El Icue y…cuando Menudo apareció en el Cartagonova
“De lo que tengo miedo es de tu miedo”. (William Shakespeare)
El Icue ha acudido esta tarde al Cartagonova con
miedo, con mucho miedo, casi con pánico, temiendo que según el resultado que se
diera, los de siempre intentarían morderle los tobillos a Víctor y esto a pesar
que hace poco Belmonte manifestara que: “Nuestro proyecto no se viene abajo por
unos partidos malos; Víctor sigue teniendo el mismo crédito que cuando lo fiché”.
Y es esto lo que hace temblar al Icue. De momento hoy se ha salvado la herencia,
pero en el FC Cartagena, también en un sector de la efesemanía, hay pánico ante
lo que puede avecinarse. Los pesimistas, en estado de alerta, piensan que nuestro
y suyo Cartagena va a chocar con un iceberg y no les dará tiempo a cambiar el rumbo. Tranquilos, hoy
hemos salvado hasta el ajuar con el resultado dado: FC Cartagena 1 – Real Jaén 0.
Y ese miedo con el que el Icue se acercó hasta el
estadio se convirtió durante el primer tiempo en pavor observando lo poco que
ofrecía nuestro FC Cartagena y las ocasiones marradas por el equipo jienense.
El FC Cartagena parecía un equipo de debutantes, de pipiolos, inexpertos, un
equipo que durante toda la primera parte no ha hecho otra cosa que sufrir. Un
equipo inconstante, intermitente, desordenado y de ir a lo que saliera. Se
mostraba como un equipo decaído. Lamentable. Los jugadores que debían llevar la
manija no aparecían. Rivero estaba desconocido y el Real Jaén seguía perdonando,
Sergio García no se ofrecía y tuvo que ser cambiado. El FC Cartagena no era
capaz de hacerle daño al equipo jienense. Y la tarde seguía tristona y hasta mi
amigo de butaca me llegó a decir aquello de que entre ruinas y castillos el
molino ya no muele. Y todos llegamos a pensar que iba a suceder lo de siempre
en el Cartagonova. Es cierto que el Efesé, como siempre arrancó apisonando al
Real Jaén y aparecieron las oportunidades y se quedaban en eso, en
oportunidades. Atrás había dudas y arriba pólvora mojada. Y los 5695
espectadores, pues eso, expectantes.
Y apareció Moisés, el hermanito de Menudo, ¡Moisés de
mi vida! Otro venido desde La Rioja para salvar un gol bajo palos. Era el
minuto 57. Y Moisés acababa de salvar al equipo. Lo que sacaste, amigo. Y la
afición un tanto apagada comenzó a volcarse con su equipo y el Cartagonova
comenzó a rugir. Y Ayoce la tuvo a la salida de un córner. Y todo fue brutal
con la aparición y los remates de cabeza de Federico Laens. Y el Real Jaén se hizo con toda la racanería
del mundo ante el buen juego del FC Cartagena, Fue tan rácano y se agobió tanto
que perdió el partido.
Y llegó la Épica. Y el golazo de Menudo. Este
futbolista ha estado en La Rioja y esta tarde, minutos de propina, ha
convertido con su gol, como si fuese el santo grial, un cartón de vino de
garrafón en el mejor vino gran reserva de la mejor bodega. Ha puesto en el
saque de la falta todo su corazón, su sangre batía borbotones, el Icue cree conocerlo
bien, y el balón salió de sus botas como si llevara con él la esencia del
sevillano, todo su juego, toda su identidad y hasta todos los grados de amor de
ese vino gran reserva. Menudo sacó a pasear la pelota cogida de su pie, se empeñó
en meterla propiciando una gloriosa victoria. Este Menudo lo tiene muy claro,
le podrán salir las cosas mejor o peor, al Cartagonova se sale a ganar, no a
empatar, ni a amarrar un resultado pírrico o un empate si los vientos le soplan
en la dirección de la victoria. Tú, Nano, lo sabes mejor que el Icue: el fútbol
es gol. Sin gol, el fútbol vale poco: que te lo digan a ti, que al no marcar
alguien ya comenzaba a dudar de tu embrujo, cabriolas y arte. Lo dicho, el
fútbol es gol y esta tarde ya se te quiere más.
Y al final al volverme a esta querida Ribera del Mar
Menor he recordado esa formidable película de Billy Wilder “El apartamento” en
la que el protagonista - Jack Lemon- mantiene un diálogo con un amigo y éste le
dice: “El espejo se ha roto”, y el tipo contesta: “Ya lo sé, me gusta así. Así
me veo tal y como me siento”. No otra debe ser la sensación de Víctor tras el último
magro resultado alcanzado por Menudo, cuando el partido rondaba el tiempo de
descuento. Ha sido Menudo el que ha vuelto a meter al FC Cartagena en la Liga.
Ha sido el corazón de Juan Carlos el que ha palpitado a borbotones para marcar
y ha sido el tesón del sevillano el que salió a flote y darle una grandiosa alegría
a la afición que ya se merecía esta victoria. ¡Nano me debías una y hoy,
gracias, ya me la he cobrado! El espejo, querido amigo, no está roto. Todos seguimos
mirándonos en él. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 10/18: ante diem
quintum decimum Kalendas Novembres. Nº 382.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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