al palco donde se situó junto a Julio César Ribas y a Javi Manzano. Desde allí estuvo en permanente contacto con el banquillo, en el que Simón Ruiz y el “bomba” Cáceres llevaban la dirección y ejecutaban órdenes. 

Fue esta la principal novedad del partido, fue la cara nueva del FC Cartagena en esta tarde prenavideña. Fue la tarde en la que el bueno de Palomeque se dio cuenta del quehacer que tenía por delante, fue el anochecer en el que desde la sala de prensa ya comenzó a templar gaitas: “hemos rectificado en medio campo ya que manejaban cómodos el balón. Tras el descanso, hemos apretado más y hemos mejorado. A nivel creativo, hay que seguir trabajando para trasladarlo al juego”.

Es cierto que todo estaba preparado, con esta esperanza acudimos al estadio, para que se cumpliera el topicazo aquel de: entrenador nuevo, victoria segura. No fue así. FC Cartagena y Real Jaén empataron 1 -1. Fue un dulce punto, pírrico punto, que no sirvió para acabar con la paciencia de la sufrida afición cartagenerista.  Era el postrero partido del año y fue en la última jugada del partido cuando el aguileño Ramón Arcas salvó un punto para el Cartagena. Todo estaba perdido, y en el último suspiro el FC Cartagena botó un último saque de esquina. El portero Limones subió a rematar molestando con eficacia al meta jienense De la Calzada, éste con un defectuoso despeje de puños hizo que el balón cayese a los pies de Arcas y el aguileño empujó el balón al fondo de la red y, de esta manera, evitar la penúltima bronca en el Cartagonova, estadio que esta tarde volvió a mostrar su enfado ante el malísimo juego desarrollado por sus jugadores. Cuentan las crónicas y así lo recoge el Icue que esta no era la primera vez que Limones subía a rematar a la portería contraria. Muy feliz al terminar el partido llegó a comentar que: “No es la primera vez que lo hago, el año pasado ya lo hice en Almería y Fernando pudo empatar en el minuto 90”. 

Y para colmo el árbitro madrileño David Gálvez Rascón y sus asistentes no tuvieron paga extraordinaria.  El FC Cartagena no pudo pagarles, no hubo dinero para abonar el recibo. Ya saben, eran otros tiempos, eran los tiempos de “los Javieres” y de Florentino Manzano, del “Bomba” y de “Gladiator”. ¡Ay, ay, ay!  


El Icue y...cuando Limones subió a rematar

“La sabiduría es saber qué toca hacer; la virtud es hacerlo”. (David Starr Jordan)

El Icue comienza hoy su crónica sacando a la luz esos sentimientos que ha ido sintiendo a medida que el partido se iba desarrollando. Fundamentalmente han sido tres: la presencia en el banquillo de Palomeque; los anuncios de los augures, y el propio desarrollo del partido, que por lo que se ha escuchado y que aun siendo breve tendrá su salsa. 

Primer sentimiento: Está claro que siendo pobres, muy pobres, no de solemnidad, pero casi, y siendo cual es la situación económica del club: nefasta, no se podía pensar en otro tipo de persona u otro tipo de perfil. Está bien; economía mala, muy mala, nefasta, dice el Icue, y entrenador adaptado a las circunstancias, y…de transición. Pero el algareño se mostró feliz y orgulloso al manifestar la mañana de su presentación que: “es un orgullo para mi poder entrenar al Cartagena. Soñé con hacerlo desde que me retiré del fútbol”. Tarde me lo fiais, como diría D. Quijote, amigo Manolo, pero a falta de pan buenas son tortas aunque estas vengan después de unos cuantos años de salir del equipo blanquinegro. Y a esta reflexión se unió en ese mismo acto de presentación la del Gladiator manifestando que Palomeque es una persona honesta, trabajador y quiere al club. Nadie lo duda, amigo Julio Cesar y el Icue lo aplaude, pero: ¿Qué es eso de que Palomeque conoce el modo de crear una nueva estirpe de jugador? ¿Conoce usted, señor Gladiator, el significado de la palabra estirpe? El Icue piensa que no y, además, empleándola como usted la emplea, no le hace usted ningún favor al algareño. Estirpe es un “conjunto formado por la descendencia de un sujeto a quien ella representa y cuyo lugar toma”, y también la “raíz y tronco de una familia o linaje”. Como Palomeque sea,  de verdad, capaz de crear una nueva estirpe y, por lo tanto, fiel al tronco que usted representa y descendiente leal de lo que usted representa, dirige y ordena en este club, pues apaga y vámonos. 


