El Icue
y…cuando el FC Cartagena aguanta y se hace mayor
Nunca
desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él. (Paulo Coelho)
Cuentan que, un día, a Galileo Galilei, ya mayor y con una poblada barba
blanca, alguien le preguntó que “cuantos años tenía”. Galileo, mirándolo, le
respondió que “calculo que tengo seis o siete años”. Ante la extrañeza de su
interlocutor por sus palabras, el sabio continuó: “seis o siete son los años
que creo que aún me quedan de vida, o sea, los que tengo, porque los demás ya
no los tengo, los he gastado porque ya los he vivido”.
Ha sido esta tarde cuando el Icue se ha dado cuenta de que a su querido
FC Cartagena le ha pasado lo mismo que contestó Galileo. Pero hoy no han sido
años, esta tarde han sido partidos, cuatro son los partidos que llevaba el FC
Cartagena empatando, obteniendo un solo punto, por lo tanto es a partir de esta
tarde cuando habrá que comenzar a contar los partidos de vida, aunque sea
sufriendo, que restan hasta alcanzar lo que todos, absolutamente todos deseamos
alcanzar. Y como contestó Galileo Galilei olvidar todo lo anterior porque; “los
demás ya no los tengo, los he gastado porque ya los he vivido”.
Y es aquí donde debe aparecer Víctor Fernández para comenzar a
reconocerle eso de “Échame a mí la culpa de lo que pase”. Aunque, bien mirado,
habida cuenta de que a nadie, tampoco a él ni a sus jugadores les ha gustado
llevar en brazos el dolor más pesado de no sumar nada más que cuatro puntos en
otros tanto partidos jugados, pero él no
se conformó y hasta, estoy seguro, llegó a pensar en aquello de que “ni una
sola hoja cae del árbol sin la voluntad de Dios” y hasta pudo reformularlo con
aquello de: “Échale a Dios la culpa de lo pasado”, mensaje verbal que en la
previa del pasado viernes nos lanzó acompañado de una media sonrisa y un guiño
de ojo…Y lo pasado se lo ha tragado y rumiado en esa más que retirada
anacorética al eremitorio de su Santa Ana íntima. Y allí cree el Icue que es
donde, en su soledad con los suyos, se surte de suficientes raciones de
saltamontes y miel silvestre para decirnos y acertar que: “Es la presión que
tenemos durante toda la temporada y que está haciendo que no consigamos los
puntos que querríamos. No cabe duda que el grupo está súper igualado y los
equipos se diferencian por pequeños detalles. Aquí en casa no tengo miedo a
ningún rival, porque estamos fuertes. Llevamos cuatro empates seguidos, pero en
dos fuera de casa merecimos más. El Cartagena necesita sumar más y estar más
arriba. Eso nos dará la tranquilidad”. Y con todo este ropaje se ha ganado,
otra vez en casa, no importando con qué sufrimiento. ¿Y qué dice el Icue? Punto
final y que olvidemos el pasado. Que no va más, y que ya dejará de escudriñar
en el pasado. Que el FC Cartagena hoy ha sido valiente porque Víctor lo ha sido
y porque sus jugadores han arriesgado, y mucho, esta tarde para mantener lo
conseguido: FC Cartagena 2 – Marbella FC
1.
El partido de hoy ha sido un partido de casta. Todos, entrenador y
jugadores, también la afición, que en número menor a otras tardes, quizás por
la ventosa, fría e invernal tarde, han tenido y puesto su casta encima del
precioso tapiz verdoso y bien cuidado que luce el Cartagonova. Sí, sí, hoy ha
habido casta, una clase especial, raza, calidad, desarrollada por ese conjunto
de personas, los futbolistas, caracterizados por una misma estructura y función, como las abejas obreras en una
colmena. Y perfectamente gobernados desde fuera.
Este de esta tarde ha sido un partido con un 2-1 agónico, sufrido,
luchado y hasta incontestable, con ese
gol, minuto 12, del mohicano Ceballos, que recogiendo un córner lanzado por
Menudo al segundo palo le sirve para rematarlo a la red. Y el resto con ese gol
de suerte, chamba, como si fuese una pava, del “Tigre” Fede Laens” aprovechando
un regalo, se le escapó el balón, del portero del conjunto malagueño. Es este
el tercer gol del “Tigre” en liga que le sirve para igualar a tres con Montero.
Es cierto que ha sido un triunfo agónico y sufrido. Es cierto que el
primer tiempo se desarrolló con tranquilidad, solvencia, actitud y con juego.
Es cierto que a partir de la expulsión de Ceballos, minuto 68, y el gol de los marbellíes,
minuto 76, al equipo, también a los aficionados, nos entró un canguelo bastante
tormentoso. Y es totalmente cierto que debemos destacar a ese jugador que
todavía está en condiciones de darnos muchas tarde de gloria y que atiende por
Luque. Ha realizado un partido memorable en la entrega, destruyendo y,
fundamentalmente construyendo. Y ensalzar también a ese otro jugador que hoy,
jugando con libertad de movimientos, colocado por delante de Rivero y Luque y
jugando “a su aire” es todo un deleite, placer, satisfacción y gozo. Si este “Nano”
llega a marcar esta tarde hubiéramos dicho, amigo Icue, que lo de este jugador
no es de la tierra, sino del éter. Lo diremos, seguro que lo diremos y hasta lo
escribiremos y llegaremos a hacerle socio de Pegaso aquel corcel de Zeus nacido
de la sangre de Medusa.
Para el FC Cartagena el partido de hoy ha sido una ilusión colosal,
mareado por el Mérida AD, fulminado en el Ramón de Carranza y atropellado por
el Linares Deportivo, no hay duda que hoy todo ha cambiado. Ya no hay
desequilibrio deportivo, con un entrenador que ya vuelve a sonar, para el Icue
siempre sonó, tan auténtico como antes, con jugadores que ya no están
extraviados ni son cuestionados y hasta insultados en alguna retransmisión
radiofónica de tres al cuarto. Hoy Icue - ¡¡¡vocéalo bien alto!!! - ya sabemos
que el fútbol va y viene, pero hoy el FC Cartagena ha volado y el Marbella FC se
ha comido hasta sus entrañas y ya nuestro Víctor no es un entrenador de quita y
pon, quita y pon. ¿Y los jugadores? Ni pensar en fichar y fichar otros. ¿Entonces?
Algún arreglo y punto.
Y al terminar el partido y abandonar el asiento, dejándolo vacío y frío,
como la tarde, he vuelto hacia mi rincón ribereño recordando que ya hace mucho
que pasaron los Tosantos y lo normal es que ya la nieve tome posesión de los
altos. Bienvenida sea, como el triunfo, siempre que venga, con moderación, a
llenar los pantanos y los manantiales. O hacemos como dicen que hacen los de mi
pueblo, que, cuando cae, la dejan caer…Esta es la determinación que ha tomado
el Icue respecto a su querido FC Cartagena, dejarlo estar, que se luzca como
lucía en el frontón del templo de Apolo, en Delfos, aquel proverbio que los
latinos tradujeron como, “nada en demasía, nada en exceso”. En castellano
decimos: Lo poco agrada; lo mucho enfada y los tres puntos obtenidos esta tarde
en el Cartagonova, están sabiendo a delicias. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto
J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies
11/22: ante diem decimum Kalendas Decembres. Nº 384.
Texto
El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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