martes, 21 de octubre de 2014






¿Lo recuerdas, querido Icue? Tú y yo estuvimos allí, junto a nuestra querida señora y acompañando a nuestros amigos de las dos radios más importantes existentes en Cartagena: Onda Mediterránea y Onda Regional. 

Fue una mañana  de miércoles, de aquel miércoles 16 de octubre de 2013, cuando nos juntamos para echar un tiento en esa bella Plaza de los Fueros con los Juan Pedro, Diego de Haro, Pepe González y ese grandioso benefactor de aquel FC Cartagena, apellidado Guardiola. Y fue, ya por la tarde, cuando conocimos por primera vez a ese hombre menudo pero recio de corazón llamado Fran de Paula. Y fue aquella gloriosa tarde cuando nos dimos cuenta de lo que era capaz de hacer para atendernos aquel periodista, que ya no está, llamado simplemente Antonio. Y fue aquella tarde cuando, por enésima vez, nos tropezamos con las cualidades diligentes de Cristina Bustillo. Y fue aquella tarde cuando nos juntamos para saltar alborozados al grito de ¡Efese! con esos fieles seguidores al mando de ese “Pirata” llamado Miguel Carrascosa. Y fue aquella tarde cuando penetré, por primera vez, en el griterío estruendoso y alegre de un vestuario futbolístico. Y fue allí donde vi abrazos y lloros y saltos de alegría de hombres curtidos en mil batallas como el gran Perico Arango. Y fu allí donde, después de comentar el partido para Onda Regional, pude hacerle unas preguntas a Luis García Tevenet. 

Y, por fin, fue allí, en Tudela, donde nuestro FC Cartagena eliminó al Tudelano de la Copa de su Majestad el Rey y abrió la puerta para que todos los que allí estuvimos y alguno más, nos subiéramos al estribo de ese maravilloso tren que nos iba a conducir hasta Barcelona para ver como nuestro equipo jugaba en el Nou Camp. 

Y fue allí cuando nuestro, vuestro, suyo EFESE estuvo a punto de alcanzar la gloria pero, ¡qué cosas!, fue a partir de ahí cuando empezó el declive y quién sabe si hasta la desaparición. Pero el Icue tiene la esperanza que fuimos bendecidos en esta Ribera navarra. ¡Ay, ay, ay!


Cuando el Icue y La Medusa se juntaron para estar en Tudela

“Sueños logrados
fecundos anhelos
esperanzados”. (P.R. Jiménez)

El Icue para llegar hasta el estadio Ciudad de Tudela lo ha tenido fácil, conocía la ruta hasta divisar lo que fue el antiguo estadio Elola Olaso, nombre de aquel Delegado Nacional de Educación Física y Deportes  de los años 60, por asistir a enfrentamientos en la Tercera División antigua entre el inolvidable CD logroñés y el CD Tudelano. 

Ha sido una ruta de contrastes, como el propio partido, una ruta conocida por su encanto que ha derrochado atractivos que se nos han mostrado en un tapiz bordado de esparragueras, campos de alcachofas y de apretujados y deliciosos cogollitos. Y la eliminatoria también se desarrolló por esos vericuetos de prados sudorosos y afición escasa, ocre y vociferante, muy respetuosa ante su rival como esa parte educada de su vida cotidiana. 

Solamente interesaba pasar la eliminatoria y estos mozos-futbolistas, como los llamarían por aquí, lo han  conseguido. Lo del juego bonito se ha quedado aparcado a la orilla de las cunetas. Y nuestro Cartagena con su eliminatoria sentenciada se ha inmiscuido en el buen recuerdo de estas recias gentes almejanas, como los verdes del trigo recién sembrado se inmiscuyen con los de las encinas y las viñas. Y arriba, sobre un torreón castigado por el viento, la grandiosa imagen del monumento al Corazón de Jesús levantando la cabeza con orgullo, dominando una panorámica de vértigo que alcanza hasta los Pirineos y el Moncayo. Y la esperanza tudelana quedó hecha añicos como esos viejos ladrillos y arenisca de su núcleo urbano, mitad judería, mitad medieval, de sus calles prietas convergentes en esa plaza histórica de Los Fueros. 


El Icue hoy ha querido estar al lado de nuestro FC Cartagena para presenciar, animoso, cómo el Efesé le hincaba el diente a este simpático y correoso equipo navarro. Han sido cuatro dentelladas hermosas y saludables, para eso se acercaron hasta La Ribera, a esta ciudad comestible y de vocación agrícola, vestida de blanco meridional y que se asoma al río Ebro a través de sus huertas. Con esas cuatro dentelladas recordé la valentía y el ardor de los Banu Qasim, ayudantes que fueron de Íñigo de Arista a la hora de fundar el reino de Pamplona, Y la muchachada de Tevenet nos mostró esos finos trazos futbolísticos como la finura hebrea de ese poeta judío, Yehudah Ha Levi, poeta arabohablante más célebre de la Edad Media. Y así, en esa línea de maridaje futbolístico-cultural, apareció el vencedor de esta eliminatoria y abrió sus puertas para jugar con uno de los grandes y quizás salir de pobres. Eso será otra cosa, ese será otro partido, ese será otro fútbol de estilos opuestos y acaso complementarios donde se mezclarán, como se entremezclan en la portada de la Catedral tudelana los elementos mudéjares, góticos y churriguerescos. Y como soñar no cuesta nada y ahora estamos ensoñados quién nos dice que los de Tevenet no serán capaces de hacer que vivamos una representación que recree con escalofriantes detalles lo que le espera al siervo no incauto tras la muerte. 
 


Y es que en Tudela, amigo Icue,  la calle vibra como vibrará en torno a tu fuente donde se congregarán los parroquianos efeseístas en torno a un asiático para alguna charla intrascendente o, quien sabe, quizás transcendente después de este triunfazo. 

Para finalizar hay que contarlo. El FC Cartagena ha sido un equipo sobrante de oxígeno y de espacios como esos lugares, no muy lejos de aquí, donde se ubican las Bardenas Reales. Hoy el juego del Cartagena no ha sido un juego parecido a ese terreno desértico y expuesto a la erosión, de tierras arcillosas y salobres, sino que ha sido un juego correoso, valiente, definido y fundamentalmente resolutivo, con un gol sobraba y han sido cuatro. Ha sido al atardecer cuando el paisaje ha cobrado toda su carga dramática y despojada para hundir a este simpático equipo ribereño. Le ha caído una tormenta de goles y se han marchado escondiendo su sueño de enfrentarse al grande, no para eliminarlo o sí, pero sí para hacer caja que es hoy lo que interesa, lo que nos interesa, también amigo Icue a nuestro Cartagena. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce. Dies 10/16: ante diem septimum decimum tertium Kalendas Novembres. Nº 301.

Texto y fotos el Rincón del Icue. Copyright ©

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