domingo, 22 de noviembre de 2015




El Icue y…cuando el FC Cartagena aguanta y se hace mayor

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él. (Paulo Coelho)

Cuentan que, un día, a Galileo Galilei, ya mayor y con una poblada barba blanca, alguien le preguntó que “cuantos años tenía”. Galileo, mirándolo, le respondió que “calculo que tengo seis o siete años”. Ante la extrañeza de su interlocutor por sus palabras, el sabio continuó: “seis o siete son los años que creo que aún me quedan de vida, o sea, los que tengo, porque los demás ya no los tengo, los he gastado porque ya los he vivido”.

Ha sido esta tarde cuando el Icue se ha dado cuenta de que a su querido FC Cartagena le ha pasado lo mismo que contestó Galileo. Pero hoy no han sido años, esta tarde han sido partidos, cuatro son los partidos que llevaba el FC Cartagena empatando, obteniendo un solo punto, por lo tanto es a partir de esta tarde cuando habrá que comenzar a contar los partidos de vida, aunque sea sufriendo, que restan hasta alcanzar lo que todos, absolutamente todos deseamos alcanzar. Y como contestó Galileo Galilei olvidar todo lo anterior porque; “los demás ya no los tengo, los he gastado porque ya los he vivido”.
Y es aquí donde debe aparecer Víctor Fernández para comenzar a reconocerle eso de “Échame a mí la culpa de lo que pase”. Aunque, bien mirado, habida cuenta de que a nadie, tampoco a él ni a sus jugadores les ha gustado llevar en brazos el dolor más pesado de no sumar nada más que cuatro puntos en otros tanto partidos jugados,  pero él no se conformó y hasta, estoy seguro, llegó a pensar en aquello de que “ni una sola hoja cae del árbol sin la voluntad de Dios” y hasta pudo reformularlo con aquello de: “Échale a Dios la culpa de lo pasado”, mensaje verbal que en la previa del pasado viernes nos lanzó acompañado de una media sonrisa y un guiño de ojo…Y lo pasado se lo ha tragado y rumiado en esa más que retirada anacorética al eremitorio de su Santa Ana íntima. Y allí cree el Icue que es donde, en su soledad con los suyos, se surte de suficientes raciones de saltamontes y miel silvestre para decirnos y acertar que: “Es la presión que tenemos durante toda la temporada y que está haciendo que no consigamos los puntos que querríamos. No cabe duda que el grupo está súper igualado y los equipos se diferencian por pequeños detalles. Aquí en casa no tengo miedo a ningún rival, porque estamos fuertes. Llevamos cuatro empates seguidos, pero en dos fuera de casa merecimos más. El Cartagena necesita sumar más y estar más arriba. Eso nos dará la tranquilidad”. Y con todo este ropaje se ha ganado, otra vez en casa, no importando con qué sufrimiento. ¿Y qué dice el Icue? Punto final y que olvidemos el pasado. Que no va más, y que ya dejará de escudriñar en el pasado. Que el FC Cartagena hoy ha sido valiente porque Víctor lo ha sido y porque sus jugadores han arriesgado, y mucho, esta tarde para mantener lo conseguido: FC Cartagena 2 – Marbella FC 1. 

El partido de hoy ha sido un partido de casta. Todos, entrenador y jugadores, también la afición, que en número menor a otras tardes, quizás por la ventosa, fría e invernal tarde, han tenido y puesto su casta encima del precioso tapiz verdoso y bien cuidado que luce el Cartagonova. Sí, sí, hoy ha habido casta, una clase especial, raza, calidad, desarrollada por ese conjunto de personas, los futbolistas, caracterizados por una misma estructura y  función, como las abejas obreras en una colmena. Y perfectamente gobernados desde fuera.

Este de esta tarde ha sido un partido con un 2-1 agónico, sufrido, luchado y hasta  incontestable, con ese gol, minuto 12, del mohicano Ceballos, que recogiendo un córner lanzado por Menudo al segundo palo le sirve para rematarlo a la red. Y el resto con ese gol de suerte, chamba, como si fuese una pava, del “Tigre” Fede Laens” aprovechando un regalo, se le escapó el balón, del portero del conjunto malagueño. Es este el tercer gol del “Tigre” en liga que le sirve para igualar a tres con Montero. 


Es cierto que ha sido un triunfo agónico y sufrido. Es cierto que el primer tiempo se desarrolló con tranquilidad, solvencia, actitud y con juego. Es cierto que a partir de la expulsión de Ceballos, minuto 68, y el gol de los marbellíes, minuto 76, al equipo, también a los aficionados, nos entró un canguelo bastante tormentoso. Y es totalmente cierto que debemos destacar a ese jugador que todavía está en condiciones de darnos muchas tarde de gloria y que atiende por Luque. Ha realizado un partido memorable en la entrega, destruyendo y, fundamentalmente construyendo. Y ensalzar también a ese otro jugador que hoy, jugando con libertad de movimientos, colocado por delante de Rivero y Luque y jugando “a su aire” es todo un deleite, placer, satisfacción y gozo. Si este “Nano” llega a marcar esta tarde hubiéramos dicho, amigo Icue, que lo de este jugador no es de la tierra, sino del éter. Lo diremos, seguro que lo diremos y hasta lo escribiremos y llegaremos a hacerle socio de Pegaso aquel corcel de Zeus nacido de la sangre de Medusa.  


Para el FC Cartagena el partido de hoy ha sido una ilusión colosal, mareado por el Mérida AD, fulminado en el Ramón de Carranza y atropellado por el Linares Deportivo, no hay duda que hoy todo ha cambiado. Ya no hay desequilibrio deportivo, con un entrenador que ya vuelve a sonar, para el Icue siempre sonó, tan auténtico como antes, con jugadores que ya no están extraviados ni son cuestionados y hasta insultados en alguna retransmisión radiofónica de tres al cuarto. Hoy Icue - ¡¡¡vocéalo bien alto!!! - ya sabemos que el fútbol va y viene, pero hoy el FC Cartagena ha volado y el Marbella FC se ha comido hasta sus entrañas y ya nuestro Víctor no es un entrenador de quita y pon, quita y pon. ¿Y los jugadores? Ni pensar en fichar y fichar otros. ¿Entonces? Algún arreglo y punto. 

Y al terminar el partido y abandonar el asiento, dejándolo vacío y frío, como la tarde, he vuelto hacia mi rincón ribereño recordando que ya hace mucho que pasaron los Tosantos y lo normal es que ya la nieve tome posesión de los altos. Bienvenida sea, como el triunfo, siempre que venga, con moderación, a llenar los pantanos y los manantiales. O hacemos como dicen que hacen los de mi pueblo, que, cuando cae, la dejan caer…Esta es la determinación que ha tomado el Icue respecto a su querido FC Cartagena, dejarlo estar, que se luzca como lucía en el frontón del templo de Apolo, en Delfos, aquel proverbio que los latinos tradujeron como, “nada en demasía, nada en exceso”. En castellano decimos: Lo poco agrada; lo mucho enfada y los tres puntos obtenidos esta tarde en el Cartagonova, están sabiendo a delicias. ¡Ay, ay,  ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 11/22: ante diem decimum Kalendas Decembres. Nº 384.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©

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