Fue una triste tarde,
desgraciada tarde para todos, también para, en esos momentos, un inconciente
Paloma y para todos los demás, fundamentalmente para Pedro Reverte que,
mientras Pacheta esta dando la rueda de prensa del partido en la que comunicaba,
se refería a la fase de ascenso, que ahora comenzaba la fiesta, entró al
vestuario del entrenador, que allí no estaba, para comunicarles a sus ayudantes
que el entrenador estaba cesado. Pacheta volvió de la rueda de prensa y sus
ayudantes se lo comunicaron. Éste no les creyó, creía estaban de chanza, pero
era verdad, y tanto que fue verdad. Hay más cosas que el Icue sabe, no las va a
contar. Fueron muy tristes, hasta violentas y no por parte de los que hasta ese
momento habían sido el equipo técnico y sí por parte de otros. Allá ellos con
su responsabilidad y cobardía.
El equipo disputaba el
partido para, si fallaba el Real Jaen, colocarse el primero y jugar el ply-off
desde esa posición. El FC Cartagena hizo los deberes y ganó al Cacereño en un
regular y feo partido, 2-0, con goles de Cañadas y Álvaro García. Pero en el
campo jienense de La Victoria, no hubo milagro, el Real Jaén superó al San Fernando -1-0-
y el triunfo cartagenero se convirtió en agridulce y condujo al Cartagena a tener que superar tres
eliminatorias para intentar subir a Segunda División. ¿Lo recuerdan? No fueron
necesarias. Llegó el Caudal de Mieres y con él se acabó la historia. Y mientras
tanto, José Rojo Martín, el gran Pacheta, a casa y en casa, resignado. Y
algunos, todavía hoy siguen siendo lo contrario a personas valientes, tratan de
esconderse de sus “hazañas”. Pero es que fútbol es fútbol y el Paloma,
palomino.
El Icue, destrozado, escribió lo que hoy desea que todos ustedes recuerden.
Y lo escribió desde su libertad y sin ninguna presión económica. Todo era y
sigue siendo muy altruista. Otros no pueden decir lo mismo. Intentan, es
legítimo, dar noticias amparadas en el cobro de una publicidad. El Icue lo sabe
y por eso se explaya hoy desde su Rincón.
UN RINCÓN PARA DOCE.
Pedro Roberto
El Icue…y cuando la paloma se convierte en pájaro del diablo
“Los hijos de
Alvargonzález ya tienen majada y huerta, campos de trigo y centeno y prados de
fina hierba”. (Antonio Machado)
Lunes, 20 de mayo de 2013
No desvelo ningún secreto,
querido Icue, al comunicar a mis apreciados lectores que la semana pasada el
articulista estuvo en Salas de los Infantes pueblo de Pachetín, para conversar
con sus padres, hermanos, y numerosos amigos, que desde ahora, también lo
son para para mí. Quería firmar un reportaje visitando y hablando con
todo el entorno de este hombre bueno y trabajador nato que hasta ayer fue
entrenador del FC Cartagena.
Hablé con Pedro y Petra,
padres de nuestro entrenador, recios y curtidos hombres-agricultores de 80 y 82
años. Me guio por el pueblo y por todos los rincones por los que anduvo este
“cascarilla” de muchacho su hermano Javier, profesor de Educación Física del
Instituto de Enseñanza Secundaria “Alfoz de Lara”. Reparó mí frio, frío
castellano, con un café tomado en ese bar, con nombre de flor chilena, llamado
Copíhue, su hermana mayor Cruci. Me reuní con su amigo, gran amigo, Carlos
David, que me atosigó con miles de anécdotas de este
hombre-futbolista-entrenador, que guardaré en el corazón de mis archivos. Y me
trasladé hasta la “era”, lugar futbolístico por excelencia en el que los
Pacheta, todos, aprendieron a darle patadas al balón. Y desde allí, abrigados,
donde todavía están puestas las porterías de piedra, nos fuimos a contemplar el
barrio de la Costana, de grandes recuerdos para estos amigos y divisar cómo el
agua-nieve amenazaba desde las Peñas de Carazo que, según me cuentan, “cuando
por allí aparece, en cinco minutos está en la Costana”.
