El Icue y…cuando el partido fue de los de aburrimiento
“vivo en el número siete, calle Melancolía. Quiero mudarme hace
años al barrio de la Alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el
tranvía”. (Joaquín Sabina)
El FC Cartagena, después de su periplo andaluz, ha
vuelto al Cartagonova y lo ha hecho empatando,
FC Cartagena 0 – Granada CF B 0,
sin goles, sin remate, sin rasmia, con un juego, como si fuese de bolillos y
sin goles. Todo esto ante un equipo joven e internacionalizado, con José Miguel
Campos ex entrenador, ese entrenador que fue exprés, cuando al Paloma se le
ocurrió sacar a paseo la decisión de expulsar al gran “Pacheta” en aquella
nefasta tarde, última de la Liga 2012 – 2013 cuando ya se había clasificado
como subcampeón de su grupo para perder y caer en la primera eliminatoria del
play-off de ascenso a Segunda División frente al Caudal Deportivo de Mieres por
un global de 1-0 (0-0 en Mieres;0-1 en Cartagena).
Los pequeños nazaríes asomaron por la bocana del campo
con un historial nada despreciable: colocados en el puesto sexto de la
clasificación general; con sólo dos partidos perdidos de los once jugados y con
16 goles a favor y 10 en contra. Excelente currículo tras vencer la pasada
semana, 1-0 al Recreativo de Huelva en el nuevo Los Cármenes.
Se había pertrechado el Icue, en su contento de volver
al Cartagonova tras quince días de ayuno, con una vieja colección de CD
dedicada a Gardel y seleccionó, para escuchar desde el trayecto de su casa en
La Ribera, al estadio Cartagonova aquel sonoro tango, 1935, de Volver con
música del propio Gardel y letra de Alfredo Le Pera ya que presagiaba que esta
tarde nuestro Cartagena iba a poner en práctica los contenidos de esa hermosa
letra y excelente música. No fue así. Allí no hubo ningún jugador que alumbrara
ni pálidos reflejos de ese deporte que se llama futbol y sí hora y media de
hondo dolor. Tiene anotados el Icue en sus notas dos tiros de Fede y Juanlu
nada más comenzar el partido, un tiro de Jesús Álvaro que se estrella contra la
barrera ordenada por Dimitrievski, un intento de Menudo desde muy lejos, un
jugar en el centro del campo y un no poder superar la defensa nazarí. Un quiero
y un no puedo. Demasiado equilibrio, juego desesperante en el centro del campo
y ayuno de gol, y si además de estar en ayuno no tenemos hambre el equipo decae
en fuerzas y llega al final del partido sin apenas gasolina para aguantar el
poder físico del Granada B que se iba imponiendo en los últimos minutos. Y al
descanso con alma que lleva el diablo.
Y comenzó la segunda parte, eso sí, con nervio,
rapidez y hasta tesón: lo intenta Menudo desde la frontal y detiene el portero
del Granada B; remata de cabeza Moisés que se va fuera por poco; una buena
contra del Cartagena y el centro de Fede sale fuera; un ¡uy! ante un Sergio
García muy rápido que casi marca para los albinegros, llegando al balón antes
que el portero granadino marchando su tiro fuera por muy poco; Victor hace
jugar por primera vez juntos a Montero y Laens
y aun así dan la sensación de no querer jugar más porque parece valerles
el empate. Se reclama mano en el área nazarí. Se calienta el encuentro. Laens
parece aturdido, mareado y sangrando y me recuerda el tortazo que se llevó
Ribas la temporada pasada y contra el mismo rival. Y el árbitro, cumplido el
tiempo, pitó el final, mientras Moisés y Ayoze se quedan en el césped como
aturdidos, exhaustos teniendo que acudir Ceballos a darles un poquito de aire.
Y deportivamente no hubo más. Y el Icue se volvió hacia su Ribera con la frente
marchita de tanto sudar por el calor del veranillo de san Martín y un tanto
aturdido por no saber descifrar a qué juega nuestro FC Cartagena y recordando
aquello de “calle melancolía” que decía: “vivo en el número siete, calle
Melancolía. Quiero mudarme hace años al barrio de la Alegría, pero siempre que
lo intento ha salido ya el tranvía.
Es cierto que hoy Víctor mandó que se impusiera su
estilo de juego, estilo que a medida que el partido avanzaba se iba
desmadejando, cuando en realidad y a partir de los cambios realizados y con
toda la artillería lo que se necesitaba era un órdago y se quedó sólo en un
dilema de órdago. Pero hay que darse cuenta, son doce los partidos disputados,
que este equipo, por eso es el FC Cartagena al que entrena Nuestro Víctor
Fernández, nuestro número 21, le falta algo y todos queremos y pensamos lo
adquirirá, ¿o es qué ahora, al estar con sólo doce puntos de los treinta y seis
disputados ya no lo estimamos? El Icue sí lo estima, como aprecia el esfuerzo
de todos sus jugadores y es que nadie, ellos tampoco, manifestaron que esto
sería un paseo por el muelle.
Si como suelen recordar los de ciencias, el Icue
siempre fue y es de letras, las matemáticas no son opinión, es lógico que
Víctor Fernández se sienta casi en el infierno. Y es que el equipo no funciona,
sino que además, también a ratos, aburre. Si alguno de los alrededor de 5000
aficionados ha comprobado, también el Icue, que el partido de esta tarde ha
sido la cosa más insoportable y soporífera que se haya presenciado en lo que llevamos
de temporada en el Cartagonova que lo manifieste. Lo de hoy, en este veranillo
de san Martín que estamos disfrutando, tampoco ha sido un chorreo, baile, baño,
paseo y humillación la que nos ha dado, al equipo y a todo el cartagenerismo
junto, este Granada joven. Eso no, pero aburrirnos, por lo menos el Icue, se ha
aburrido un rato.
Así que Víctor, por favor deje de estar ufano. De
empate a empate aunque sea hasta la náusea final. Y el Cartagonova, por favor,
que no decaiga. El aburrimiento, claro. !Ay, ay, ay¡
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 11/8: ante diem
sextum Idus Novembres. Nº 383.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
0 comentarios:
Publicar un comentario