Siempre había una excusa para justificar un partido ya fuese con
empate o perdiéndolo. Y eso es lo que, por aquellas fechas, continuamente aparecía
en los medios deportivos locales, afines al club, que los había y hasta con
peajes y los contrarios que también existían y eran despreciados con
mantenerlos a raya en la información. Tanta era la complicidad de unos como el
olvido de los otros que aparecía en cualquier atisbo de información como
aquella que anunciaba en las declaraciones de Simón Ruiz: “El campo estaba
horrible y ha sido clave para el juego”.
Y aquel día también se cumplió la tradición, la tradición del
empate. Undécimo empate del Cartagena en Liga que le sirvió para seguir
llenando de sombras su hasta ahora discreta temporada. El playoff de ascenso se
fue a los infiernos y las sensaciones no eran muy halagüeñas. Después de lo de
esa tarde esperaba el Cádiz CF. ¡Ay que miedo! Habíamos presenciado un partido lánguido,
igualado y con muy poco juego. Fue un encuentro que desbordó conservadurismo
que sirvió para que los de Simón se defendiesen en un partido tostón donde la
rentabilidad de un solo disparo proporcionó el pingue beneficio de un punto. En
el FC Cartagena de aquel día no brilló nadie.
El Efesé no enamoró a nadie, mostró muchas carencias, con muchos
problemas en la delantera y al no tener el balón no fueron capaces de someter a
sus rivales. No lo tuvo y, además, lo regaló. Y con este panorama y juego no
fue de extrañar que se repitiese la historia de las últimas salidas a El Palo y
Arroyo de La Luz.
El Icue y…cuando los cerezos siguen sin flor
“En breve estaremos merodeando la zona de playoff”. (Javier Marco Verdejo,
presidente del FC Cartagena)
No hace mucho, Javier Marco Verdejo, uno de los dos
Javieres con mando en plaza del FC Cartagena, ese que tiene cara de vivo o de
pillo y que se muestra jefe, en cuanto a la organización y no a lo otro, del
Patio de Monipodio futbolístico cartagenero manifestó el pasado día 19 del
corriente en la Cadena Ser lo que sigue: “En breve estaremos merodeando la zona
de playoff”.
Mire usted, amigo Javier, le recomiendo utilizar o
elegir mejor las palabras a la hora de presentarse delante del micrófono para
largar. Merodear, según la autoridad del DRAE, tiene tres acepciones: En primer
lugar define el vocablo como “vagar por las inmediaciones de algún lugar, en
general con malos fines; En segundo lugar, y utilizado como verbo intransitivo,
viene a señalar, y dicho de una persona, que “ vaga por el campo viviendo de lo
que coge o roba y por último, referido a los soldados, viene a significar a
aquel que se aparta del cuerpo en que marcha, a ver qué puede coger o robar en
los caseríos y en el campo.
¡Señor Marco Verdejo! ¿Con cuál de las tres acepciones
se queda a la hora de manifestar cuando dijo que: “En breve el FC Cartagena
estará merodeando la zona de playoff”? El Icue, como zagal pillo ambulante por
la cercanía del puerto, sí conoce el significado de las tres acepciones e
incluso podría apropiarse de alguna de ellas, pero nuestro FC Cartagena no.
Nuestro Cartagena, aun siendo cierto que lleva toda la temporada vagando,
pienso no lo hace con malos fines. Nuestro FC Cartagena, el nuestro, el blanquinegro,
también el de todos los Icues, no vaga por esos campos de Dios tomando o
robando todo aquello que se le presenta de frente. Y, finalmente, nuestro FC
Cartagena, el de verdad, el equipo serio, competidor y competitivo aunque sea a
imagen y semejanza de los Gladiator, el Bomba o el bueno de Simón no es un
equipo o sí, según usted, capaz de salirse de la formación y robar no sólo en
los campos de juego, sino también merodear para extraer algo que llevarse a la
boca o al bolsillo de los caseríos, vestuarios y proximidades al terreno de
juego. No Javier, no y no. Nuestro Cartagena no merodea. Sale a esos campos
futbolísticos de Dios a jugar y competir y, si puede, ganar. Este año, por lo
que vemos, sale a empatar como esta tarde. CF
Villanovense 1 – FC Cartagena 1
Que esta séptima salida al campo del Villanovense, el
Romero Cuerda, era complicada, ahí están los números: Villanovense y FC
Cartagena llegaban al enfrentamiento con los mismos puntos, 19, los mismos
goles a favor, 15, y los mismos goles en contra, 12. Y la dificultad añadida de
ser un campo donde, todavía, no ha ganado nadie. Y el añadido de tener un
entrenador, Julio Cobos, que, conociendo la categoría, dota a su equipo con
armas suficientes para que sea un conjunto muy difícil de batir cuando juega en
su campo.
