El Icue y…el sonambulismo del FC Cartagena
“¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!” (A. Machado)
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!” (A. Machado)
Allí en
San Fernando , límite donde se juntan las aguas mediterráneas con las
atlánticas, ha sido una tarde de perros, como si el tiempo retrocediese y
volviera a los días del frío invierno, mientras, aquí entre el Mar Menor y el Mediterráneo
hubo una tarde calurosa, luminosa y eso sí, algo ventosa, como de primavera
cuajada.
Y así,
con este tiempo revuelto y con este FC Cartagena medio congelado, esta tarde de
hoy, al equipo cartagenero se le ha quebrado el alma como a La Isla de
León se le quebró el flamenco en aquella
madrugada de hace 22 años y San Fernando quedó huérfana de Camarón de
La Isla. Y esto duele, la orfandad de fútbol duele todavía más aquí en
La Isla y en ese estadio medio prestado, de nombre Bahía Sur y rebautizado como Iberoamericano. Aquí el fútbol, esta
tarde ha sido fútbol de llanto, de golpe de pecho y de gritos de dolor
como si para nuestro, vuestro, suyo Cartagena no hubiese terminado la semana de
Pasión. El partido ha sido como esa saeta machadiana en el que el FC Cartagena
ha andado toda la tarde como pidiendo una escalera para bajarse de la cruz y,
como nadie se la prestó, allí quedó, colgado en ella, siempre por desenclavar.
Tan clavado ha estado, tan inmovilizados han estados sus jugadores que el San
Fernando CD les ha saeteado con dos puñales que lo han dejado moribundo y al
borde de caer en ese peldaño de esa escalera marcada por debajo del quinto
puesto que no da opciones a la fase de ascenso.
El
partido, según transcurría, según lo narraba en Onda Regional mi apreciado Juan
Pedro y según el Icue lo escuchaba, le recordaba a ese sonambulismo que, en
tiempos, padeció Don Quijote y que su
fiel Sancho descubrió al saltar del camaranchón donde dormía para anunciar que
su señor había dado una cuchillada al gigante enemigo de la princesa
Micomicona. “Le ha tajado la cabeza
cercén a cercén, como si fuera un nabo”. Pero no, no sucedió lo que el escudero
contó. Aconteció que Don Quijote, con el gorro de dormir y los ojos cerrados,
había degollado pellejos de vino. Y ya saben, tuvieron que despertarlo
echándole un caldero de agua fría. El Cartagena ha sido hoy, ¡qué casualidad!,
Domingo de Resurrección, un equipo sonámbulo más que muerto, aunque también. Y
resulta que un equipo sonámbulo, como un individuo, es aquel que padece sueño
anormal, anda, habla, se levanta, y hasta puede tirarse a la vecina. Ahí lo han
tenido y lo han escuchado, un Cartagena sonámbulo que, ni siquiera en sueños,
ha podido rematar a su enemigo, mejor adversario, y ha sido éste equipo isleño
el que le ha asestado dos puñaladas, y no soñando, a nuestro Cartagena que se
ha quedado cercenado y sin princesa Micomicona. Son cosas del fútbol, del sueño
o de otras razones dinerarias. San
Fernando CD 2; Sambruno, minuto 31 y Adrián, minuto 92 – FC Cartagena 0.
Esta tarde y deseo terminar, el Cartagena se quedó sin
alma, se esfumó, perdiéndose, entre las tranquilas aguas del caño del río
Arillo. Sólo quiso los primeros 20 minutos, después o no pudo o no quiso. Y su
ilusión quedó enterrada entre las bodegas de esta ciudad de manzanilla, ahogándose
con esa bebida deliciosa y un tanto demoníaca, demasiado fácil de beber y con demasiada
resaca que sufrir. Sí, el alma cartagenerista y cartagenera se adormeció. El
entrenador Tevenet se equivocó, no supo corregir los defectos de una desastrosa
defensa y, de nuevo y van unas cuantas, no supo realizar los cambios en su
momento justo. Ustedes me dirán qué sentido tiene hacer salir a Diego Segura
faltando menos de un cuarto de hora de juego con el añadido. ¿Cómo es posible
que, durante toda la segunda parte, no se aprovechara el viento a favor y eso
que este entraba fuerte? ¿Y cómo no fue capaz de corregir todo el continuo
juego de balonazos aéreos de su equipo? No se extrañen, lleva varios partidos
tropezando en la misma piedra, no corrige, lo que explica que últimamente, el
FC Cartagena de 15 puntos solamente haya conseguido 5.
Y así el FC Cartagena, bien que lo sentimos, está o se
nos muestra como adormecido, no nos hace disfrutar, ni gozar, ni nos permite
estar contentos, ni paladear deseados triunfos. Sólo nos permite esperar y, aunque el mar parece estar en
calma y en el horizonte se ven plácidos veleros navegar en aguas de dulzura, en
tierra todo parece a punto de zozobrar. Vuelve al estómago la acidez
futbolística. Pero junto a la amargura de esta tarde está presente el anuncio
de un tal Javier que nos dice que ve en el equipo “actitud de “playoff” y va y nos
invita a viajar a los mares del sur. Entonces y como en la bodega todavía quedaba
algo de anís seco y unos restos de vino viejo se le acercó al Icue una camarera
que, pensando en la fase de ascenso, le dijo: “La casa le invita a una láguena”.
¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 4/20: ante diem
duodecimum Kalendas Maias. Nº 330.
Texto El Rincón del Icue. Fotos de
Miguel Carrascosa bajadas de twitter. Copyright
©
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