Segundo sentimiento: Algunos augures que deambulan por la nube han estado contando que esta tarde se esperaba, que lo esperaban los palmeros cartageneristas, los acólitos de la javierada o de la manzanera, que éste, el partido contra los jiennenses, iba a ser un partido de tronío y así nos lo han venido anunciando por la nebulosa on line a lo largo de la semana que termina.

Tiene que decirles el Icue, sin fruición ni remordimiento, que la palabra tronío es definida por la RAE como algo ostentoso y con rumbo o como algo que posee señorío y clase y, ante estos cercenadores del lenguaje, habrá que señalar que hoy, también desde hace meses, nuestro FC Cartagena no posee nada con lo que ostentar; que es un barco a la deriva al perder el rumbo desde que inició su travesía y que el señorío y la clase lo dejaron colgados de la percha de la sala de reuniones del Cartagonova desde que la ocuparon sus actuales inquilinos. Así que, entre unos y otros, esos matarifes del lenguaje y esos otros que se nos muestran como solistas del descuartizamiento, anda nuestro Cartagena. Y así lo han visto esos escasos -2000- efesemaníacos que acudieron al Cartagonova en este último partido del año 2014. ¡Ay mi Cartagena, quien te ha visto y quién te ve! Y a falta de ese tronío pregonado por los incautos se ha presenciado un partido pobre, con bajeza, ruindad, envilecido, indigente y desamparado y es que este equipo está huérfano, es como ese inclusero buscando casa. ¡Por favor, acójanlo, denle cobijo y arrópenlo ahora que ya es Navidad! FC Cartagena 1 Real Jaén 1.


Tercer sentimiento y el partido: No sabe el Icue si encuadrar este partido dentro de esa ansiedad que continuamente transmiten los dirigentes cartageneristas, fundamentalmente cuando se les sacan los colores con esas verdades del barquero documentadas y que días atrás publicó La Verdad. El Icue está seguro que, efectivamente, el partido de esta tarde ha sido el partido de la ansiedad, esa ansiedad que ha transmitido nuestro Efesé porque ya no tiene a nadie, absolutamente a nadie, con  manos útiles para que les meza la cuna. Ha sido tanta su desconfianza, que sus jugadores han estado toda la tarde tratando de mirarse en el espejo de no se sabe quién y hasta su propio reflejo se les ha mostrado sospechoso. Es tanta la debilidad que este equipo muestra que hasta se le ha afeado el semblante y agriado el carácter, al extremo de transmitir, copia de sus dirigentes y staff técnico, una notable iracunda. Su templada imagen de hace meses ha mutado en otra más amarga, como si no fueran capaz de contener sus demonios o arrastraran problemas de estómago. Este equipo, ya no refleja la sensatez de aquella plantilla, mesurada y llena de fortaleza de ánimo que, allá por agosto, mostraba para alcanzar sus objetivos. 


No, no es tronío lo que este equipo muestra. Esta plantilla, y hoy lo ha rubricado, se ha perdido en este otoño frío y seco, aunque, a medida que avanzaba el partido, ganaba algo en intensidad entrando en el cuerpo a cuerpo mientras sus entrenadores se sacudían ese fuerte olor a naftalina siendo capaces de mostrarles esas últimas armas a mostrar en los minutos finales del partido. Y es que el Icue conoce que algunos miembros de su plantilla sólo tienen entre ceja y ceja y cómo único objetivo ir pensando donde situarse la próxima temporada y es que algunos hasta ya tienen ofertas.

Les cuenta el Icue todo esto porque el partido ha tenido muy poco que contar y es que escuchando cómo iba transcurriendo el partido y la tarde me ha venido a la memoria aquella frase célebre del Oso Yogui que el Icue escuchó sentado en una de esas mesitas, viejas, de mármol y de velador en el Casino de la Calle Mayor de Cartagena a un amigo, futbolero y efesemaníaco, hace ya unos cuantos días, cuando nuestro Cartagena andaba trajinando con sus empates y antes que nuestro Efesé se asomase al precipicio de  las  derrotas. Vino a decirme mi amigo que: “Es muy difícil hacer predicciones, sobre todo acerca del futuro”. Está claro que el efesemaníaco me estaba citando a Yogi Berra, beisbolista retirado de las grandes ligas que jugó la mayor parte de su carrera con los New York Yankees, que nada tiene que ver con el famoso e infantil Yogi Bear. Y, al final, subió Limones a rematar un córner, peinó el balón, lo tomó Ramón Arcas y marcó el gol del empate en ese in extremis minuto 92.

Adiós, el Icue les felicita la Navidad y queda reflexionando sobre el siguiente SMS que me envió un efesemaníaco: “Me da pena por los niños que hoy han venido al Cartagonova a ver este espanto de FC. Cartagena. Pobrecicos, con su empanadilla y su bufanda. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 12/20: ante diem duodecimum Kalendas Ianuarias. Nº 354.  

Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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