Estábamos en marzo, no habían llegado ni la Feria de Abril, ni
San Isidro, a lo sumo recién estaban celebrándose Las Fallas y Tevenet se descolgó
con: “Mis jugadores están como toros” y ahí quedó todo, sin más, en una
victoria sin brillo, agobiante, trágica y hasta con ribetes de charlotada. FC Cartagena 1 - Sevilla
Atlético 0.
Recuerda el Icue que esta victoria pudo servir para cuatro cosas:
para que la afición desapareciese del Cartagonova- 3526 espectadores-; para que
los de la Ciudad Portuaria se consolidasen en puestos de playoff; por supuesto,
para sumar tres puntitos y para que Paco López, el “hijo del chusco” volviese a
debutar, esta vez como presidente del
nuevo Consejo de Administración del FC Cartagena, en el muy concurrido palco
del Cartagonova, desplazando, a no muy lejos de allí, hasta su butaca de
tribuna al ex presidente ejecutivo Fran De Paula.
Fue Ramón Tejada, técnico del Sevilla Atlético, quien en la sala
de prensa mejor resumió el partido y definió el juego del FC Cartagena: "Un
equipo que está hecho para jugar la liguilla, un equipo resultadista, saben
vivir de la renta de un gol, nadan y guardan la ropa, fueron capaces de
mantener el resultado".
Y Luis Tevenet, entrenador del FC Cartagena, no supo salir de sus
clásicas declaraciones para resumirnos la tragedia que había vivido a lo largo
de los 90 minutos: "No hay que fiarse nunca. Además hoy venían en una
situación comprometida. A pesar de que en la primera parte el resultado se
antoja corto por ocasiones, en la segunda hemos sufrido mucho. Al final, cuando
no los cierras, los partidos se sufren. Son situaciones del juego y del fútbol,
y en los partidos que quedan hasta final de liga, va a costar".
El Icue y…el vecino puntilloso
“Mis jugadores están como toros”. (Luis García Tevenet,
técnico del FC Cartagena)
Antes de sentarme en mi butaca el Icue piensa en la
promoción abierta por el FC Cartagena en relación a esa última oferta para
presenciar los 5 partidos que restan en el Cartagonova hasta el final de Liga.
Entradas a 8 euros: Partidos 5. Terceros en la clasificación. Nuevo proyecto.
3.526 espectadores esta tarde en el estadio y el Icue pensando en el partido
que está a punto de comenzar.
Teniendo en cuenta esta entradilla, propia de un
sevillano y taurino, pensé que el partido que íbamos a presenciar iba a ser
como si acudiéramos a contemplar un partido de fútbol cultual, con arte, con
pellizco, con sentimiento y hasta con compás y torería. No ha sido así. El Icue
tuvo la sensación, hasta que llegó el gol de Antoñito, que el FC Cartagena
había entrado en una empanada grandiosa, había pasado de hacer cinco minutos
con nervio y empuje hasta decaer y entrar en una fase aburrida, anodina,
aplatanada en la que se perdían todos los balones del mundo, aunque nada,
absolutamente nada, se le podía achacar al esfuerzo de estos encomiables
jugadores.
Siguiendo con la entrada taurina con la
que Tevenet nos obsequió en la previa, diré que el toro en esta primera fase se
pareció más a una vaca vieja aunque alguien me reproche que unir esos dos
vocablos solo sirve para usar y abusar de un pleonasmo mugiente. La vaca,
querido Icue, necesariamente ha de ser
vieja, si no sería añojo, choto o ternera, pero jamás vaca. De todos modos el Icue
la prefiere ternera para un blanquete o un asado, siempre vaca para la
parrilla, el estofado o el carpaccio. Ahora, son modas, la vaca ha venido a
sustituir, en la nomenclatura digo, al buey que antaño pastaba en todas las
cartas y en contados prados. Sobra precisar que prefiero mil veces la vaca a la
ternera; especialmente si son ejemplares con sus añitos y exhalando esa grasa
amarilla y bien integrada que le aporta su peculiar bouquet, como prefiero
aquel fútbol es fútbol de Bujadín Voskov y, amigo Tevenet, ¡olvídese usted de
los toros aunque su temporada esté comenzada!
En este ruedo, digo terreno de juego, solo ha habido
una platea de burócratas rellenando el crucigrama de su plan de pensiones, todo
esto como consecuencia de un partido largo y borroso, donde el balón llegaba
cargado de corriente. Hasta que apareció Antonio Jesús Regal Angulo, otro gran
partido del herrereño - Sevilla-, al que llaman Antoñito, cuando mejor sería
hacerlo con el tratamiento de D. Antonio, ¿no? Mejor dicho, el primero que
apareció en esta jugada fue De Lerma con el precioso pase que dio al sevillano;
el segundo Diego Segura, con ese hermoso
gesto de dejar pasar el balón bajo sus piernas para habilitar la jugada, y por
ultimo D. Antonio que recibió el balón, se perfiló para rematar con la zurda el
único gol de la tarde y que pudo servir para irnos a casa porque todo lo demás
sobró. Fue un golazo producto de una preciosa jugada. Fue un gol de duende y floresta. D. Antonio
hizo un requiebro, forzó la médula, inflamó el marcador y enredó para siempre
La Rambla con el Guadalquivir.
Hoy, puesto que a orillas del Mediterráneo la
primavera apareció exuberante, me
hubiera gustado presenciar un partido fecundo para que el portero del filial
sevillista, David Soria, hubiese demostrado ser un portero volador, que
nuestros laterales hubieran sido capaces de mostrarnos su explosividad, que los
centrales hubiesen sido centrales de batalla, que hubiesen aparecido esos
cerebros complementarios, aquellos carrileros de vértigo y nuestros goleadores
de manual. Pero no ha sido así. Es cierto que el equipo ha trabajado, se ha
empeñado, ha tenido voluntad y aptitud. Han trabajado para que sucediesen cosas
y evitar que ocurriesen otras, recuerdo el final del partido en ese último
córner en el que David Soria, el portero, subió a rematar. Hemos visto alguna
habilidad, futbolistas jóvenes, defensas no demorados en el despeje, medios
perdiendo en ocasiones la posición y delanteros, ¡ay Fernando!, tirando algún
recorte con la intención de construir el gol de la temporada.
Y cuando esto escribía tuve consciencia de que el
partido estaba a punto de finalizar y el
vecino puntilloso, ese que tengo al lado de mi butaca, queriendo colaborar con
el Icue, me pasó estos apuntes: Aunque nuestros jugadores están como toros solo
hemos presenciado un par al violín, algún quite por chicuelinas, contados
molinetes y ningún pase de rodillas. Cierto que no ha faltado de nada...o sí.
Nuestros jugadores han dado todo lo que tienen, sin regateo alguno. A alguno
hay que exigirle más, porque tiene condiciones para llegar más alto. Se jugarán
mucho en la fase de ascenso, con los miuras, en esos campos del norte, sur,
este u oeste. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 3/22: ante diem
undecimum Kalendas Apriles. Nº 326.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
0 comentarios:
Publicar un comentario