El Icue y…cuando
Chus Hevia no pudo gritar gol
“La precipitación lleva al error, y el error, al
desastre”. (Heródoto)
“Vamos mejorando
en todos los aspectos durante los últimos partidos y se crean llegadas al área
contraria, unas veintitantas, de las que hay que aprovechar alguna para marcar
y conseguir vencer. Queremos ganar ya en
casa y la verdad es que estamos muy motivados para lograrlo. Sólo nos falta la
victoria y se está trabajando para ello. No
sólo basta con jugar bien y progresar, todos los progresos luego hay que
dejarlos plasmados en el marcador. Para ello estamos intentando quitar la
presión, que no es nada positiva".
Con estas palabras se expresaba Simón Ruíz el pasado viernes en la
previa del partido contra el UD Almería B.
Pues va a ser
que no, señor Ruiz, por lo visto esta tarde nada ha cambiado y van nueve
jornadas y solamente se ha ganado una y…contra el colista Cacereño. El Icue
entiende sus deseos de querer ganar en casa, de estar motivados para ello, de
querer jugar bien y sin presión, pero tendrán que esperar, no sé si a Málaga
contra el CD Palo que anda por las alturas y será difícil, contra el RB Linense
en nuestro estadio o esperar a esas dos salidas fuera y sofocar a ese Arroyo CP
para que su cauce no fluya tratándose de esconderse como arroyo falso dentro de
su escondrijo. En fin, tengamos paciencia, que como dicen los enteradillos no
pasa nada, que esto no ha hecho nada más que comenzar. Pero claro que pasa,
tanto que ya han transcurrido nueve jornadas y estamos a un punto que da opción
de jugar la promoción de descenso, décimo quinto lugar, o de caer en esos
maléficos puestos de descenso directo. Se dan cuenta de que si está pasando
algo y algo grave.
Va a ser que no,
señor Simón, señor Gladiator, señor “Bomba” y señores Javieres. Este FC
Cartagena de nuestras entretelas está desnaturalizado, ha perdido las
constantes mostradas en algunos partidos de pretemporada y en algunas ráfagas
de los jugados hasta ahora. Este equipo, por su juego, está donde tiene que
estar deportivamente. Y, además, en concurso de acreedores. Urge recuperarlo.
De lo contrario, será un candidato al descenso en el mes de las flores. Yo no
sé, me dice el Icue, si el trío técnico y la dupla de economistas conoce los
entresijos de lo que sucede entre sus jugadores, ¡ay familia! Dicen, el Icue no
se lo cree, que el trio técnico es de prestigio aunque no estén, salvo uno, acreditados.
Pero han perdido el pulso y todos, incluida la escasa efesemanía, están al
borde de la desesperación. Por cierto, esta tarde ya apareció Gladiator, ya
estuvo en el Cartagonova haciendo más kilómetros que Filípides en el 490 a. C.
Si Filípides recorrió 37 km desde Maratón hasta Atenas para anunciar la
victoria sobre el ejército persa, el Gladiator se ha pasado todo el partido
desde la lateral a la tribuna y de ésta al palco. Y todo esto para presenciar
el séptimo empate de los suyos. Yo que usted, señor Ribas, no hubiese venido y
me hubiese quedado por tierras uruguayas disfrutando del enésimo mate. Extraño,
todo esto es muy, pero que muy extraño y valleinclanesco. Si no lo entiende, me
acerco y se lo explico.
La cosa es que
mi compañero de butaca y al comienzo del partido me dijo que la alineación de
esta tarde era de las de gala, con una defensa con los centrales Tarantino y
Robusté de lujo, aunque con un Germán muy duro, demasiado duro de cintura. Un
centro del campo perdido, donde Luque desapareció en la segunda parte. Carlos
Martínez no aparecía, así nos tiene acostumbrados. Chus Hevia con detalles de
alguna cabriola y Sebas Rivas y Pallarés con nula definición de atacantes. Y, pufff,
de nuevo, no me olvido, ahí estuvo Limones, el Limones de nuestras vidas.
Se dan cuenta
ustedes que Sebas Ribas llegó para ser titular y para aumentar las
expectativas de gol en un equipo pobre y raquítico en caudal ofensivo y que
sólo ha marcado dos goles y de penalti. Y esto también está siendo que no, lo
mismo que Pallares. A estos hay que exigirles más, ¿o no dan más de sí? ¡Ay de
esos cojones en el Cartagonova! Pero no, de nuevo esta tarde ha sido que no. Pero lo cierto
es que nunca está claro dónde un grande puede despeñarse, ya que muchas veces
lo hacen en el llano, y Ribas y Pallarés lo están haciendo al nivel del mar.
Y el Icue que
pensaba al leer a Simón Ruiz que este iba a ser un domingazo. ¡Qué domingazo
nos espera pensé! Pues no, tampoco hoy. El domingazo se ha quedado en
dominguillo, como dominguillos eran esos peleles en figura de soldado que se
ponían en la plaza para que el toro se
cebase en él. Y siendo los dominguillos de este Grupo lV nos quedamos. Por
detrás vienen o ya no viene nadie, La Hoya, y los que creen en los milagros a
la carta: el milagro de la salida de ser acreedores, el milagro de llegar a
jugar la fase de ascenso o el milagro de la salvación, se quedan de milagreros.
Saben que ganando un punto, FC Cartagena
0 – UD Almería B 0, es perder el paso, el dinero y la cabeza, ya que el
destino no es capaz de igualar a los últimos con los primeros. Sólo hay una
salida para todos: ganar. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón
del Icue”. Dies 10/19: ante diem quartum decimum Kalendas
Novembres. Nº 345.
Texto El Rincón del Icue. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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