No podía intuir, apreciado
Icue que, al cruzar la sierra de La Demanda, los buitres que contemplé
aterrizasen la tarde de ayer por el Cartagonova para llevarse todas las sobras
de la carroña que el pájaro del diablo dejó sobre el césped. Pero así fue, así
ha sido y ni el articulista, ni tú Icue, ni la afición, ni los hombres de buena
voluntad todavía se lo creen.
El pájaro del diablo es un
pajarraco de dos decímetros de longitud, por lo tanto cortito también en cacumen,
aunque largo, muy largo de cola, que es muy larga y ahorquillada. Tiene alas,
también largas y puntiagudas, plumaje blanco en la garganta y negro en el resto
del cuerpo, pies cortos, con cuatro dedos dirigidos todos adelante, y pico
pequeño algo encorvado en la punta. Es ave de temporada, se alimenta de
insectos y anida en los aleros de los tejados. Tan extravagante es que
pasa la mayor parte de su vida en el aire y come, duerme y copula volando.
Y este pajarraco aterrizó
ayer y convirtió el Cartagonova en un infierno, ese infierno sartriano, en el
que los malos son los otros, y hasta dantesco en el que Dante Alighieri, en uno
de sus 9 círculos de su Divina Comedia sitúa. Este círculo últimamente
estuvo muy concurrido en su convivencia con alcahuetes, seductores, aduladores,
incompetentes, frívolos y hasta analfabetos del mundo futbolístico y de la vida
real. ¡Qué tiempos aquellos, Icue de mi vida, en el que el Cartagonova era una
caldera efesemaníaca a reventar y no la caldera de Lucifer en la que hoy la
convertido su pájaro favorito! ¡Qué tiempos aquellos en el que la bandera
blanquinegra arropaba al “somos la ostia”! ¡Qué tiempos aquellos que, con
la inflexión de ayer, todo se va a ir por los desagües hediondos, por estar
pútridos, de la Rambla de Benipila!
El Icue, que ha sido
pachetista desde los fríos del pasado diciembre y lo seguirá siendo hasta que
este amigo y recio hombre, que aprendió todo lo que sabe jugando al “tirabeque”
junto a sus hermanos mayores Juan Antonio y Javier por las callejuelas del
barrio de “la Costana”, guarecido por las “Peñas de Carazo”, quiera. Este
Icue desea transmitir hoy en su tristeza lo que dijo Séneca: “las cosas no son
difíciles. Son difíciles porque no nos atrevemos”. ¡Jose! Es muy difícil que
los Pacheta decaigan y se derrumben por mucho pájaro del diablo aterrice. La
fuerza de voluntad, la fe y no tener miedo a fracasar son, en casa de los
Pacheta, la clave del éxito incluso en las condiciones más adversas.
"¡Querer es
poder!", reza el dicho popular que a veces escuchamos en boca de aquellos
que nos aprecian para darnos aliento frente al reto o la adversidad. "Más
hace el que quiere que el que puede", es el argumento que a menudo
pretende explicar cómo alguien ha logrado algo que parecía imposible dadas sus
facultades, condiciones o circunstancias.
Quedo aquí, soñando entre las alamedas del Río Arlanza desde las que tú, Jose, jugabas con tu carabina a volar junto a los pájaros, esos que sí eran inofensivos. Quedo aquí, deseando ser tu amigo y también de todos los tuyos, si vosotros lo deseáis. Y…, cuando tengas tiempo, dales un abrazo a Pedro y Petra, tus padres. ¡Ay, ay, ay!
Quedo aquí, soñando entre las alamedas del Río Arlanza desde las que tú, Jose, jugabas con tu carabina a volar junto a los pájaros, esos que sí eran inofensivos. Quedo aquí, deseando ser tu amigo y también de todos los tuyos, si vosotros lo deseáis. Y…, cuando tengas tiempo, dales un abrazo a Pedro y Petra, tus padres. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce. Dies 5/20: ante diem tertium decimum
Kalendas Iunias. Nº 288.
Texto y fotos El Rincón del Icue.
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