Después de escuchar todas las incidencias del partido
que se han desarrollado esta tarde en tierras de conquistadores he llegado a la
conclusión de que le equipo cartagenero está, sino muerto, sí cadavérico y no
le queda otra opción que atravesar el Leteo para alcanzar otras riberas como se
hacía en el mundo pagano. Este FC Cartagena, que no juega a nada, que sí parece
o nos cuentan que pelea, corre sin cabeza, es voluntarioso, peleón y luchador y
que no hace ocasiones para marcar debe pagar un peaje, el peaje del karma,
idéntico al que miden las pesas de la balanza de Osiris en la mitología egipcia
o el Juicio Final en la tradición cristiana. Los cuerpos deportivos de este
club, deben incluirse en él Javieres y técnicos, no hacen otra cosa que
deambular por esos campos de futbol de este grupo IV en el que ¿compiten? , y
tratan de esperar que llegue Caronte para transportar y guiar sus sombras por
la Rambla y adentrarlos hacia el mar como sombras errantes. ¿Saben por qué?
Porque no tienen ni un óbolo que sacar del zurrón para sacar adelante del hades
en el que se mantiene este club.
He escuchado a
través de las ondas, el partido se me ha hecho eterno, que el FC Cartagena se
ha superado a sí mismo; que el gol, minuto 74, ha venido tras jugada de Gato,
Chus Hevia y Prosi, siendo éste el primer disparo a puerta del FC. Cartagena,
representando un 100 % de efectividad; que el gol de Ribas ha sido el único
disparo del delantero en todo el partido y que éste ha sido el primer gol de
jugada del uruguayo; que con seis defensas es muy difícil ganar partidos de
fútbol y que así no puede ser y, además, no vamos a ningún lado. Nadie en este
equipo, aun entrando en éxtasis, ha sido capaz de evitar el récord del rey de
los empates: 11 partidos, de 15, empatados, lo nunca visto. Un registro
extraordinario como para no tener fe en el ascenso y es que este Cartagena de
Sporto Gol Man 2020 le hace asco a la media inglesa, tampoco esta tarde ha
sabido o no ha podido exprimirse ante un Villanovense que en los minutos
finales ha apretado tanto, fundamentalmente después del gol de Tapia, minuto
87, que parecía que los de la Ciudad Portuaria estaban noqueados. Ha llegado un
momento que el FC Cartagena no podía ni respirar. A este equipo le falta de
todo: arte futbolística, gobierno, dirección y pegada, pero de esto, lo estamos
viendo y sufriendo, carece toda la temporada aunque en el banquillo tengamos a
Chus Hevia y Pallares. Eso sí, tiene pelea, mucha pelea y energía.
Vamos a terminar, querido Icue, manifestando que en
este nuestro Cartagena no hay nada más huidizo e inaprensible que la felicidad.
Este equipo no es feliz, sus jugadores no se sienten felices, la felicidad
solamente es un deseo, o mejor, el deseo de un deseo según los hegelianos. Pero
no preocuparse, le dicen al Icue que hay expectativas de felicidad y también,
para la efesemanía, existe la esperanza
que está en las fechas de cuando florezcan los cerezos y eso,
desgraciadamente, está demasiado distante. Este parecer ser el destino
cartagenerista desde que llegaron los que ahora están y no supieron o no
quisieron desvelar lo que ya estaba escrito en el enigmático humo que salía de
la sima del templo de Delfos o en el soplo que impulsaba las velas de los
barcos aqueos cuando se dirigían a liberar a la bella Helena en Troya. Y es que
el FC Cartagena ya está subido en esa frágil nave que le transporta a lo
desconocido. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 11/23: pridie
Kalendas Decembres. Nº 351.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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