sábado, 8 de noviembre de 2014





Era el segundo partido de la primera vuelta del campeonato 2013-2014, fue un primero de septiembre de 2013, en el que los de Tevenet iban a buscar los tres primeros puntos del campeonato fuera del Cartagonova y ante un correoso rival en el césped artificial del Ciudad de Lucena. Toda una trampa, toda una dificultad y no lo tuvo fácil. 
Venía el Lucena de obtener un empate, 2-2, ante el Sevilla Atlético. Por su parte, el Cartagena había arrancado la Liga, venciendo por 2-1 al CD El Palo en un partido donde los de Tevenet remontaron el gol inicial de los malagueños.
Nuestro Cartagena empató sin goles. Los de Tevenet eestuvieron muy serios y sin regalar nada al equipo contrario: “Hemos tenido situaciones esta tarde en que nos apretaban mucho y las hemos resuelto con solvencia. Estos partidos se suelen perder por regalos y hoy no se ha regalado nada. Hemos estado serios. Se han  sumado 4 puntos en dos jornadas y aunque lo ideal era lograr 6 de 6, lo que se ha conseguido no está mal”. “Creo que este punto es valioso por lograrse donde se ha conseguido. Conozco este terreno y jugar en él es un freno para el balón, resta velocidad al juego. Tengo la sensación de que hemos competido bien. Es un empate para seguir creciendo. El Lucena tiene un fútbol muy vertical. Nos ha faltado quizás más profundidad  cuando les hemos rebasado, pero hoy tenemos excusa por la superficie en la que se jugó. Está bien salir vivos de un campo difícil como el de esta tarde". 
Luis Tevenet buscaba un empate y es lo que se trajo de tierras cordobesas. Fue un partido tedioso y sin ocasiones de gol. El dominio territorial fue de los locales, pero sin crear demasiadas ocasiones de peligro. El FC Cartagena solo tuvo una oportunidad y esta fue rondando el minuto 78; un zurdazo de Fernando se fue fuera por muy poco. Y Tevenet se trajo de Lucena lo que buscaba.



 El Icue y…cuando el sol no salió por Antequera

“Salga el Sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera”. (Dicho popular)

Esta tarde el Icue se ha aburrido bastante, mucho, muchísimo, tanto que no ha hecho otra cosa durante todo el partido que preguntarse,  ¿a qué juega este Cartagena? Ciertamente no ha sido una tarde futbolera brillante ni fina, ha sido una tarde demeritoria de uno o dos equipos en fase de construcción, acoplamiento o lo que sea. Un equipo sin claridad arriba ni pegada no puede ganar, y este ha sido el FC Cartagena. Por eso no se ha ganado, se ha empatado y ha sido justo en su empate. Y el sol, esta tarde,  no ha salido por Antequera y sí se ha puesto por donde ha querido. Y además ha sido un partido de calor y sufrimiento.

Me cuentan que el FC Cartagena ha tenido esta tarde las mismas dudas que tuvo el infante Fernando, aspirante en aquel momento al trono de Aragón y regente de Castilla,  cuando, indeciso en relación al próximo lugar que tenía que atacar, se le apareció una joven con unos leones que le dijo: “Salga el Sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera”. Aquí cerca, en Lucena, no ha habido ni joven ni leones y sí un partido tan insulso que ha obligado a Tevenet, desde fuera de su banquillo, a aferrarse y gritar la famosa frase. Y, efectivamente, a falta de fútbol, ha sido lo que Dios ha querido. 
También me cuentan que la tarde ha sido tan calurosa como ardiente está siendo la noche en la orilla del Mar Menor, tanto que, a la hora que escribo estos sentimientos, todavía siguen las chicharras incandescentes. 
Como ya estamos en septiembre el FC Cartagena no digo que huela a paja seca, pero casi, donde su juego se ha parecido a ese balago recién trillado, saturado de cadmio, de amarillo cosecha, de corteza de pan, de trigo sin fuerzas para entrar a formar parte del ciclo futbolístico al ser, todavía, un equipo dudoso e incierto. Sí, ya sé que sólo se han jugado dos partidos de la Liga del Infierno, pero su juego incierto, inseguro y dudoso, aunque otros no lo digan, para el Icue ya forma parte, no de las frases hechas sino del ajuar de su lenguaje.
Hubiera querido el Icue que éste su Cartagena se hubiese asomado a la ciudad deportiva lucentina como ese alguien se asoma a un cortijo con muros de blanco inmaculado, con palmeras asomando tras las tapias y hubiese aparecido como un oasis en medio de los campos labrados de tal forma que nos pareciese en la distancia la obra de un perfeccionista del tractor. Ni un error, todo juego y goles, pero no, solo ha habido tierras baldías en torno a la isla del cortijo, desde la que el señor de los labrantíos observa el paso de las jornadas dejando que Dios se ocupe de todo.
Hubiera querido el Icue que en este primer día de septiembre cuando el verano esplende todavía la luz, el FC Cartagena hubiese sido como es la luz del estío apareciendo aunque fuese como un imperceptible matiz de cambio. No ha sido así  y, aunque agosto ya se ha puesto a huir, en el Cartagena aparecen sombras que no se desvanecen, que se aplastan y cuando cae la noche, como ahora, vuelven a asomar, sumisas, largas, deslizándose hasta confundirse con un bosque oscuro.
Hubiera deseado el Icue, de una u otra manera, que su, vuestro Cartagena hubiese desplegado esta tarde tal juego futbolero como se despliega a la vista esa campiña cordobesa, que, a veces, es mansa de formas, verdinegra de olivos pero con torres almenadas que evocan tiempos de mayor esplendor. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce. Dies 9/1: Kalendae Septembres. Nº 294.

Texto El Rincón del Icue. Copyright ©

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