Han ido cayendo, poco a poco, sin hacer ruido y hasta sin querer,
como cree el Icue. ¿Queda alguno dentro? Pues que el último cierre la puerta. Fran
de Paula fue el primero !qué listo o que intuitivo fuiste, Fran!; después se
marchó o lo echaron Perico Arango y nadie dijo nada. Le agradecieron los
servicios prestados y a la...calle, con lo que fue él y con lo que dicen te
quiere la Cartagena futbolística y la otra; más tarde le abrieron la puerta al
que fue ese periodista de trato cariñoso que a todos trató igual y que a todos
por igual repartió la información de su Club con amor y objetividad, pero se
llamaba Antonio Martínez; y luego vino el despido de un hombre sencillo, bonachón
y dedicado a las tareas más humildes de su querido Cartagena, pero las más
nobles, porque estaba lleno de nobleza, era argentino y se llamaba José Teso. Y
por último te ha tocado a ti, apreciada Cristina, eres la última de ese Efesé
con historia, querido, apreciado y hasta modélico en muchos aspectos. Ya no
queda nadie más, bueno si quedan, quedan unos, venidos de fuera, que, aunque lo
prediquen son incapaces de amar a este Efese de nuestras entretelas y queda,
como no, Florentino Manzano.
Hace años, un 17 de abril de 2010, que el Icue escribió lo que
sigue, es pues en tu honor Cristina, por lo que el Icue vuelve a reproducirlo
en su Rincón.
Un abrazo para todos y gracias por ser efesemaníacos como el Icue.
Cristina Bustillo: mirada con Esperanza
“En tu rostro la
sonrisa simple y la mirada dulce
con una alegría que
sólo tú explicas…
Tu caminar se ha
tornado lento,
como si hubiera temor
en tus pasos.
No será un secreto
cuando tu cintura
se ensanche y henchidos
tus pechos,
con sabor a esperanza y
a sangre nueva
en las nueve lunas de
la larga espera”. (Rubén Maldonado)
Nada me vincula a usted. Jamás hemos cruzado media
palabra. Así que me siento plenamente libre para poder reflexionar en voz alta
sobre el rol que le ha tocado desempeñar.
¿Dónde queda la mirada de Cristina Bustillo? ¿A quién
contemplará ahora? Yo, viéndola, lo sé y ella, madre buena, también. Me
susurran que está encintada y con deseos enormes de maternidad ¡Qué Esperanza,
qué Grandeza, Qué ilusión! Cristina aquí y allí, “en abril aguas mil”, o en
mayo o cuando llegue.
Recuerdan que con esa mirada de embeleso ante Cygan,
ya estaba encintada, y en aquella rueda de prensa se inició esa gran segunda
vuelta que, según el maestro Ricardo Díaz-Manresa, sólo le conozco de
escucharle y leerle, iba a ser “de vuelta al ruedo y salida a hombros”.
Maestro, Cristina se marchó como en los toros, de eso,
gracias, usted sí que sabe, sin hacer ruido y como si en el ruedo de las
oficinas del Cartagonova no hubiese habido faena. Se refugió en la tronera sin
que nadie la contemplase pensando en Miguel de Cervantes y en el estrambote del
soneto, AL TÚMULO DEL REY FELIPE II EN
SEVILLA, “miró al soslayo, fuese y no hubo nada”.
La faena se acabó como si fuese la última corrida de
la feria de invierno y ahora está divisando todas las jugadas y faenas
posibles, de primera, tras el burladero.
No sólo se ha conformado en formar nueva cuadrilla
junto al maestro Paco López, sino que ha tomado la responsabilidad de
traspasarle los “trastos” de la alternativa al nuevo en esta plaza Javier
Rufete, ya “placeado” por el Valle del Guadalentín
Cristina, nombre torero con alternativa, realizó sus
funciones, según me comentan, como el toreo largo, hondo, profundo y ligado, el
toreo toreado, hipnotizado y embebido en los vuelos de su constante sonrisa y
buen hacer. Todos le quisieron y fíjense, siendo un caballero, hasta JIM le
pidió perdón, “qué cosas veredes, Sancho”, pedirle perdón a usted, SEÑORA.
Desparramó su oficio con destellos deslumbrantes,
mirada serena y naturalidad excelsa.
Cuando el toricantano, digo, el nuevo jefe de prensa,
como aventajado discípulo, se presente ante los informadores en las próximas y
sucesivas ruedas de prensa, todavía lleva pocas, seguramente contemplaremos dos
concepciones distintas para entender la comunicación con los medios y una sola
verdad, la grandeza de las personas.
Grandeza embalsamada, como señala Manresa, y embrujada
de misterio como cuando toreaba con esos hábiles derechazos eternos con la
profesionalidad periodística como cimiento y pieza angular.
Siempre se presentaba con estética correcta, aun teniendo
que hacer, a veces, recortes, envolviéndolos suavemente con su zurcida en raso
muleta y combinando casta y codicia con gran dosis de dulzura bajo la grandeza
misteriosa de un sentimiento verdadero, llamado periodismo, permitiéndose
realizar cada faena, digo ruedas de prensa, con su pulcra muleta.
Me cuentan que su mirada, hoy, aun trabajando en su
nuevo puesto, está dirigida y fijada única y exclusivamente en esa Nueva
Esperanza de su vida. ¡Qué su rostro no se distraiga y sea, como dijo el
maestro, “templo de la serenidad” y espejo en el que el nasciturus pueda
saborear la vida observando lo que nadie sabe captar y usted le trasmitió.
Adiós, sin conocerla y a pesar de todo, queda el
misterio grande de la madre ¿Intuye que el próximo alumbramiento, después del
suyo, será el ascenso de su, nuestro, vuestro EFESE a Primera División?…Amén.
Pedro-Roberto J.P. En Villamediana de Iregua. Dies3/16: ante diem
septimum decimum Kalendas Apriles.
Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
0 comentarios:
Publicar un comentario